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Capítulo Diez

Lyzy POV's

Habíamos llegado al apartamento hace 1 hora aproximadamente. Cameron optó por ir a almorzar a un restaurant de comida italiana, a si me estaba arreglando mientras el terminada de ducharse.

Opté por un look casual de otoño, ya comenzaba a hacer frío y definitivamente New York no es la mejor ciudad para pasar un invierno. Mí outfit constaba de un pantalón blanco, un sweater con cuello color beige y unas botas con tacón color marrón. Me apliqué chapstick frutal en los labios y mascara para las pestañas.

-¿Estás lista bae? -preguntó Cameron apoyado en el marco de la puerta.

-Sip. -respondí marcando la letra p.

-Bueno. Te espero afuera. -me giñó el ojo izquierdo y salió nada más.

Busqué mi bolso de manos que estaba en la sala, guardé los documentos y salí.

-Ya llamé al ascensor. -dijo mientras jugueteaba con unas llaves.

-Ohhh, ¿y que te dijo? -le hablé y corrí hacia él, le di un golpecito en las costillas a lo que el se quejó.

-Espero que tu buen humor duré todo el día.

El ascensor ya había había llegado a la planta donde estábamos, entramos y marqué el número "1".

-Sabes, te extrañé. -habló de la nada.

-A sí -lo miré y alcé una ceja. -Se nota.

-Es enserio Yzy. -pasó su brazo por mis hombros y me acercó a él.

Nos quedamos mirando unos segundos, era un momento incómodo pero aún así no podía separarme de el. El sonido del ascensor nos hizo volver a la realidad y las puertas del ascensor se abrieron. Él lobby del hotel estaba repleto, era uno de los mejores hoteles de Manhattan, era algo habitual. Cameron por su parte aún no me soltaba y cada vez su brazo estaba mas apretado en mí.

-No te me sueltes, hay muchas personas y no quiero que te me pierdas. -me susurró en el oído y no pude evitar contener. -Además tengo hambre. -dicho eso me dio un beso en la mejilla.

Caminamos hasta la puerta del estacionamiento dónde Cameron tenía estacionado su auto. El camino hacia el restaurant no fue incómodo. Cameron por su parte se esforzaba mucho para que no lo fuera y la verdad que estaba resultando perfectamente. Al llegar al restaurant habían unos cuantos fotógrafos, no sé cómo llegaron aquí o tampoco quienes estarían acá, pero es incómodo sea como sea.

Al bajarnos Cameron tomó mí mano y nos encaminamos a la entrada.

-Hey guys -saludó uno de los fotógrafos que había ahí. -¿Cómo está Jack, Lyzy?

Quería provocarme pero eso nunca funciona conmigo. Cameron me apretó la mano en señal de apoyo, cosa que agradecí.

-Está volando hacía Los angeles a reunirse con Madison. A esta hora ya debe de haber llegado. -sonreí.

-¿Están juntos? -preguntó un señor calvo regordete.

-¿Cómo estuvo tu semana de la moda aquí en New York? -preguntó otro.

-Oh, estuvo genial, gracias por preguntar. -respondí.

-¿Están juntos? -volvió a preguntar.

-Si, estamos juntos. Ahora déjenos almorzar por favor. Solamente queremos almorzar tranquilos. -habló Cameron cortante y firme.

Entramos al restaurant y se nos acercó un mozo de unos 25 años aproximadamente, Cameron le dijo que tenía una reservación y el nos llevó a una mesa en el centro del salón. Nos entregó el menú y se fue.