Prologo

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-Esto no está bien-le dijo la chica mientras jadeaba.

-¿En serio vas a hablar?-le preguntó él con la voz más ronca de lo normal.

-No, solo quería decir eso-le respondió ella mirándole a los ojos.

Aquella situación era incomoda, y además los baños del instituto eran un asco.-Oh dios, Mike-soltó.

No pudo contenerse, se mordió el labio inferior para no gritar y enredo los dedos aún más fuerte en el pelo güero del chico.

El también gimió roncamente y luego bajó a la chica de sus caderas. Tiró el preservativo al WC y tiro de la cisterna mientras se subía los bóxers y los pantalones.

Ella se subió la ropa interior junto con las medias y se colocó la falda.

-Colócate la corbata-le dijo ella-está torcida.

-Gracias Lopez-le respondió Mike abriendo la puerta del baño y saliendo con su actitud de chuleria habitual.

-De nada, Madrigal-escupió las palabras mientras le fulminaba con la mirada y se paraba frente al espejo. Se arregló el pelo y se abrocho los botones de su camisa.

El guerito abandonó el baño sin decir una palabra, tal y como solía hacer. Ella todo los ojos y luego comenzó a pasar la barra de lápiz labial rosa sobre ellos. Sonrío frente al espejo, de echo dos chasquidos de colonia en su cuello y salió de allí como si no hubiera pasado nada. Como cada día desde hacía un par de meses.

El mejor amigo de mi hermano- Mike MadrigalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora