El comienzo (Youtubers)

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Era un día como todos los demás y Rubén se levantaba con resaca después de una noche de sexo y alcohol. Miró a la parte derecha de su cama y vio la espalda de una chica desnuda. Una pelirroja de piel pálida y unas bonitas piernas largas, justo como a él le gustaban. Se levantó con pesadez y buscó algo para ponerse, una camiseta y unos calzoncillos azules. Se dirigió a la cocina y preparó unos huevos con beicon. Entonces escuchó una voz a su espalda, era la chica.

-Rubén. Buenos días, ¿Cómo has dormido, amor?

Notó como alguien le envolvía por detrás con sus brazos delgados y cortos y los apartó de inmediato.

-Fuera de mi casa.-Impuso él sin girarse.-Fuera, he dicho.

Notó los brazos retirarse de su cintura y oyó la puerta cerrarse. Nunca quería una chica fija, no le iban esos rollos. Desayunó y se dirigió a su habitación, ya que le apetecía jugar a Skyrim. Ya que estaba, grabó un poco y lo subió a su nuevo canal de YouTube, ElRubiusOMG, porque su antiguo canal se lo habían cerrado. Entonces recibió una llamada de su madre mientras editaba el vídeo.

-Hola mamá.

-Hola, hijo, ¿Cómo estás?

-Bueno, un poco mareado, nada más.

-Vale. Te llamaba para hacerte una propuesta.

-¿Qué propuesta?

-Bueno, en realidad no es una propuesta, es una orden. Te he apuntado a un grupo, donde hay más chicos con problemas, donde hablaréis todos con una profesional, a ver si así dejas lo de las drogas, ya que como no querías que te mandase a una desintoxicación...

-Pero mamá, no me van a entender, además es una gilipollez tremenda, ya lo llevo mejor, no necesito ayuda.

-Si que la necesitas. El lunes a las cinco empiezas. Ahora no puedo seguir hablando. Cuídate por favor.

La madre colgó y dejó a Rubén frustrado y enfadado. Cogió una bolsita con unas hierbas y las metió en un papel, que posteriormente dobló para fumárselo. Tras relajarse un poco, cogió el teléfono de nuevo y marcó el número de su mejor y único amigo, en busca de apoyo.

En una discoteca cualquiera de Madrid...

Miguel abrió los ojos y se encontró en el suelo de una discoteca. Hizo memoria y recordó la fiesta de anoche. Se intentó levantar, pero sólo consiguió unas nauseas terribles, por lo que se quedó mirando al techo, esperando a que se le pasase un poco la resaca. Unos minutos después se consiguió levantar y salió del edificio lo más rápido que le permitía su mareo y su masa muscular. Entonces le sonó el teléfono, que al mirar la pantalla descubrió que era su amigo Rubén.

-Sí, ¿Qué pasa?

-Tío Mangel, ¿dónde coño estás?

-Acabo de salir de la discoteca de anoche, tranquilo, ahora voy a casa.

Colgó el teléfono y suspiró mientras seguía andando. Rubén, desde luego, no era un compañero fácil de piso, pero al fin y al cabo era su mejor amigo y le quería. Llegó al pequeño piso que compartían y se encontró a Rubén fumándose un porro. Arrugó la nariz al instante. No le gustaba el olor que desprendía y tampoco le agradaba lo que Rubén estaba haciendo.