Capítulo II Tujec

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Noveno día de la Estación del Cambio, 2349 años de la Era Iluminada.


Tujec, sentado frente a la chimenea de la cabaña, calentaba sus tiernas manos. Aquel año, el frío parecía haberse adelantado. Si bien Häxa lo estaba moderando con su poderosa magia, alargando un poco el calor de los últimos días de la estación del Sol Radiante, las hojas de los árboles mudaban su color verde a los típicos tonos rojizos, ocres y amarillentos. El chico disfrutaba de una tarde tranquila en su nuevo hogar. Cuatro años habían pasado y aún recordaba en sus pesadillas la tortuosa travesía en el mar hasta la llegada a las costas de Lavonia.

A pesar de que en un principio no había comprendido bien el relato de los acontecimientos que le contara Igun al Rey, el anciano era uno de los más respetados de entre los enviados o, mejor dicho, de los supervivientes, y la suya era la historia oficial de lo ocurrido. Tujec todavía sentía escalofríos, no por la brisa nocturna que entraba por la rendija de la ventana, sino por el recuerdo de la mañana en que había osado discutirle a su madre lo escuchado de boca de Igun en la audiencia ante Thuron.

Pero el muchacho, más allá de su corta edad, comprendió que no debía indagar más de lo necesario y, después de que su madre se lo hiciera entender a golpes, nunca más lo cuestionó. Los Atrianos, como se llamaban a sí mismos a pesar de que los demás seguían refiriéndose a ellos como los extranjeros, eran gente poderosa, sin importar lo que aparentaran; si bien trataban de mezclarse de manera normal entre la masa y su tarea rutinaria, su arrogancia y sed de venganza se alimentaba día a día, puertas adentro.

Tujec muchas veces observaba durante horas cómo cambiaba el paisaje a su alrededor, a través de la única ventana que poseía el hogar que habitaban. Por orden del Rey se habían construido humildes cabañas escasamente amobladas, para albergar a los extranjeros, aunque cada uno debía devolver con trabajo y aportes útiles la generosidad de Lavonia. Para los forasteros no existían muchos favores o distinciones. Al principio, el idioma había sido una limitación, pero de a poco los Atrianos adquirieron un léxico básico que les permitió comunicarse con el resto de los habitantes del Reino. Así fue como, pasadas unas estaciones, se enteraron de que otras barcas habían arribado a las costas del Reino de Gwenndelyn; eso indicaba que no eran los únicos supervivientes de la isla. Su gente se había ido instalando primero en los bosques de Gwenndelyn para luego ocupar un asentamiento importante en la capital de Twr Gwyn. Y en Korelia ocurría lo mismo.

Además, sus aldeas crecían; los sobrevivientes se casaban y, aunque no tenían hijos, adoptaban huérfanos, prosperaban en sus negocios y escalaban posiciones en la sociedad. Incluso algunos llegaron a ocupar puestos de considerable importancia, sobre todo al haber ayudado a jefes de clanes poderosos o cortesanos que necesitaban de sus conocimientos. Sus familias rara vez se mezclaban, ya que muchas veces sufrían el rechazo de los habitantes de Hêrion porque les asustaban sus ojos grises, casi blancos. Decían que eso les daba un aspecto de almas en pena, de ciegos que miraban al más allá, penetrando sus mentes.

El jovenzuelo, agotado de otra larga jornada de trabajo, estiró los brazos. Ayudaba a su madre en los telares y, además, realizaba pequeños trabajos artesanales con piedras y metales. Los vendían en la feria del pueblo y con ellos se ganaban el sustento.

Tujec parecía tener una habilidad asombrosa para crear con sus manos. Aunque también, cuando el negocio no marchaba bien, cortaba leña para las casas más pudientes o limpiaba chimeneas y patios cuando llegaba la estación del Cambio, cuando se caían las hojas de los árboles y los hogares comenzaban a largar su humo negro al cielo. Como sucedía otra vez ese año.

—¡Tujec! —Le gritó de repente su madre—. Deja de holgazanear y ve a buscar más leña. La noche se está poniendo fría y con las grietas que tiene esta casa, da lo mismo que estuviésemos en la intemperie.

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⏰ Última actualización: Jan 01, 2016 ⏰

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