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Capítulo Cuatro.

Lyzy POV's

Habían pasado 2 semanas desde que Cameron y yo habíamos terminado. Las semanas las cuales no eh salido a ningún lado y eh comido como un cerdo.

Acababa de llegar de una tarde en el GYM, creo que ya era tiempo de bajar todo lo que comí durante esas dos semanas. Estaba buscando que ponerme ya que recién había salido de la ducha y andaba en ropa interior. Mi hermano no estaba y eso no era problema.

Desbloquee mi celular y tenía varios mensajes y decidí abrir el que más me llamó la atención: "daddy G👦🏽". Raro nombre ¿no creen?

'Terminé de leer el libro. ¿Qué haremos ahora Margo Roth?'

Sonreí.

'La pregunta no es ¿que haremos? sino ¿que no haremos?'

No había hablado con Jack desde que le dije que leyera el libro. Sinceramente no eh hablado con ningún chico y eso de verdad me pone muy triste. Estoy segura de que Cameron les dijo algo para hacerme quedar de mala frente a ellos. Maldito camarón quemado.

'¿Qué tramas? Me estás asustando.'

'Lo sabrás luego'

No me respondió de vuelta y eso me alegró. No quería seguir dándole más explicaciones.

Luego de haberme cambiado miré la hora en el reloj colgado en la pared 23:35. Genial, pensé.

Salí del apartamento y me subí al taxi. Primera parada casa de Gilinsky. Nuevamente miré la hora, el reloj marcaba las 23:52.

En unos minutos comenzará la operación mangosta. Estúpido nombre, pero necesitaba hacer algo productivo esas dos semanas aparte de comer como un cerdo.

Habían pasado varios minutos a si que decidí llamar a Jack.

-¿Qué quieres Lyzy? ¿Necesitas algo?

-Asómate por la ventana.

Al cabo de unos segundos se encontraba abriendo la ventana y sin camiseta. Por dios por qué me hace esto a mi. No quiero que la operación mangosta salga fallida por culpa de el y de sus músculos y de, ¿De qué estoy hablando? Vamos Lyzy concéntrate.

-La verdad es que si necesito algo. Tres cosas cosas. Ponte camiseta, tu Jeep y a ti.

Dicho eso él rió.

-Te haz vuelto loca Lyzy.

-La verdad es que no. Créeme. Sé mi Quentin Jacobsen y yo seré tú Margo Roth Spiegelman. Sólo por esta noche. La operación mangosta no puede fallar.

-Está bien, está bien. Espera ¿qué? ¿operación mangosta?

-Es una larga historia G. Date prisa.

Habían pasado alrededor de 5 minutos desde que convencí a Jack de ser parte de la operación mangosta. Saqué un cigarrillo del bolsillo de mi chaqueta y lo puse en mi boca. No me había percatado pero Jack venía saliendo de su casa.

-No sabía que fumabas. -dijo él.

-No estoy fumando G. Es una metáfora, como vez: pones la cosa que te puede matar justo en el medio de tus dientes. Pero no le das el poder de que te mate. No está prendido Jack.

-Estamos en Ciudades de papel, honey, no en Bajo la misma estrella. A si que andando. -me abrió la puerta para que subiera, luego el sé dio la vuelta para entrar.