Prólogo

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Quiero abrir los ojos aun que estos se sienten pesados y no ayuda mucho, después de unos minutos de tratar y tratar lo logro. Lo primero que veo son luces que me hacen cerrar los ojos al instante para despues abrirlos de apoco y acostumbrarlo con ese brillo tan cegador, seguido a eso veo paredes blancas y escucho murmullos provenientes de afuera -Que hago aquí? Que paso?- me pregunto a mi misma, ya que me encuentro sola en esta habitación que por si mis cálculos no fallan de un hospital. Y como no encuentro con que distraerme y me estoy empezando a frustrar por no acordarme que hago aquí, me sumerjo en mis pensamientos, en todo lo que paso estos meses, todos esos recuerdos, empezando justo desde él momento en que lo conocí, cuando hablamos por primera vez, los cientos de besos que nos dimos, todas las charlas sin sentido que tuvimos y cuando digo todo es todo. Hasta ese dia en que todo cambio, en que en un minuto era la chica mas feliz del universo, con una sonrisa tan tonta y grande imprimida en mi cara y al otro veía como todo mi mundo se derrumbaba, como todo lo que pensaba, lo que supuestamente era "verdad" era solo una mentira.
Como puedes sentirte tan afortunada, tan alegre, tan enamorada y al segundo ya no. Acaso es posible eso? Bueno él una vez dijo "Todo es posible en esta vida" y valla que tenia razón.
Todavía no caigo, no puedo creer todo lo que paso, todo parece tan irreal, tan... Justo cuando iba a seguir en mi estado de "mazoquismo modo on" entra mi madre, con un vaso de café en una mano y en la otra con una revista, al percatarse de que estoy cociente casi corre a la cama. - Sky, dios mio, me tenias tan preocupada- dice mientras deja todas las cosas que tenia recientemente y lo coloca sobre la mesa que esta ubicada al lado mio y me abraza.

-Madre, estoy bien- digo, tratando de devolver su abrazo.

Y justo cuando ella se va en busca del doctor, mis preguntas se responden por decirlo de un modo, todo lo que paso anoche, los sucesos, todo me vienen de golpe como un remolino, como un flash.
No puedo soportarlo, ya que con eso me viene un dolor impresionante de cabeza, todo empieza a dar vuelta y las ganas de vomitar no faltan.
Todo esto es por él. Él y solo él.
Mi vida solo se trataba de ir al colegio, comer, dormir, leer, y volver a comer. Era tal vez un poco aburrida pero por lo menos él único sufrimiento que tenia era sobre los personajes líricos y él saber que no existían y estaban atrapados en un libro. Así era feliz. Pero todo cambio tan de repente, tan rápido, en un nanosegundo Natahel William había entrado en mi vida. Trayendo solo llanto, sufrimiento, mentiras y mas llanto.

Broken.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora