Anne le dio la carta a Colin al día siguiente y miró a otro lado mientras la leía.
Él bajó la carta y alzó una ceja.
-Mi amigo Paul, ¿Por qué?
-Porque no se a quien dársela- respondió ella y acto seguido cruzó los brazos.
Colin le quitó la caja de las manos y se fue.
-Yo se la doy, Annie.
La cara de Anne cambió de color a un rojo carmín. Se acercó por detrás y le saltó encima, agarrándolo de los pelos.
-¡Ya te dije que no me llamaras eso, Colli!- chilló Anne.
-¡Suéltame, eso duele, para!
-¿Tienes algún problema con que te muerda el hombro, nene?- preguntó con tono burlón.
-¡Sí, y muchos!
El grito de Colin se escuchó por toda la ciudad cuando Anne le clavó los dientes en el hombro derecho.
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Estos Cigarrillos son Tuyos
Short Story«Colin, Te dejaste una caja de cigarrillos debajo de tu pupitre. Pensé que sería buena idea devolvertelos...pero me volví a encontrar otra de tus famosas cajitas.» Está prohibida la copia de esta historia.