Capítulo 1: Uno, dos, tres... ¡El mundo al revés!

989 87 72
                                    

✴✴✴✴✴ NARRA TN ✴✴✴✴✴
TN: ¡¡¡YO SERÉ VUESTRO ÁNGEL DE LA GUARDA!!! ¡¡¡DESEO QUE SEÁIS HUMANOS!!!
Il Volo: ¡¡¡NOOOOO!!!
Pero, inevitablemente, acabaron desapareciendo. Apreté los puños y me llevé las manos a la cara para volver a llorar de nuevo. Y, en ese momento, sentí el tacto de mi rostro muy raro... Como si estuviese marcado. Busqué rápidamente algún espejo que pudiese haber en la habitación con la mirada, y lo encontré. No pude reprimir un grito de espanto:
TN: ¡¡¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!!
De pronto, Kémuel entró corriendo como una flecha y se agachó a mi lado, arrebatándome el espejo:
Kémuel: ¿QUÉ TIENES? ¿QUÉ TE PASÓ? ¿Y QUÉ HACES CON ESTO?
Lo agarré por la bata y lo acerqué a :
TN: ¿¡QUÉ LE HA PASADO A MI CARA!? ¡¡¡SOY UN MONSTRUO, POR ESO PIERO NO QUERÍA QUE LO VIERA!!!
Empecé a llorar, pero Kémuel trató de tranquilizarme:
Kémuel: ¡NO! No, no eres un monstruo para nada, te lo aseguro... Además, teníamos pensado reconstruirte el rostro con una cirugía, no tendrás por qué preocuparte, ¿está bien?
Me secó las lágrimas y me alzó la barbilla:
Kémuel: Créeme que tampoco nos llevará mucho tiempo ni trabajo, aunque tú pienses que estás muy mal, no es para tanto. Ahora voy a realizarte unas pruebas, ¿vale? Si todo sale bien, podremos darte el alta quizá la próxima semana.
Asentí:
TN: Como quieras...
✴✴✴✴✴ NARRA IGNAZIO ✴✴✴✴✴
Il Volo: ¡¡¡NOOOOO!!!
Mierda. Ya nos habíamos teletransportado al cielo otra vez... Pero ahora no sabíamos si nos íbamos a quedar aquí per sempre, y todo por culpa de...:
Ignazio: ¡¡¡PIERO, MALDITO IMBÉCIL!!!
Comencé a pegarle como si me fuese la vida en ello, y Gianluca se me unió:
Piero: ¡¡¡AAAAUUUUUCH, PERO SI YO SE LO DIJE PORQUE ELLA ME LO PREGUNTÓ!!! ¡¡¡GIAN, JODER!!! ¿¡TÚ TAMBIÉN!?
Gianluca: ¡¡¡OBVIAMENTE, GILIPOLLAS, MIRA LO QUE HAS HECHO!!! ¿¡ACASO NO TE HAS DADO CUENTA DE QUE NUESTRA TN ES MUY TESTARUDA!? ¿¡QUÉ COJONES TE HIZO PENSAR QUE ELLA NO SE TOMARÍA ESTO ASÍ TAN A LA LIGERA!? ¡¡¡NO SABE EN EL LÍO EN EL QUE SE HA METIDO, Y AÚN ENCIMA, NOSOTROS TAMBIÉN ESTAMOS INVOLUCRADOS!!!
Ignazio: ¡ERES UN IDIOTA!
Gianluca: ¡Y UN INÚTIL!
Piero: ¡¡¡AAAAAHHHH, CHICOS, MIRAD DÓNDE ESTAMOS Y NO VOLVÁIS A TOCARME!!!
Decidimos hacerle caso y los dos lo soltamos para elevar las cabezas. Nuestras bocas se abrieron de tal manera que poco les faltó para tocar el suelo:
Gianluca: Oh...
Ignazio: Dios...
Piero: Mío.
Y es que estábamos ni más ni menos que en la mansión de los Barone, pero eso no era lo único... Le teníamos que añadir que, allí, justo delante de nuestras narices... Se encontraban nuestras familias. Nos quedamos petrificados, sin poder movernos del sitio. Gaetano fue el que rompió el hielo:
Gaetano: ¿Se puede saber qué demonios habéis hecho?
Al ver que ninguno de los tres le respondió, se acercó a Piero y lo agarró por una oreja:
Gaetano: ¡¡¡TÚ, IRRESPONSABLE, QUE DEBERÍAS SER EL MÁS SENSATO TENIENDO EN CUENTA DE DÓNDE VIENES, Y RESULTA QUE TE LA PASAS DEJANDO MAL A TU FAMILIA CON TUS ESTUPIDECES DE NIÑO PEQUEÑO Y ARRASTRANDO EL APELLIDO BARONE POR LOS SUELOS!!!
Piero: Auch, auch, auch, papá, mi oreja... Me la vas a triturar...
Gaetano: ¡¡¡PUES MEJOR, ASÍ PUEDO ECHARTE LA BRONCA POR ÚLTIMA VEZ ANTES DE QUE TE LARGUES A LA TIERRA CON TU RAGAZZA!!!
En ese momento, mis ojos se expandieron ante lo que nuestro gobernador había dicho... Y tuve que intervenir:
Ignazio: Disculpe, Gaetano... ¿Quiere decir con eso que usted... Nos dejaría volver?
Él asintió y soltó por fin a su hijo:
Gaetano: Así es... Si vosotros queréis, además, lo que más cuenta es que lograsteis despertar a la chica esa de su mundo paralelo, así que... Creo que lo mínimo que puedo hacer es dejaros decidir. Eso sí, mi hijo no tendría por qué haberle dicho nada, pero como ya lo ha hecho... No me queda más remedio que daros la opción de elegir.
Yo miré a los chicos y ellos me miraron a :
Gianluca: ¿Y bien? ¿Qué hacemos?
Me encogí de hombros:
Ignazio: No lo sé.
Piero chasqueó los dedos y exclamó:
Piero: ¡Tengo una idea! Nosotros sabemos lo que nos va a pasar si accedemos a su deseo, y si al menos un familiar de cada uno quiere acompañarnos y estáis dispuestos a pasar por esto, entonces está bien para mí. ¿Y si... Vamos todos a visitarla y se lo explicamos mejor? Quizá así ya no quiera ser nuestro ángel.
Tengo que admitir que esa idea me pareció demasiado inteligente viniendo de Piero, y así se lo dije:
Ignazio: No me puedo creer que tu cerebro haya sido capaz de procesar todo eso.
Él se rió y me abrazó:
Piero: Yo también ti voglio bene, Igna.
Gianluca: También pienso que es una buena idea, así que, para mí, también está bien.
Piero: Bueno, supongo que ahora... Deberíamos decírselo a TN.
✴✴✴✴✴ NARRA TN ✴✴✴✴✴
Kémuel: Bien, mira con los ojos muy abiertos a la luz, per favore, y síguela con la mirada en todo momento.
Hice lo que Kémuel me ordenó hasta que apagó la pequeña linterna:
Kémuel: No veo que tengas algún problema de visión. Por lo que estoy observando, no parece que los golpes te hayan dañado nada demasiado grave, ya que las heridas y fracturas que tienes se curarán con un poco de fisioterapia y tiempo de reposo. Discúlpame un segundo, voy a por un informe, ya regreso.
TN: Vale.
Se marchó y pestañeé varias veces para que mis ojos se volvieran a adaptar, ya que los notaba un poco irritados por tanta iluminación. De repente, otra iluminación todavía más inmensa me cegó y un total de 12 figuras aparecieron ante . Yo solo reconocí a cuatro: Francesco, Piero, Ignazio y Gianluca:
TN: ¡Chicos, mi deseo ha sido escuchado! Decidme que volveis para quedaros... Per favore.
Ellos sonrieron y se acercaron, pero un hombre con gafas me habló:
Gaetano: Escucha, TN... Primero, debemos presentarnos. Yo soy Gaetano, y ella es mi esposa Eleonora, somos los padres de Piero y Francesco. Ellos son Leonora, Ercole y Ernesto, los padres y el hermano de Gianluca, y por último, Caterina, Vito y Antonina, los padres y la hermana de Ignazio. Supongo que te preguntarás qué hacemos todos aquí...
Yo me fijé y, con cuidado, asentí:
TN: Bueno... Pues un gusto conocerles. ¿Ha pasado algo... Fuera de lo normal?
Gaetano: Pues sí, la verdad. Lo que deseaste. Pediste ser el ángel de la guarda de estos muchachos, pero... ¿Sabes qué requisitos son necesarios para hacerlo realidad?
Negué:
TN: No tengo ni idea, Don Gaetano.
Gaetano: Oh, no tienes por qué llamarme "Don Gaetano", me suena a persona mayor.
Piero: Papá... Tampoco es que tengas 18 años como ella.
Gaetano: ¡¡¡SILENCIO, MOCOSO!!!
Solté una risita hasta que noté que me miraba mal:
Gaetano: TN, tú hazme caso a mí... Que mi hijo no es más retardado porque no nació del revés.
Eleonora: ¡Gaetano!
Gaetano: Por Dios, no he dicho ninguna mentira, ¿o sí?
La mamá de Piero se quedó callada y miró al suelo:
Gaetano: Como te decía... Se precisan una serie de requisitos: Los chicos deben estar acompañados al menos por un miembro de su familia para poder quedarse, pero... No te recordarán ni a ti, ni al resto de familiares que nos quedemos en el cielo, ni tampoco que eran ángeles. Y tú solo eres una persona, tendrás que hacerte cargo de los tres... Pero acuérdate que ellos no serán los mismos. Tendrás el objetivo de, poco a poco, hacer que terminen recordándolo todo. Si lo logras, ellos podrán volver a ser ángeles con el derecho de pisar la Tierra, como si nada hubiera pasado. ¿Sigues queriendo ser un ángel?
Me lo pensé mejor: Yo quería, pero si los chicos iban a olvidarse de sus familias... La cosa cambiaba. Debía tener la certeza de que, si aceptaba, ellos también querían:
TN: Yo sí que quiero, pero solo si ellos están dispuestos.
Los miré y les sonreí:
Piero: Yo sí que quiero. Confío en que ella nos devolverá la memoria y, con ello, el derecho de pisar la Tierra.
Gianluca: Y yo. A mí me apetece.
Ignazio: Vale, yo me apunto.
Gaetano suspiró y preguntó:
Gaetano: Vale. ¿Quiénes os acompañarán?
Francis levantó la mano:
Francesco: Yo acompaño a Piero.
El hermano de Gian dio un paso al frente:
Ernesto: Yo a Gian.
Gianluca se rió:
Gianluca: Sí, tú aprovecha que no voy a recordar que nos traicionaste...
Ercole: ¡YA ESTÁ, GIANLUCA!
Gianluca: Perdona...
Antonina: ¡Y yo me voy con mi Igna!
Ignazio: ¡Ay, ti voglio, Nina!
Se abrazaron mientras se reían:
Gaetano: Está bien... Pues venga, juntaos los seis, os transformaré.
Así lo hicieron. Yo los observaba, expectante. Gaetano pasó una mano por delante de ellos lentamente... Y cuando terminó de pasarla, ninguno estaba:
TN: ¿¡ADÓNDE SE HAN IDO!?
Me sonrió:
Gaetano: Están a punto de empezar su nueva vida, al igual que tú. Te aseguro que no tendrás problemas en localizarlos, ya verás. Ahora... Te toca a ti.
Pasó una mano por delante de y yo cerré los ojos. Cuando los abrí, noté algo en mi espalda que supe qué era al girarme:
TN: ¡Alas! ¡Tengo alas!
Los padres de los chicos se rieron:
Gaetano: Confiamos en ti para que consigas devolvernos a nuestros hijos. Y toma esto... Cada vez que necesites ayuda con algo, toca esta campana y alguno de nosotros aparecerá para aconsejarte. Tómate esto como una prueba y no como un desafío... Pero debes tener ganas de superar los obstáculos con los que te vas a encontrar. Y, aunque no lo creas, muchos te los van a poner ellos. No serán los mismos, TN... No te olvides de eso.
Cogí la campana y, cuando iba a agradecérselo, ya no estaban. Mis alas permanecían, pero sabía que solo yo las veía. Ahora, los papeles estaban invertidos... Y, sabiendo lo que nos jugábamos, estaba en mi mano ser el mejor ángel de la guarda para los tres piccolos.

¡¡¡HEEEEEEEEEY, IL VOLOOOOOOOVEEEEEEEEERS!!!

¡¡¡Primer capítulo de la segunda parte, estoy muy emocionada porque esto es más bien una introducción!!!

¡GRAZIE POR EL APOYO! ♥

Un bacio a tutti

Vi voglio bene


๑ Recuperando a mis ángeles ๑ {Il Volo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora