No te enamores de como se ve el sábado por la noche. No te enamores de la manera en que se viste aunque se tarde horas, o de la risa que finge ante ti. No te enamores de su cabello recién echó, ni de su cuerpo, ni de la forma en que mueve sus caderas al caminar. Enamorate de su impaciencia. De sus celos y de las veces que quiere estar sola. Enamorate de sus berrinches de niña. Enamorate de sus cicatrices, de sus lunares, de sus pecas y de todas las cosas que la hacen imperfecta. Enamorate de cada parte de ella, sea buena o mala. Y sobre todo enamorate de ella completa, o no te enamores.
-Rudi Garcia