2016
Christian simplemente estaba loco ¿Cómo se le ocurre invitarme a este tipo de eventos? Claro, eso si a una carrera clandestina de autos a las tantas de la madrugada se le puede llamar un "evento". Él ya estaba listo para correr con un coche que ni siquiera era suyo, a decir verdad por mi cuenta nunca vendría a este tipo de cosas pero Christian es mi amigo e insistió tanto que no vi por qué decir que no.
Todo listo, una chica parada en el medio de los dos coches, una posición no muy segura y que yo no tomaría en mi opinión, pero allí estaba la chiquilla frente a los faros de los carros que ya estaban preparados y con el motor rugiendo.
Banderas abajo, los aceleradores son pisados con la fuerza que las piernas de sus conductores les permiten, se nota por la tracción tan grande que de un momento a otro tuvieron que adquirir las ruedas para poder avanzar rápidamente lo antes posible dejando una marca claramente visible en el pavimento. La gente presente gritando de manera eufórica por la salida de ambos coches.
Sólo es una vuelta, esto terminará rápido.
Alrededor de cinco minutos de espera se logran percibir luces que se acercan a toda velocidad hacia donde se encuentran varias personas incluyéndome, en uno de esos autos que andan compitiendo entre sí por ver quien llega primero al lugar del que partieron hace escasos minutos atrás. El primero en llegar es un Audi negro, el carro en el que andaba Christian.
Genial ahora una celebración de su victoria y a casa a ver vídeos en YouTube porque a la hora que voy a llegar no vale ni la pena dormir si voy a pararme tan temprano.
Extrañamente Christian al bajar del carro no mostró una expresión de felicidad, cosa que yo no entendía porque sé que le hacía ilusión ganar, de hecho se le veía preocupado.
Salió casi corriendo en mi dirección y mi cara pasó de mostrar una sonrisa como gesto de felicitación a tener una mueca entre preocupada y desconcierto.
Me agarró del brazo fuertemente y me jaloneó de manera agresiva arrastrándome fuera del campo de visión de los presentes que esperaban a la llegada del otro competidor.
¿Qué coño te pasa Christian? Has ganado, deberías estar contento. ¿Por qué mierda te comportas así? –Le dije molesta por su comportamiento y por su manera de sacarme de allí que ya llegaba a ser doloroso –Suéltame ya, maldito bestia me haces daño. –Me liberó de su agarre y frenó para encararme.
Hailey, escucha y escúchame bien, porque requiero de toda tu atención para esto. –Habló mirándome fijamente a los ojos, haciendo que me sintiera nerviosa –Mientras estaba en la carrera una patrulla nos vio, obviamente no paramos por eso y comenzó una persecución de la cual yo creo haber escapado pero dudo que estén muy lejos así que tenemos que salir de aquí rápido. –Terminó por decir. Yo había absorbido cada una de sus palabras y entendía claramente el porqué de su comportamiento, quería protegerme, solo a mí... pero ¿Y las demás personas?
Christian no esperó a una respuesta de mi parte así que se dio media vuelta y empezó a caminar –Espera ¿Por qué no le avisaste a toda esa gente que la policía venía?
Ya había recorrido pocos metros lejos de mí, aun así volteó para poder hablarme –Si todas esas personas lo supiesen estarían corriendo de aquí para allá y nosotros no sabríamos a donde ir que ya no hubiesen ido, ahora mismo podemos pensar un poco en frio e ir a donde mejor nos podamos ocultar. –Mierda si, tenía razón, todo esto sería un caos y lo será cuando oigan las sirenas de los coches policiales, pero en este preciso momento no, y podemos huir con calma.
Vale, igual me parece injusto dejarlos allí sin saber que va a pasar.
El suspiró con pesadez, lo conocía bien y se estaba cansando de que pusiese tantas pegas al asunto –Ellos decidieron venir, sabían que esto podía pasar.
Nosotros también. –Respondí aun sabiendo que se agotaría su paciencia dentro de poco como siguiese así. Christian detrás de su cara de niño lindo era un cascarrabias de los que ya no quedan.
Me miro con cara de no creerse que siguiera hablando de eso, pensé que iba a empezar a decirme que ya dejara de romperle las pelotas pero no, respondió algo en lo que llevaba la razón y no podía contrariarle –Sí, pero aquí aplica la supervivencia del más apto.
No dije más nada y solamente seguí en silencio a Christian negándome a mí misma mirar hacia atrás para no sentir culpa, pero era tarde, la culpa ya la sentía desde el momento en el que salí de mi casa aun con mi madre en desacuerdo por salir en mitad de la noche con un chico que a ella poco le agradaba.
Christian me guio cinco calles más allá del lugar en que estábamos, allí había un lugar pequeño en el que escondernos los dos.
Permanecimos allí poco más de una hora, la mayoría del tiempo en silencio y de a ratos algún intercambio de palabras intentando hacer el menor ruido posible por si algún oficial andaba rondando.
Las sirenas de los carros de policía habían empezado a sonar pasados escasos diez minutos de haber encontrado nuestro escondite; sin embargo, hacía ya cosa de veinte minutos que no escuchábamos nada. Decidimos salir del pequeño lugar con forma de tubo para ir a nuestras casas.
Una luz como de una linterna nos hizo una sombra que podíamos ver dibujada en el pavimento, voltee a ver y si, era una linterna, una linterna en manos de un policía que parecía estar buscando algo y a juzgar por su cara lo había encontrado.
Alto ahí, las manos donde pueda verlas –Habló imperativamente el oficial.
Estamos atrapados, estoy atrapada.

ESTÁS LEYENDO
Nightmare
FanfictionHistoria corta de una pesadilla. Escrita y pensada «soñada» en diciembre de 2015.