>Narrador<
Ahí se encontraba. Parada entre tantas chicas y chicos de la edad de ella, cumpliendo su sueño.
Varias miradas se posaban sobre ella al no saber por qué razón se encontraba en un concierto de esos, no era el estilo típico de gente así.
Faltaban 15 minutos para que empezara el concierto, empezó a prepararse y sacó su cámara para poder grabar, cosa que sabía que ella hubiera hecho si estuviera aquí.
Pasados los 15 minutos, los gritos llenaron el estadio y alzó la vista para ver a un chico moreno con una playera de México, moreno... Y rápido recordó las tantas cosas que le contaba sobre él y su amigo, así que ese debía ser Jack Gilinsky. El chico moreno empezó a hablar y decía cosas que ella no entendía, pero por lo que veía a su alrededor, todos gritaban Jack Johnson una y otra vez, y empezó a entender que el moreno quería que gritaran Jack Johnson para que saliera el mencionado.
Dos minutos después salió el chico rubio, rubio... El amor de su vida, esa persona de la que tanto recordaba hablar, mucho más que de el moreno, ese que tanto le cortaba la respiración, ese del que sabía que daría su vida por él, aunque él no la conociera. La que gritaba a todo pulmón cuando escuchaba una canción de él y su amigo el moreno, o cuando escuchaba tan siquiera su nombre. Así que hizo lo mismo que todos, gritar a más no poder, por ese chico rubio que sabía que amaba ella.
Empezaron a cantar después de hacer unas dinámicas sobre Team Johnson y Team Gilinsky. No conocía muy bien la canción, pero sabía que la había escuchado, siempre la ponía, junto a las demás. Pasó la segunda canción, la tercera, la cuarta y ahí se sorprendió, esa canción si sabía cuál era, era Doing it right, una de las favoritas de ella.
Una vez que terminó el concierto, los chicos desaparecieron tras una cortina que se encontraba a un lado del escenario y a su vez apareciendo un hombre alto y un poco gordo.
El hombre empezó a agradecer a todos y todas por haber venido y que esperaba que los Jack volvieran pronto y que las personas que tuvieran M&G pasaran de lado izquierdo e hicieran una fila.
Se formó detrás de una chica bajita de pelo castaño, no se veía de más de 14 años. La chica volteó a verla y se preguntó lo mismo que todos a su alrededor, el porque de su presencia en en concierto así. Ella volteó a ver a otro lado y esperó a que la fila avanzara.
Una hora después, según sus cálculos no tan buenos, la fila había avanzado hasta tal punto de que sólo faltaban cinco personas por pasar y seguiría ella.
Minutos después empezó a subir las grandes escaleras por las que había visto que todas las chicas y chicos habían desaparecido. Sabía que al final de ellas se encontrarían ellos, esos chicos que la hacían feliz con tan solo mencionar su nombre, y no hablemos del rubio que le daba un infarto a ella.
Estaba a solo unos pasos de llegar junto a ellos.
Subió los escalones que le faltaban y pudo verlos, sentados platicando con un hombre que supuso sería el manager. Al entrar al cuarto lleno de algunas luces, cámaras y personas que no conocía, los chicos notaron su presencia y voltearon a verla llevándose una sorpresa.
"Nos superamos" es lo que pensaron al verla llegar, no creyeron que alguien como ella fuera a ese tipo de conciertos.
Se acercó lentamente a ellos y ellos la recibieron con un gran abrazo y le dijeron algo que no entendió. Se sentaron para tomarles la foto pero ella los detuvo y señaló la gran bolsa que traía con ella. La abrió y empezó sacando dos bufandas tejidas por ella con unos escritos en ellas. Aún recordaba como había estado sentada, cantando y tejiendo al mismo tiempo.
Después sacó dos gorros, uno rojo con letras blancas que decían "Johnson" y el otro verde con letras blancas que decía "Gilinsky". Sacó dos cucharas y le entregó una a cada uno y ellos solo se quedaron con cara de "¿Para qué es esto?" seguido de eso sacó un toper que contenía la gran ensalada que ella siempre hacia en navidad, la mejor de todas.
El chico rubio tomó el toper y lo abrió con mucho cuidado. Al abrirlo completamente su cara fue muy graciosa, justo como para tomarle una foto, y eso es lo que hizo uno de los fotógrafos. Su cara fue muy épica, al abrir el toper su cara se transformó en la cara de un gato cuando ve comida, con una gran sonrisa y ojos grandes. Los dos metieron su cuchara en la ensalada y se metieron su primer bocado a la boca. Una delicia pensaron.
Antes de sacar el último regalo, le dió un pequeño sobre al rubio. Él se desconcertó por ello pero abrió el sobre y sacó una pequeña carta, en inglés por supuesto, empezó a leer y mientras más leía más se podían ver las lágrimas que se iban acumulando en sus ojos. La primera cayó, pero seguida de muchas más. Al terminar de leer le pasó la carta a Gilinsky y tuvo la misma reacción que él. No podían creer lo que estaban leyendo, era... No podían ni describirlo.
Los dos voltearon a verla y le sonrieron. En esa sonrisa había tantas palabras escondidas que ella comprendió. Se pararon y la abrazaron muy fuerte, le dijeron muchas veces la misma palabra mientras la abrazaban, pero ella no comprendía nada ya que lo decían en su idioma natal, el inglés. Se volteó, sacó de la bolsa la pequeña caja con el nombre "Johnson" sobre la tapa y se la entregó al rubio.
Él sonrió e iba a abrir la caja pero ella se lo impidió dando a entender que la abriera después. Él entendió y la puso a un lado.
Los chicos se volvieron a sentar para ahora si poder tomar la foto. Tomó aire y con todas sus fuerzas fue con ellos, debía ser fuerte, sonreír a la cámara como sabía que ella lo haría. Recordó la pose que ella quería y se las explicó a los chicos, o más bien los acomodó.
Ella tomada de las manos del rubio y mirándose a los ojos mientras Gilinsky estaba de espaldas a ella con cara de perrito y cruzado de brazos.
Tomaron la foto y se dieron un abrazo de despedida, no sabía cuando se volverían a ver, o si lo harían.
El rubio tomó su mano dejando un pedazo de papel en ella y se la cerró en un puño. Lo abriría después, igual que él después abriría la caja.
Tomó camino hacia la salida y volteó por última vez, había hecho lo correcto.
Una vez afuera abrió el pedazo de papel que el chico rubio le había dado. La letra era un poco fea, pero para ser de un chico no tanto, y lo que más le sorprendió es que estuviera en español, no vió cuando tradujo eso, pero agradecía sus palabras.
"Ella estaría orgullosa"
Y no tenía duda alguna sobre ello, sabía que Jane estaría orgullosa de ella. Su madre.
~Fin~
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Cartas a una celebridad || J.J.❤ Libro #1
FanfictionJane una chica como cualquier otra, con ídolos como todas y metas por lograr, decide empezar a hacerle cartas a su ídolo más grande. Sin embargo, no tiene destinatario alguno. Cuando Jane se marcha, esas cartas pasan a manos muy importantes y su vi...