Nuestro adiós esta empezando.- Versailles

Capitulo 7

-¡Harryeeeet! ¡¿Ya te enteraste?!- gritó Saki, una de mis compañeras de clase.
-Amm... No...-dije sin darle tanta importancia mientras seguía leyendo
-¡¿qué?! Dios... ¡Harryet! Es de Kamijo-sempai...- dijo en susurro
-¿qué pasa con el?-dije sin ninguna expresión
-escuche que se había peleado en un bar cerca de Osaka y otros dicen que su mujer lo había golpeado por eso no viene a dar clases- dijo en susurro
-oh...-conteste seca. Nadie sabía lo que había pasado aquel día que fui al departamento de kamijo-sempai, preferí guardarlo en secreto como las demás cosas ya que quizás podrían llevarme a un hospital psiquiátrico—sinceramente esos chismes son muy absurdos—dije para finalizar
-Estas muy rara últimamente... y bien serán absurdos o no son chismes tú lo dijiste—Saki hizo un gesto de disgusto- cuando estés bien me avisas ya que estas algo pesada -dijo sin más cerrando la puerta.

Me encontraba sola terminando de arreglar la lista de asistencia, ya era las 6 en punto, las cortinas volaban por el viento y la luz del atardecer que entraban por las ventanas decoraban él aula de clase. Salte de un respingo por el ruido que habían hecho.
-¿qué haces aquí?-dije algo preocupada me pare en seco de la silla
-Harryet... Tenemos que irnos...-dijo con voz agitada
-¿de qué hablas?-dije asustada al ver su expresión
-Harryet... No tenemos tiempo-dijo dirigiéndose hacia mí con pasos firmes
-yuki... ¡¿De qué hablas?!-grite. el no me respondió...

Yuki jalo de mi brazo mientras corríamos por los pasillos vacíos de la escuela giramos hacia la derecha pero unas extrañas cosas negras qué parecían personas  estaban ahí  tapando las escaleras... Solté un pequeño chillido que eso hizo llamar la atención de esas criaturas... Empezamos a correr por donde habíamos pasado, mientras bajábamos las escaleras cómo podíamos, esas extrañas criaturas nos seguían a gran velocidad, yuki no me soltabapero para nuestra mala suerte estaba cerrada la puerta principal, corrimos hacia él aula de laboratorio a escondernos.

-Harryet... Necesito que te escondas en algún lugar de aquí volveré  lo más pronto que pueda-dijo yuki algo preocupado yo solo pude asentir con la cabeza no podía decir ninguna palabra.
Pasaron minutos y minutos, no había respuesta de yuki. Decidí buscarlo antes de que la luz del sol desapareciera  lentamente
Salí lo más silencioso que pude para no llamar la atención de las extrañas criaturas que se encontraban en la escuela. Caminaba lentamente por los pasillos de pronto escuche un grito desgarrador de una mujer, provenía de la biblioteca corrí lo más rápido posible al entrar a la biblioteca sentí un escalofrió recorrer mi espalda. la noche ya había caído y solo las luces de las lamparas alumbraban el lugar, camine temerosa por los pasillos llenos de libros con polvo. de pronto las luces empezaron a parpadear, llegue hasta el último rincón de la gran biblioteca. Por fin había encontrado a la mujer que había gritado hace unos momentos, se encontraba de rodillas con la cabeza en el piso vestía un vestido voluptuoso, verde pistache con un suéter negro. Su cabello estaba mojado al igual que su ropa.

—¿Estas...bien? —pregunté con un hilo de voz
Las piernas me temblaban, la temperatura bajaba y esa mujer no respondía. mi miedo aumentaba.
—¡Oye! ¡Contesta por favor!— grite desesperada, quería acercarme pero mis piernas no reaccionaban de pronto la mujer misteriosa embozo una sonrisa extraña
—las muñecas deberían estar en su jaula—dijo la mujer entre pequeñas risas
—¿De que hablas?—pregunte
—rosas blancas, rosas rojas con o sin espinas—dijo con voz baja—son la misma impureza—finalizó con una risa maquiavélica
La mujer empezó a contorsionarse mientras reía aun más fuerte. Quería gritar sin embargo nada salía de mi, ni siquiera podía captar lo que estaba pasando.
la mujer por último arrancó sus ojos y marchito como una flor
Empece a escuchar golpes en las puertas de la biblioteca cada vez eran mas violentos. La mujer ya no se encontraba donde hace segundos estaba lo único que había quedado de ella  era una especie de arena. Decidí esconderme en el piso de arriba de la biblioteca donde se encontraba un pequeño escondite arriba de los estantes de la pared. Subí a toda prisa antes de que terminaran de romper las puertas. al llegar a la escalera de la estantería mis piernas empezaban a temblar que casi hacían que por poco resbalara. hasta llegar arriba abrí la pequeña puerta donde guardaban las cosas perdidas, hice todo aun lado para meterme, empareje la puerta para poder ver que eran esas cosas. Las puertas habían sido derribadas y una melodía empezaba a sonar "la,la,la,la" como si fueran niños cantando. Traté de ver por la rendija pero de pronto solo se escucho un sonido sordo, eso hizo que tapara mis oídos y cerrara los ojos, mi respiración se agitaba, sudaba frío por todo mi cuerpo. empece a sollozar del miedo que me encontraba en pocision fetal. de pronto sentí unas manos grandes y a la vez tan cálidas que tomaban de mis hombros.