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-¿En serio?- su cara de sorprendido no daba más, ahora mismo no me reconozco.¿ Desde cuando me importan los asuntos de los demás?, -¿_____?- su voz me saco de mis pensamientos.

- Si, claro- dije lo más normal, esto no le iba a hacer mal a nadie. Pero el problema es que me largo...ahora, mientras miraba el sol mi cara cambiaba. ¿En realidad quería estar sola, otra vez?, me costó por unos minutos pensarlo bien pero una promesa es una promesa. Me lo prometí a mí misma, además soy una carga para el grupo.

-Vamos, tienes que despedirte- se le notaba un poco triste. Lo entiendo, te acaban de decir que tienes un mejor amigo y este se va al instante. Carl me ayudó a bajar con la cuerda y a recoger mi bolso. Todos estaban dormidos así que, ¿Por qué no, una última broma antes de partir?. Agarre la hoya que uso Carol para lavar su ropa sucia anoche, y un cucharón de Maggie. Me paré en una roca y grité:

-A levantarse, vamos tienes que despedirse de su ídola- en ese momento despertaron exaltados y me miraron con cara de odio, exepto Judith que al instante empezó a llorar.

-¿Qué mierda haces?- dijo Daryl un tanto molesto con la voz ronca por el sueño. En ese momento me di cuenta de lo que hacía, pude haber alertado a muchos caminantes en la zona.

-¿No vas a despedirte de tu compañera favorita?- el me miró con cara de odio. Después de que todos se desperezaran del todo, nos reunimos en la carretera, todos parecían un poco desanimados pero a la barbie se le notaba desde kilómetros su sonrisa-bueno, adiós...- dije como si nada asegurándome si tenía todo, pero lo deje en el piso. Me acerqué a Carl, tome sus hombros y lo golpee en el estomago haciendo que su oído quedara a la altura de mi boca- no me olvides mejor amigo-al terminar mi última frase, le guiñe un ojo, dejando a Carl rojo como tomate, tome mis cosas y me fui hacia dónde apuntaba el sol. Pero mi instinto de empalagosa despertó y hizo que me diera la vuelta, en este momento mi cuerpo se movía solo y no podía controlar mis palabras.

-¿Qué haces...?- le di la razón a Rick, ni yo misma lo sabía.

-Aquí tienen...- me arrodillé frente al grupo, abrí mi bolso de armas y les entregué la mitad- esto no es un adiós, es un "hasta luego"- y con esa frase cursi también les entregue 2 ardillas muertas, a lo que Arlette las miro como "ew, gérmenes". Sonreí, me pare y camine a donde iba. Soledad.

-Al fin...- se escuchó la voz chillona de la perra, entonces cuando el instinto de empalagosa hizo lo que tenía que hacer despertó mi instinto salvaje...literal. La mire con rabia, mostrando mis dientes y mi nariz arrugada gruñendo. Se le veía en la cara el miedo, se iba a hacer encima. Entonces, como si nada, volví mi vista al frente caminando nuevamente.

-Por cierto, saque las ardillas de la maleta de Daryl- se escuchó como a este le hervía la sangre mientras Carl se reía por mi extraño comportamiento con Arlette, y la broma a Daryl-casi lo olvido!- está despedida se me está haciendo más larga de lo que pensé- aquí tienes...- saque de mi bolso un shampoo para perros- para las pulgas, perra- lo lance sabiendo dónde se paraba Arlette...di en el blanco. Ahora era Daryl y Carl los que se reían. Cuando ya estaba lejos, me adentré en el bosque prometiéndome otra cosa, no volver a ningún grupo a menos que sea ese. Si me integro a otro grupo, voy a sufrir como hago ahora así que si con ese grupo volvemos a cruzar miradas, es porque el destino lo quiere así.

Nueve meses después...

-¡Vamos, muévete!- escuché la voz Clementine a mis espaldas mientras corría.

-Ya voy, al menos tu no tienes a alguien encima!- dije acomodando las piernas de Ellie alrededor de mi cintura.

-Oigan, estoy justo aquí!- gritó Ellie apuntandoce - no es mi culpa que mi pierna se desangre!- Clementine y yo bufamos.

La pequeña Dixon (Carl y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora