Las nuevas integrantes de Magcon (Sam Wilkinson, Cameron Dallas)

Cuatro rubios.

Me levante con toda la pereza del mundo, pues los chicos dijeron que si seguía levantándome tarde no me iban a dar permiso de almorzar.

Así como me desperté me levante y fui directo al elevador, donde me di cuenta que si andaba muy mal porque la niña que estaba dentro me vio y se puso a llorar, baia.

Cuando el ascensor se detuvo salí hacía el buffet y busque a los chicos con la mirada hasta encontrarlos.

-Buenos días.-salude a Carter con un beso en la mejilla, luego un rubio, después otro castaño, otro rubio, castaño, castaño, rubio, castaño, rubio, antes de saludar a Cameron frunci el ceño, me enderece y dije.-¿Por qué hay cuatro rubios?-

Todos vieron a los nuevos rubios.

-El Omaha Squad hizo una apuesta y ellos perdieron.-explico Cameron.

-¿Y por qué si era en parejas no estaban los Jack's juntos?-volví a preguntar.

-Porque lo que ellos decían estaba mal.-dijo Gilinsky.

-Disculpa.-Johnson aclaro su garganta.-¿Quiénes son los nuevos rubios?-pregunto con burla.

-Una cosa mas, ¿Por qué Sammy es mas rubio que Gilinsky?-reí.

-La estúpida de la estilista se equivoco.-bufo Sammy.

-Que tierno, pareces un pollito.-me acerqué  y lo abracé.

-Yo no soy tierno. Soy Sammy Sexy Wilkinson, no puedo ser tierno.-reí.

La fuerte mirada de Cameron me hizo separarme de Sam y fui hacía él.

-¿Te pasa algo?-

-Claro que no, mi ratoncita.-alce una ceja.-Es que es imposible no decirte así.-río.

-Teníamos un acuerdo... Camaroncito.-el se cruzo de brazos y fruncio él ceño.

-¿Cómo sabes que mi mamá me decía así de pequeño?-

-Digamos que... Eh estado hablando con Sierra.-

-¡Demonios!-murmuro.-Entonces yo tendré que hablar con tus hermanas para que me digan tus apodos.-

-Cuando encuentres a mis hermanas les avisas que todo ha sido un error y la cigüeña trajo a 5 chicos, en lugar de 5 chicas.-

-Me caes mal.-

Iba a contestarle pero sentí un dolor en la espalda, seguido de un cosquilleo, eso sólo significa una cosa.

Oh, oh.

Rápidamente me levante y me fui a mi habitación.

(...)

Mis predicciones habían sido ciertas, así que necesitaba toallitas.

-¿Y Lox?-les pregunté a los chicos.

-Salio con Jacob.-respondió Nash.

-Genial.-suspire frustrada.

-¿Pasa algo, bæ?-pregunto Shawn.

Owns, me lo como.

Shawn era igual de kbron que todos, pero cuando pasaba algo era igual de responsable que mi mama.

-Si lo que pasa es que necesito unas kdvvdkdjd.-

-¿Unas qué?-pregunto Matt.

-Unas tisbdbdhj.-

Todos los chicos se voltearon a ver y se encogieron de hombros.

-Solo quiero que alguien me lleve al súper y aguarde en el auto por 10 minutos.-

-Yo voy.-dijeron Sammy y Cameron a la vez.

-No, tú no.-apunte a Cameron.-Te caigo mal.-me hice la ofendida.

-Owns, bebeeee.-corrió a abrazarme.-Era una bromita, yo te amo.-

- ¿Mucho?-correspondí su abrazo y el asintió.-Entonces vamos.-

Sammy, Cam y yo salimos del hotel y tomamos el auto de Bart.

-¿Seguros que no se enojara?-pregunté con miedo.

Ambos se voltearon a ver y dijeron:-Seee.-

Abroche mi cinturón y Cam arrancó hacía el súper.

Una vez que llegamos Sammy preguntó.

-¿Por qué tenemos que esperar en el auto?-

-Porque yo se los digo, vuelvo pronto.-desabroche mi cinturón y corrí hacia adentro.

Cuando llegue al área de higiene tome las toallitas y corrí a la caja.

-¿Cuánto es?-pregunté.

-Si me regalas una sonrisa y tú número son gratis.-

El chico no estaba nada mal y aun así dije.

-Me falta un diente y se me perdió mi celular, ¿Podrías decirme el precio?-

-Pero tienes el celular en las manos.-en un acto desesperado metí mi teléfono en donde se supone deberían estar mis tetas, pero no hay, no existen.

-¿Lo ves? Nada.-

-¿Entonces tu número fijo?-

-Perdí mi casa, ¿Puedes decirme cuánto es?-

El chico que estaba como empacador (que tampoco estaba nada mal) se rió de la cara del sujeto y dijo.

-Son 3.99.-le sonreí agradecida y le di el dinero.

-¿Podrías darme una bolsa mas oscura? Ya sabes.-señale el paquete.

-Claro.-

Cuando puso las toallitas en la bolsa, corrí de nuevo al auto.

-Listo.-me subí en el asiento trasero.

-¿Qué compraste? Ah ver-Sam intento agarrar la bolsa pero la quite de su alcance antes.

-A ver al cine, metiche.-Cam se rió y arranco el auto.

Al llegar corrí a la entrada de el hotel para ver si no andaba manchada pero un Bart molesto me lo impidió.

-¿Se puede saber quién les dio permiso de tomar mi auto?-se cruzo de brazos.

-Dijeron que no se enojaría.-los mire mal.

-¡Aaah! Así que fue idea de Sam y Cameron. Muy bien, tendrán que limpiar el autobús café una semana.-

Los tres bufamos y nos fuimos de ahí.

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