Lali:
Sonó la estúpida alarma y me levante, fui al baño me duche, y me preparé el desayuno, y me fui, (ya que mis padres estaban de viaje) guarde entre mi maleta las cuchillas, el alcohol etílico y los cuadernos.
Llegué al salón de arte y me senté en los puestos de la mitad, lo común, cuando veo entrar a una chica de cabello castaño, ojos marrones, y una mirada tan pérdida en el vacío, una mirada de suicida, me intereso tanto que pense en hablarle (yo parecía muy social y toda la apariencia pero la verdad es que soy tan anormal que llego a fastidiarles a los demás) a la hora del almuerzo me senté frente a ella, creí que me pasé con la confianza por que la salude y ella me miro un poco confundida. Luego en clase de artes nos sentamos juntas, fue más lo que nos reímos que lo que trabajamos, luego a la salida me ofrecí a llevarla a su casa ella acepto inmediatamente, nos reímos tan fuerte que la gente se quedaba viéndonos raro, me pareció una chica muy interesante y divertida, sin contar que la idea de que ella fuese una chica suicida, y si lo era nos podríamos apoyar la una a la otra.