6

387 38 1
                                    

Anne le dio la carta a Colin al día siguiente y miró a otro lado mientras la leía.

Él bajó la carta y alzó una ceja.

-Mi amigo Paul, ¿Por qué?

-Porque no se a quien dársela- respondió ella y acto seguido cruzó los brazos.

Colin le quitó la caja de las manos y se fue.

-Yo se la doy, Annie.

La cara de Anne cambió de color a un rojo carmín. Se acercó por detrás y le saltó encima, agarrándolo de los pelos.

-¡Ya te dije que no me llamaras eso, Colli!- chilló Anne.

-¡Suéltame, eso duele, para!

-¿Tienes algún problema con que te muerda el hombro, nene?- preguntó con tono burlón.

-¡Sí, y muchos!

El grito de Colin se escuchó por toda la ciudad cuando Anne le clavó los dientes en el hombro derecho.

Estos Cigarrillos son TuyosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora