Inicio de la tormenta

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Al llegar a clase me di cuenta que mis compañeros del año pasado seguían en el mismo salón, con excepción de Vanessa. Me pregunto por qué la abran cambiado y a quien pondrán en su lugar.
- ¡Daniela! No te vi todo el verano.- dijo Fernando mientras me abrazaba.
- Hola, lo sé pero estuve fuera. Te extrañe.- dije mientras nos acomodábamos en nuestras bancas.
Fernando es uno de mis mejores amigos y es una de las personas más sociales que conozco, de verdad que conoce a todos y todo el mundo lo aprecia por qué es muy carismático.
-Oigan, ¿se dieron cuenta que Vanessa es la única que no está? Liz me acaba de decir que la cambiaron de salón.- dice Mariana mientras se acomoda en una banca cerca de mí y de Fernando.
- Yo sí me fije, pero me pregunto a quien pondrán en su lugar- dice Fernando.
- Silencio jóvenes, ya se que están muy emocionados por el inicio de clases pero necesito silencio.- dice el profesor mientras cierra la puerta del salón y se sienta en su escritorio.
- Odio historia. Me voy a quedar dormida toda las clases.- murmura Mariana.
No pasaron ni siquiera 30 minutos desde que inició la clase y mariana ya estaba muerta sobre su escritorio.
*trato de abrir uno de sus ojos con cuidado*
- ¡Carajo! Déjame dormir Daniela.
- Está bien.- dije mientras me reía por verla toda despeinada y dormida en su banca.
* Se escuchan golpes en la puerta*
- No puede ser.- dice el maestro mientras abre la puerta.
- Perdón, de verdad que había mucho tráfico. Por favor déjeme entrar a su clase, no puedo tener falta el primer día.
Reconozco esa voz pero no alcanzo a ver quien es.
- Pobre idiota, de seguro no lo va dejar entrar.- dice Fernando
- ¿Puedes ver quien es?
- No, la puerta no me deja ver.
- Exactamente, por que es el primer día no debería de estar llegando tarde. Solo esta vez se lo voy a permitir pero no más.- dice el maestro mientras abre la puerta
¡No puede ser! Es Diego. Si hay una persona que no soporto es él.
- No puedo creerlo.- murmure mientras me recostaba en la banca igual que Mariana para que no me reconociera.
- ¿Diego? .-pregunto Fernando entusiasmado
- Hola, no sabía qué estabas en este salón.- dijo Diego mientras lo saludaba
- Si, desde al año pasado.- dijo Fernando
- ¿De verdad? Pues qué bueno que estés aquí. En serio que no conozco a nadie.- dijo Diego mientras miraba al rededor del salón.
- Pues aquí están Mariana y Daniela. Con ellas me junto siempre. Las conoces ¿no?.- dijo Fernando
- ¿Daniela y Mariana están aquí?.- pregunto Diego
Genial, ahora lo voy a tener que saludar.- pensé
- Sí, aquí están.- dijo Fernando entre risas mientras nos señalaba a las dos, con las cabezas recostadas en las bancas.
*levanto la cabeza lentamente*
- Diego ¿Qué onda? ¿Como haz estado?.- pregunto de la manera más educada que puedo porque de verdad que a este tipo no lo soporto.
- ¡Qué onda Dani! Hace mucho que no te veía.- dijo emocionado
Maldito idiota, vamos en la misma escuela solo que estábamos en salones diferentes ¿como que hace mucho que no me ve?.- pensé
- Sí.- respondí cortante
- Y Mariana que sigue dormida, pero no me atrevo a levantarla. Ya la saludarás cuando termine la clase y se levante.- dijo Fernando
- Silenció o los tendré que sacar del salón.- dijo el profesor
El resto de la clase me la pase ignorando a  Diego, cualquier cosa que preguntaba, anécdota qué contara o chiste, yo lo ignoraba en cambio Fernando se la pasó riendo y hablando con él. ¡Carajo! Que momento tan incomodo y pensar que va ser así todo el año. Yo de verdad que trato de no ser mala onda, trato de disimular que me desagrada pero no lo puedo evitar.
- Eso es todo, recuerden comprar el libro que les anote por que a partir de mañana lo vamos a estar utilizando.- dijo el maestro
- Mariana ya levántate ahora tenemos que ir a física.
- Este día no podría ser peor.-dijo Mariana mientras se levantaba después de a ver dormido durante toda la clase.
-Enserio ¿quien tiene física a estas horas de la mañana? Voy a terminar reprobando todas las materias.- dijo Mariana
-¡Mariana!.-dijo Diego entusiasmado
-¿Diego?.- dijo mariana confundida
- Sí. Extraño ¿verdad? Me intercambiaron de salón por este año.
- Vaya, esto sí que no lo veía venir.- dijo mientras me volteaba a ver.
Mariana sabe que no me cae bien Diego. Que no soporto su presencia.
- Tampoco yo, pero va estar bien ¿no? Como en los viejos tiempos.

¿Como en los viejos tiempos? Esas palabras retumbaron en mi cabeza. No lo podía creer, pero es cierto, como en los viejos tiempos. Otra puta vez juntos.

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