Errores

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Descripción: Makoto decide tener su primera experiencia en la cama de una manera poco convencional.

Pareja: SouMako

Advertencia: con lemon (quería hacer una historia donde sólo hubiera lemon, y terminé haciendo una historia de amor xD )

Makoto condujo hasta la dirección que Nagisa le había dado. Se detuvo algo lejos pues los nervios estaban matándolo y no estaba seguro de querer hacer las cosas de ese modo.

Apretó el volante y respiró hondo. No tenía que hacerlo, había sido sólo una sugerencia de su amigo y bien podía seguir esperando.

Adelantó un poco el auto para poder ver, y entonces su corazón empezó a latir fuerte. Paró el auto de nuevo.

Ya está, se había arrepentido. Sólo tenía que dar la vuelta y volver por donde vino.

Unos toques en la ventanilla le sacaron de su trance. Bajó dudoso el vidrio y se encontró con una singular sonrisa.

-¿Te perdiste muñeco? -los labios de Makoto temblaron sin poder responder, y el pelirrojo que le sonreía coquetamente rió- Ah... Vienes por un servicio. ¿Primera vez?- Makoto asintió.- Bien... Pues... Déjame verte. Mmm... Das, ¿verdad?

-¿Pe- perdón?

-Si das o recibes... -Makoto enrojeció al oírlo.

-Recibo...-habló con timidez, escondiendo un poco su cara.

El pelirrojo quedó atónito. El chico del auto no sólo era guapo, sino que se veía aún con su traje de oficinista que era bastante alto y tenía el cuerpo bien tonificado, así que escuchar que era pasivo le tomó por sorpresa.

-Am... Bien, deja buscar algo de tu talla. -el pelirrojo volvió a sonreír y se fue ya sabiendo a quien buscaría.

Makoto se volvió a arrepentir. No es que estuviera tan desesperado, pero tenía sus necesidades y ningún amante. Observó al pelirrojo hablando con un sujeto pelinegro que se apoyaba en una pared. Parecían estar discutiendo, hasta que finalmente se despidieron con un golpe de puño y el pelinegro se acercó a la ventanilla del conductor.

-Mira, yo suelo atender mujeres, pero si pagas bien te atenderé bien... -El castaño asintió sin dejar salir ni una palabra. Quitó el seguro y el pelinegro se subió a su auto. -¿Quieres quedarte aquí? Hay habitaciones dentro.

-La...la verdad prefiero ir a otro lado.

El pelinegro miró al conductor y se dio cuenta al instante que nunca había hecho algo como esto.

-Dobla a la izquierda y baja unas 8 cuadras. Hay un buen lugar allí.

El castaño obedeció y llegaron hasta un escondido motel. El pelinegro hizo el pedido del cuarto, y al entrar quedó mirando a su cliente.

-¿Nunca pagaste por sexo?- los ojos verdes del chico se fijaron en él con mucha preocupación.

-E-en realidad nunca tuve...

Parecía una broma. El tipo era en serio atractivo ¿y tenía problemas para conseguir un polvo? Para no creer...

-Bueno, Iremos despacio entonces. -apagó las luces del cuarto- Acuéstate. Puedes sacarte la ropa que creas que te molestará.

El castaño obedeció y sentado en la cama se desabotonó la camisa. Los dedos le temblaban levemente.

El otro se sacó pronto su camisa, se desprendió el pantalón y bajó la ropa interior. Notó cuando el castaño al observarlo desvió la vista avergonzado.

One shots de Free!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora