Capitulo 2

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Su mente trabajaba a mil, esforzandoce para entender el dichoso acertijo.

Adonis era un hombre de una belleza exuberante del cual Afrodita, que en la cultura romana era Venus, se enamoró locamente. Había cierto entendimiento con lo que había deducido hasta ahora, pero lo que no entendía era en que se refería a lo de paraíso.

Se aplicó un cuarto parche en el brazo con un suspiro.

-Debe de haber una conexión, casi siempre las hay.- pensó el pelinegro en voz alta.

John trataba de mantenerse despierto con una taza de café mientras buscaba información en la computadora que fuera de ayuda.

-Oye, escucha esto- llamó el médico - En la cultura popular es usual referirse a un hombre bello Andonis y a una mujer hermosa Venus.

Sherlock abrió los ojos como si le hubiera dado un ataque, con el rostro iluminado.

-¡Oh, eso es!. La respuesta estubo frente de nosotros todo el tiempo. ¡Modelos!.

-¿Que?...

-¡Modelos!- volvió exclamar Sherlock. - ¿Quienes han muerto hasta ahora?, ¡modelos!.

-Entonces eso significa que el paraíso es...

-Exacto, una agencia de modelaje. Busca en internet agencias con el nombre paraiso en el.

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En Londres solo había una agencia de modelos con el nombre paraiso en el, Paradise Studio International, una de las agencias más importantes en Europa.

Sherlock miraba el edificio -que estaba en uno de los barrios más lujosos de la ciudad- desde una cafetería al frente.

"Ven al 462 de East Harther - SH"

"Estoy trabajando- JW"

"Podría ser peligroso- SH"

"¿Que tiene de peligroso una agencia de modelos?, ¿acaso me van a llamar a su representante ?- JW"

"Quizá, pero hay unos guardias de seguridad custodiando la entrada y creo que dentro hay más.- SH"

"Estaré allí en media hora- JW"

Lo que llevaba el médico para trabajar podía pasar inadvertido. Sherlock le mandó a quitarse la corbata azul marino y roja y a abrir el cuello de la camisa para hacerlo verlo casual.

- ¿Tienes idea de como entraremos?.- preguntó Watson mirandoce en el reflejo de una de las ventanillas que separaba las mesas.

Un Mercedes Benz se había acabado de parquear frente a la cafetería, perfectamente ubicada para que ninguno de los guardias los vieran del otro lado de la calle.

-Obviamente sí, mi querido Watson. Apresurate.

Sherlock caminó a sancadas hasta el lujoso auto abriendo la puerta trasera antes que el dueño s ebajase y le pusiera alarma, John iba tras él pidiendole perdón al sujeto que los miraba asustado.

-No se preocupe no le haremos nada, pero si fuera tan amable de abrirnos la puerta como si fuera nuestro chofer, se lo agradecería mucho.- dijo tranquilo el detective, sonriendole amable.

El hombre los miró por un segundo y asintió lentamente y se bajó del auto para abrirles la puerta como Sherlock le había pedido.

Ambos bajaron del auto como si fueran las personas más importantes de la calle en ese momento y los guardias no dudaron en abrirles la puerta.

El interior parecía la fachada de un palacio mas que de un local, las paredes lisas al estilo rococó pero sin recargar tanto, pintadas de blanco y dorado con cuadros y fotos de famosos diseñadores que adornaban las paredes. John se sintió desencajado entre tanto lujo, como había pasado a su visita al palacio de Buckingham hace tiempo.

The Man Who Plays To Be A God ( BBC Sheelock fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora