Tenia la boleta de notas en mis manos, para cualquiera parecia pasadiso, algo momentaneo, esperan que sus padres lo regañen con palabras y los dejen un
dia sin internet o un viernes sin salir de casa.En cambio yo recibia algo peor.
Golpes.
La boleta mostraba en todos diez a excepcion de una materia, biologia.
-Oigan, Jimin saco un 9.7.- Un chico agarro mi boleta y se las enseño a todos, yo solo baje mi cabeza
-Park Jimin.- La directora entro al aula
-Soy yo.- Me levante de la silla
-Su padre lo espera en el estacionamiento, usted se puede retirar por hoy
-Gracias señora.- Agarre mi bolso y le arrebate la boleta de notas al chico, corri al estacionamiento, a el no le gusta esperar
-Entra al auto.- Dijo el señor en tono autoritario
Llegamos a mi antiguo "hogar" sabia lo que me hiba a pasar, y la verdad, tenia tanto miedo como para mojar mis pantalones.
-¡AL SUELO!.- Me arrodille y apoye mis manos en mis rodillas.
Y paso lo que tenia que pasar.
Mi espalda era golpeada sin piedad alguna.
-¿Pensabas que solo porque te fueras de casa yo te hiba a dejar en paz con tus notas?.- Yo sabia que no, queria contestarle, pero mis palabras no salian.
Estaba fuera del edificio, apenas podia caminar, llegue a una hora en la que nadie me podria ver en este estado, bueno eso crei.
-¿Has estado en problemas muchacho?
-Algo asi, usted no deberia salir tan noche de casa
-Y me lo dices a mi.- Me examino con la miraba.- Te puedo curar, si prometes no tocarme.
-Creo que sera algo dificil.- ¿Yo dije eso?, si lo habia dicho.
Ella se puso colorada, yo estaba empezando a estarlo tambien. El ascensor se detuvo en el piso 9.
-Ire a traer el botiquin
-¿No solo podemos entrar a tu casa?
-Nunca nadie a entrado a mi casa, y no quiero que seas el primero.
-Wow, eso dolio y no se porque.- Reimos juntos, su sonrisa expresaba sinceridad, era la primera vez que me fijata tan bien en una persona, quiza era porque nunca habia tenido una conversacion tan larga con alguien de diferente sexo
-Veamos ¿adonde te golpearon chico?
-La espalda.- Dije con sinceridad
-Y la parte izquierda de tu labio.- Lo selaño.- Quitate la camisa
-No eres una pervertida ¿verdad?.- Rei con cierto nerviosismo
-No, recuerda no puedo tocar a nadie
-¿Y como haras para curarme?
-Tengo mis metodos.- Dijo con orgullo.- Ahora la camisa.- Intente quitarla, pero imposible mi cuerpo dolia demasiado.
-No puedo
-¿Que tanto dinero tienes?
-Demasiado para tener 18 años
-Cortare tu camisa
Agarro una tijera y se paseo al rededor de mi, corto atras y quito mi camisa por adelante, no dolio casi nada. Comenzo a aplicar cremas con un isopo, dolia.
-¡Listo!
-Gracias, ¿oye como te llamas?.- Sonrio
-¿Crees que le diria mi nombre a un completo desconocido?
-¿Entonces porque me curastes?
-Porque tu estado es demasiado como para atacarme.- Era cierto.- Ah, no permitas nunca mas que esa persona te golpee, tienes muchas cicatrices en tu espalda ¿sabes?
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