Capítulo 2: La historia de Kyle

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...

Nadie sabe el dolor que consume a otro por dentro y lo soporta en silencio.

Nadie sabe lo que otro esta pasando; quizás sonríe para no demostrar... la tristeza que lleva por dentro, nadie sabe como son los sentimientos de los demás...
Nadie sabe si aquel que vemos reír
Llora en su soledad hasta quedarse dormido...

Nadie sabe de que tamaño es la cruz y cuanto pesa para el que la lleva a cuestas...

Nadie sabe sobre la vida de Kyle... Hasta ahora.

...

Kyle Broflovski es una más de las víctimas fatales del 'bullying' o acoso escolar. El chico de 13 años era constantemente agredido por sus compañeros de escuela, simplemente por ser más sensible que los demás.

El acoso empezó cuando Kyle se cambio de escuela secundaria. Se sentía solo, cada vez más solo. Entonces se fue encerrando en sí mismo, no se atrevía a hablar, ni a mirar a los ojos de los demás. Ir al colegio era horrible, pero nunca dijo nada.

Era un niño cerrado que no dejaba que se acercasen y, muchas veces sonreía. "Sí, muchos sonreímos para ocultar nuestro dolor" 

Pero... A veces la vida te pone a un ángel que trasforma el dolor y sufrimiento en felicidad y risas.

Ese ángel para Kyle es su "mejor amigo" Kenny.

¿Quién lo iba a decir? En el momento menos (o quizá más) indicado, cuando una tormenta o más bien un huracán arrasaba su vida... llegó él y la llenó de luz. Una luz brillante de esas que te ciegan y ya no puedes ver más allá. Así apareció, desmantelando su vida.

El ojiverde aún recuerda con exactitud de como lo conoció.

Era una noche como otra cualquiera; Kyle se encontraba caminando bajo la lluvia el último día del 2012 , ese día, tres chicos intentaron acorralarlo en un callejón cerca de su casa, por suerte el consiguió escapar, al menos hasta que otros dos lo agarraron del cuello. Y mientras los tres primeros lo mantenían sujeto, los demás se ocupaban de pegarle puñetazos y patadas. Pudo haberse defendido, pero no lo hizo... Él tenía miedo 

Su cuerpo cayó desplomado al suelo, con el cuerpo molido y el orgullo hecho añicos... Él pensó que ese era su final... Esos chicos que lo estaban golpeando, acabarían con él... Acabarían con su sufrimiento.

Muchas personas suelen decir que antes de morir ves pasar tu vida en un segundo, que tu mente te da como una "última oportunidad" de apreciar todos los recuerdos bellos que pasaron en tu vida. Sólo los momentos lindos. Kyle supuso que estaba muriendo.  

De pronto todos los recuerdos fueron alejados bruscamente de su cabeza, dejándolo sólo en una absoluta oscuridad en dónde Kyle comenzó a correr asustado. La oscuridad parecía interminable, tétrica, y sobre todo muy solitaria. Un pequeño punto de luz al final se hizo notar. La luz cegadora empezó a volverse más y más grande a medida que Kyle se acercaba.  

A los lejos, Kyle comenzó a escuchar una peculiar y dulce voz llamarlo, era una voz que él nunca en la vida había oído. Está voz sonaba quebrada, gritaba desesperadamente porque despertara, y en ese momento la luz brillante desapareció rápidamente.

Kyle empezaba a despertar. Unos ojos azules lo observaban fijamente mientras sollozaban. Los orbes extraños y desconocidos estaban rojos e hinchados pero eran los ojos más bonitos que Kyle había visto en su vida. Por un momento dudó en si había muerto o no, porque esos ojos parecían de un ángel.

Kyle soltó un quejido apenas audible mientras abría sus ojos, captando rápidamente la atención del rubio.

- ¡Dios estás vivo!- Exclamó entre sollozo débiles- Pensé que estabas muerto... Enserio estaba muy asustado de que lo estuvieras... 

-¿Qué-qué pasó?- Preguntó Kyle.

-Te encontré aquí... Estabas tirado en la acera... y... tu cuerpo estaba muy frío- Contestó- Por cierto... ¿En qué lío te metiste para acabar así?- Cuestionó señalando las notables heridas del ojiverde. 

-Yo... Yo no hice nada... Pero ellos siempre me molestan, me golpean y me insultan... No sé que es lo que hago para caerles tan mal a ellos... -Dijo con la voz entrecortada

Comenzó a llorar desconsoladamente debido a todos los recuerdos y el niño de ojos azules lo tomó entre sus brazos fuertemente a lo que Kyle correspondió al instante.  

-Hey... Yo, te prometo que siempre estaré allí para protegerte de ellos.- Dijo con una sonrisa sincera-Por cierto soy Kenny. ¿Tú cómo te llamas?- Inquirió curioso.

-Kyle...-Murmuró débilmente el ojiverde, aún abrazado al ojiazul.

El ojiverde se separó lentamente del abrazo para poder apreciar al niño frente a él. 

Kenny era muy bonito. Tenía el cabello rubio pegado a su rostro desordenadamente debido a la lluvia, unos ojos azules llenos de vida, y dientes similares a una fila de perlas. 

Kenny acercó sus manos al rostro de Kyle acariciando una de sus frías mejillas. El ojiverde cerró sus ojos ante tan agradable contacto. 

Un "siempre" es un largo tiempo... Pero a Kenny no le importaría pasar su "siempre"... con Kyle 

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¡Segundo capítulo! Gracias por leer ツ 




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