Cuarta parte.

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~~~[*]~~~

— Aja...

— Y entonces me besó y fue tan lindo, te juro Carlitos...creo que me estoy enamorando...— no puede evitar sonreír.

— Aja...

Samantha mira a Carlos fulminándolo con la mirada— y entonces mi pony mágico me llevó a Narnia y corrimos juntos hasta el amanecer...

— Aja...— bosteza— eso es muuy interesante, Samantha...

— ¡Carlos! ni siquiera estás oyendo— lo fulmina con la mirada.

— Claro que sí, pero lo único que has dicho desde que llegaste es "aww conocí a un gran chico hoy" "¡aww es tan lindo!" "aww creo que me enamoré, él es tan dulce y gracioso y además es tierno y es..." –ve que entra Antonio a la habitación— amm...yo...sólo estaba...

— No hace falta que digas nada, hermanito –pone una mano sobre el hombro de Carlos— me alegra que te sientas así, me parecía extraño que tuvieras tan poco éxito con las chicas pero ya entiendo perfectamente la razón –sonríe.

— No soy Gay! –quita la mano de Antonio de su hombro.

— Aja y yo no soy gracioso...— sarcasmo— jajajaja ¡debiste ver tu expresión! Jaja, descuida tonto, se que sólo eres un feo chico normal.

—... ¿feo? –lo fulmina con la mirada
— Jajajaja ¡buena esa primito! — Samantha y Antonio chocan las manos.

Los fulmina con la mirada— a veces simplemente los odio –se va a su habitación.

— ¡También nosotros! –al mismo tiempo.

— Bueno, ¿qué es eso de un chico, primita? –Antonio se sienta junto a ella.

— No es nada...— sonríe— o bueno, al mismo tiempo es ¡todo! Me enamoré, ¿sabes? Y está vez tengo el presentimiento de que todo será diferente...

— Pues...espero que el afortunado chico de verdad lo merezca –sonríe.

— Claro que si...— suspira— deberías conocerlo, él es tan...él.

— Jajaja, que bien. Pero ahora ve a dormir, se hace tarde, enana.

— Claro, buenas noches.

— Buenas noches — Samantha se va a dormir— uff...chicas. Como sea, ojala Samantha al fin encuentre al indicado que la haga feliz, se lo merece.

~~~[*]~~~

Las clases transcurrieron lento para ella. Claro que no prestaba nada de atención a lo que decía el profesor. Se dedicaba a pensar en el atractivo chico del teatro. Su rostro...sus ojos...su sonrisa... ¿era posible enamorarse tan rápido de una persona sin apenas conocerle? Pues para ella sí. Jamás le había ocurrido algo como lo que le pasaba con Kendall, era...mágico. Al sonido del timbre de salida ella tomó sus cosas y corrió en dirección a "The dreams come true", había quedado en encontrarse con Kendall allí para ensayar más...pero realmente la razón por la que iba allí era más que eso, quería verlo...y él a ella también. Entró al lugar, no había ni luces ni sonidos...aparentemente no estaba. Miró la hora. Ya debería estar ahí, según le había dicho. Un horrible pensamiento invadió su mente... ¿Qué tal si no llegaba? Su rostro cambió de emocionado a serio... Subió al escenario y dejó su mochila botada por ahí. Se sentó, presa de sus pensamientos. Hasta que, de la nada se apagaron las luces. Samantha se asustó y se levantó. Pero antes de lograr hacer cualquier cosa, una voz como de presentador habló;

— Dama y...bueno, sólo dama... ¡le presentó a la mayor sensación de todos los tiempos! El talentoso...único...Kendall Schmidt!— las luces se encendieron y el joven entró por un lado del escenario, haciendo reverencias y sonidos como si hubiera un gran público presente.

El chico del teatro | kendall f. schmidt |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora