La Viajera

Cuando todo desaparece

Me desperté con la ligera sospecha de que algo pasaba ya que no se escuchaba el sonido que hacia mi mamá al barrer el desgastado piso de nuestra sala de estar,ni a mi papa tarareando sus alegres canciones mientras prepara el desayuno,ni mucho menos el sonido que mi hermana causaba al jugar con sus muchas y variadas muñecas.

Eso me sobresalto ya que eso no era normal todos tenían su lugar aquí haciendo algo para ayudar con el mantenimiento de la familia o simplemente para distraerse mi mamá limpiar algo en lo que era realmente buena,mi papa cocinar,un talento que según decían tenía desde pequeño y mi hermana jugar y fingir que no se esta muriendo.

Y era extraño que siendo tan tarde no se escuchara el común bullicio de mi familia al despertar.

Me levante sólo para averiguar que pasaba ya que sólo se escuchaba la voz del viento susurrando entre los espacios que había entre las paredes y los marcos de las ventanas.

Llegue a la sala de estar y lo primero que vi era la falta de personas que la habitaran,había una gran capa de polvo cubriendo los muebles que mi madre limpiaba cada día.

Corrí hasta la cocina y me di cuenta de que la bella mesa que mi madre había elegido,la sofisticada nevera y los fieles sartenes de mi padre no estaban.

Corrí escaleras arriba aun con el ligero toque de esperanza que ni yo misma sabía de donde estaba naciendo, llegue a la habitación de mi hermana esperando encontrarla derrotada en su cama como lo ha estado haciendo desde su quinto cumpleaños y no estaba ni siquiera su cama ni su caballete de pintura ni su inseparable equipo de dibujo lo único que había en el centro de su habitación era una muñeca de trapo pero no sólo cualquier muñeca su muñeca favorita la muñeca que yo le había regalado cuando pensé que la perdería esa misma noche esa muñeca que hise con mis propias manos haciéndolas sangrar ya que era la primera vez que cocía sola,siempre lo hacia con mi madre pero esta vez era tanta la urgencia de darle algo a esa pequeña que había estado cuidando gran parte de mi vida,que no me importó que mis manos sangrarán era tan grande mi deseo de darle algo antes de que se fuera que lo intente hacer lo más hermoso que podía hacer con mis manos de una niña de 8 años.

cuando se la di supe que todo había válido la pena,el dolor de mis manos se desvaneció al ver sus pequeños ojitos brillar por las lágrimas murmurando con las pocas fuerzas que le quedaban un "gracias" seguido de un "es tan hermosa como tu"...

No tuve el valor suficiente de irme de su lado a pesar de los ruegos de mi madre me imaginaba que si me iba ya no la volvería a ver jamás,pues los doctores ni siquiera sabían que era lo que tenia.

Al ver la muñeca hay tirada supe que algo malo había pasado que me había quedado sola y que no volvería a oír la voz de mis padres intentar alegrarnos los momentos de dificultad ni la hermosa risa de mi hermana cuando jugaba con su conejito.

Estaba sola ...
Y con esos pensamientos no me quedó más remedio que tirarme al piso a llorar con la muñeca firmemente apretada entre mis brazos...