Corazones

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Parado allí, el recolector de corazones.
Con un cuchillo afilado en la zurda apuñalándoles el centro del pecho a los cadáveres esparcidos por el suelo.

No sé por que estaba allí, cuando o cómo llegué. No sé quien es, ni por qué lo acompaño. Pero aquí estoy y no me muevo.

El miedo y repugnancia se asomaban.

Tal asombrosa hazaña no podría ser presenciada sin sentir nada.

Mi cerebro no niega la atracción.

Respiración agitada, habilidad de movimiento. Euforia.

La necesidad de llenarme elimina el vacío que separaba nuestros cuerpos en un abrazo, en donde yo dejaba todos mis miedos e inseguridades. Toda la confianza que a nadie le brindé; toda la fe que nunca revelé; toda la seguridad que jamás sentí. Y envolvió en un manto de plenitud mi alma tranquila porque... ahora mi cuerpo yacía en el sucio suelo, escenario donde dejé mis sentimientos.

Corazones - OneShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora