Capítulo 5

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El profesor nos envió a los vestidores, todos se mostraban felices por sus compañeros de gimnasia y por otra parte ganaron Patrick y Simons quienes al final de la clase decidieron quedarse así. Por otro lado no sabia que hacer, es claro que hablar con Jack fue un error, posiblemente hable con el maestro y me cambie con alguien menos malo.

Terminando las clases me encamine a mi trabajo, ya era un poco tarde y tendría mucho que hacer. En la entrada del estudio de películas que, aún no le han puesto el nombre pero es famoso por algunas escenas de películas nominadas al Oscar, me encontré un botón de suéter pero era muy peculiar porque era dorado con solo un orificio en el centro. Me lo quede por curiosidad, si alguien lo requiere lo entregaré a su dueño. Entrando vi a Bruno quien parecía estarme esperando.

-Hola-

-Hola Bruno-

-Por cierto ¿Cómo te llamas?-

-Emer Smith-

-Un placer conocerte-

-El mio también- sonreí -¿Conoces a Ben?-

-Si, es un hijo de puta, me cae mal, cuando lo vea lo golpeare-

-¿Por qué?-

-Se acostó con mi novia, se que trabaja aquí pero casi siempre está con su papi-

-Yo.. Yo-

-¿Tú?-

-Nada-

-Espera, ¿Ben es tu amigo?-

-S..si-

-Wow no me esperaba eso-

-Perdón si te incomode-

-No lo hiciste, bueno luego nos vemos- sonrió como el grinch cuando trata de arruinar la navidad, será bueno o malo, creo que bueno.

Barrer, barrer y barrer, siempre cuando terminan de rodar dejan un desastre pero siento que algunos productores lo hacen a propósito, ¿Por qué lo se? Porque una vez el productor mando a traer 5 cafés, uno lo tiro de enojo, otro de tristeza, los otros dos de maldad, y solo se tomó uno.

Entre a una habitación totalmente oscura, prendí la luz, en los estantes tenían cosas con polvo y trapos viejos, ahora entiendo porque esta alejado de lo demás. En cuanto agarré el trapo escuche la puerta cerrarse. Voltee rápidamente y se encontraba ahí, con la cabeza enmascarada, no tenía nada en las manos y comenzaba asustarme por la manera tan lenta de caminar.

-H...Ho...hola- casi se escuchaba como un susurro. Como no respondió tome el trapo y decidí salí de ahí pero el obstruia la puerta. -Con su permiso- no se movía -Me puede dejar salir por favor- seguía sin moverse. Me tomo de las manos y saco unas esposas, me las coloco mientras yo temblaba de miedo. -Señor ¿Por qué está haciendo esto?- no respondió. Me volteó quedando de espaldas, agarro mi cabeza y la inclinó, acto seguido empezó a recorrer con su mano mi espalda hasta llegar a mi parte trasera. Y fue ahí cuando supe lo que trataba de hacer -Por favor señor no lo haga, déjeme ir, le prometo que no le diré a nadie-

-No te muevas- dijo. Tomo un trapo, me lo colocó en la boca y bajo mis pantalones y bóxer -Que rico culo tienes- me empezó a tocar, seguido de eso sacó su miembro erecto y lo hizo, me embistió de golpe que líquido rojo salió de mi parte trasera. Gritaba de dolor, lloraba, dentro de mi sabia que nadie podía oírme, solo eran gritos al vacío. Termino dentro, sentía como se mezclaba el líquido rojo con el transparente. -Que rico sexo ¿Lo disfrutaste?-se burló. -Yo se que si, siempre doy placer a todas mis perritas- me sacó el trapo de la boca. Vi que tenia un tatuaje en el brazo izquierdo de un lema que decía "Así e de ser, sabiendo lo malo". No era señor, era un joven como de 22 años o algo parecido por su físico y su piel.

-Pero yo no soy una perrita- solté llorando.

-Ahora lo eres, pero no volvería a tener algo contigo, solo porque me pagarán lo hice, aunque debo admitir que tienes un culo que me eriza-

-Se que sólo haces lo que te piden, y tal vez no tengas la culpa, no se quien eres, tal vez eres bueno y no te imaginas el dolor que me has causado en este momento pero yo te perdono, ve con esa persona que te pagará por arrebatarme mi virginidad de una manera horrible, humillarme y esposarme, que lo logró, que se sienta feliz mientras una persona que dañó sufre, que se sienta más que contento, ve y ten un buen día- dije sollozando. El solo me miró confundido, me quitó las esposas y se fue.

Me sentía mareado, me sentía solo, diferente, tenía miedo, todo esto es complicado. Me duele el pecho, los brazos, los pies. Dejé de recargarme en la mesa y caí al suelo. Nunca desearía que alguien pasará por lo que yo ahora siento. Es horrible como una persona desconocida no pueda pensar en el daño que causa. Me quedé quieto, con los ojos abiertos y en silencio. Subí lentamente mis pantalones. Escuche que alguien abría la puerta. Era Ben -¡Emer! Amigo que te sucedió-

-Ben, Ben, Ben Ben-

-¿Qué tienes?- observó mi mancha de sangre en la parte trasera de mi pantalón -Emer voy a llevarte al hospital, tranquilo amigo, ya estoy aquí- me abrazo, yo seguía en shok hasta que me dormí.

***
Desperté en el cuarto de un hospital, mi hermana aun lado de mi dormida, con los ojos hinchados, lloró. Aun me dolía, las escenas en mi cabeza regresaban tal cual.

Desperté a mi hermana -Emer, hermano te amo, perdoname por no cuidarte, yo debí cuidarte lo prometí cuando mama nos abandonó...- la interrumpí.

-Hermana tu me has cuidado y lo haces ahora, no tienes porque atormentarte. Te quiero-

Entro Donovan -Emer se que es muy pronto pero la policía quiere hablar contigo sobre... Sobre lo que paso-

-Que entren-

-Buenas tardes, compermiso. Quisiera hablar a solas con el muchacho ¿O prefieres alguien contigo?-

-Estaré con mi hermana-

-De acuerdo, ¿Qué fue lo que paso?-

-Me... Me... El encontrá de mi voluntad me tocó-

-¿Cómo era el atacante?-

-Llevaba un pantalón rojo, una camisa y no le vi la cara porque estaba cubierta-

-¿Algún distintivo o marca particular?-

Pensé en el tatuaje que tenia en su brazo izquierdo -No, no hay- aclare seguro. No se porque dije una mentira, yo sufrí pero de alguna manera lo había perdonado y solo hablaba con los policías para que mi hermana se quedará tranquila.

El universo de Emer SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora