Engaños, golpes y desconocidos.

15 2 0
                                    

8 meses más tarde.
-Soy una estúpida.- llore contra el hombro de mi mejor amiga.
-Solo te dejaste llevar.-susurró ella.
-PERO NO DEBÍ ! - Grito.
-Lo disfrutaste ?
-No seas ridícula Zara, sabes que si.
-Pues listo, está fue la última vez que te caíste con esa piedra, me aseguraré de eso, tuviste lo que siempre deseaste con el chico a quien siempre deseaste, no terminó como quisiste, pero hay más peces en el agua.
-Tienes razón. - Y no pude evitar recordar todo lo que había pasado.
*FlashBack*
Hace 5 meses.
-Que haces ? - pregunté desde la cama mientras veía como te ponías los zapatos.
-Me voy.-dijiste secamente.
-A donde ?
-A mi casa, creí haber mencionado que estaba acá sólo de vacaciones.-dijiste dirigiéndote a la puerta de mi habitación.
Me levante rápidamente y me cubrí con la sabana. Llevábamos 3 meses saliendo, y viviendo como una pareja, aunque todavía nada formal.
-Creo que se te olvidó mencionar algo tan importante como eso.-dije sintiendo la ira  crecer en mi.
-Pues ahora lo sabes, me voy, Sky, y no volveré .-dijiste secamente mirándome a los ojos, nunca habías sido así de borde conmigo.
-Pero...-dije sintiendo mis ojos cristalizarse.
-Lo siento Sky, pero esto jamás debió de pasar, todo fue un error, yo tengo una vida en Seattle, perdóname, no fue mi intención lastimarte.- dijiste saliendo por la puerta de mi apartamento, dejándome si entiéndeme más sola de lo que me había sentido en toda mi vida, mi desesperación me hizo romper un par de vasos y deshacer las camas, tirarlo todo al piso y ver o ver mi cuarto un caos.
No hable con nadie por dos semanas, Zara tumbaba mi puerta todos los días al igual que mis amigos, no quise saber nada de nadie, estaba rota, tú me habías hecho esto.
Después de 4 semanas de tu partida, por fin abrí la puerta a Zara, quien al verme me abrazo como nunca y se volvió como loca al ver mi aspecto descuidado y desarreglado, se le aguaron los ojos cuando me vio así, pues soy su mejor amiga y la persona más arreglada del mundo, no salgo ni a la esquina si estoy mal vestida o desarreglada, está no era yo, era la sombra de una ilusión de 9 años, 5 conscientes y 4 inconscientes, Zara entró a mi casa y me abrazo como nunca, me llevo a mi cuarto y se sentó conmigo en mi cama, en la que no había dormido por casi un mes, no había entrado ahí, mi vida había sido la cocina, la sala y el baño.
-Que sucedió ?
Y me desmorone, le conté lo que había pasado semanas atrás, ella maldijo y lloro conmigo, trato de consolarme, pero nada, no había forma. Llamo a los chicos para que vinieran a hacernos compañía, prendimos la tele para ver algo mientras llegaban y como si el destino estuviera en mi contra...
Programa televisivo.
El magnate empresario Simón Halasen ha sentado cabeza, así es señoritas, uno de los empresarios más codiciados de la ciudad de Seattle ha sido dominado, por nada más y nada menos que la favorita del mundo de la moda, Bárbara Palvin, a la hermosa modelo de VS se le ha visto con un hermoso anillo en el dedo anular, si señores, una hermosa sortija, no nos han dado planes de boda todavía, pero las malas lenguas dicen que su boda será a finales del año.
La reportera seguía diciendo cosas sobre ti, pero yo ya no escuchaba más nada, no sentí ganas de llorar, quería romper algo, necesitaba mi saco de boxeo, ahora, sin importarme como estaba vestida ni la hora que era salí corriendo del agarre de mi mejor amiga, quien salió corriendo tras mío, corrí por las calles de la ciudad hasta llegar al poco concurrido gimnasio al que me había cambiado, Zara se había quedado atrás, fui a mi esquina habitual y me di cuenta que no había traído el bolso conmigo, sin importarme mis manos o mis nudillos comencé a pegarle a la bolsa.
-Esto es por engañarme -  grite dando los primeros golpes.
- Esto por ilusionarme.- golpee con más fuerza.
-Esto por usarme.- dije sintiendo como mis palabras  dolían más que los golpes que daba.
-Esto por mentirme - mis nudillos dolían, pero no tanto como mi pecho.
-Esto por hacerme llorar por tres semanas seguidas.-Más lagrimas salían de mis ojos.
-Esto por engañarla a ella.-Mis nudillos sangraban
-Esto por enamorarme de ti.-sentía mis manos escocer
-y esto por hacerme creer en el amor . -Comencé a pegarle más fuerte a la bolsa mientras lloraba más fuerte y le pegaba con toda mis fuerzas, sentí unos brazos desconocidos separarme de mi saco, forcejee todo lo que pude, grite, patalee, y no pude más, no tenía energía para nada más que llorar, dolía, mucho, él me había engañado, me había usado, jugado conmigo y con mis sentimientos, jugado con ella, había destrozado todos mis sueños, con el, me había dicho te amo infinidad de veces, me confesó haber estado enamorado de mí desde que él estábamos en el colegio, dijo muchas cosas, muchas mentiras, me vio como una estupida que le daba sexo, una puta, me sentía sucia, me sentía basura, y quería buscarlo y patearle el maldito culo.
-Estas bien ? -dijo una voz masculina desconocida. Sin muchas ganas me conecte al mundo real. Las pocas personas que habían me miraban con lastima por el espectáculo que acababa de hacer.
-METANSE EN SU PUTA MIERDA Y DEJEN DE MIRARME MALDITA SEA ! -grite furiosa, todos dejaron de mirarme y de acuerdo a la adrenalina pasaba mis nudillos dolían más y más, me atreví a mirar mis manos y me arrepentí, tenía la piel de mis nudillos enrojecida y en carne viva, la sangre salía sin parar y yo no la quería detener, no había sacada ni un poco de toda mi ira y dolor.
El desconocido se aclaró la garganta y le mire por primera vez.
-Quien eres?
-Camilo. Tu?
-Sky.-conteste poniéndome de pie- Gracias por evitar que me rompiera las manos con el saco. Tengo que irme. - mi voz era ronca y baja.
-Te llevo a casa.
-No es necesario.
-No era una pregunta. Cariño.
Cansada acepte, no tenia ánimos ni energía para caminar a casa yo sola. Y no iba a discutir con nadie.
Al llegar a casa agradecí a Camilo por traerme, pero él dijo que no iba a dejarme sola y subió a mi apartamento conmigo, cuando entre, encontré a Zara y a los chicos el la sala, Zara tenía ojos llorosos, carraspee y cuando me vieron corrieron a abrazarme.
-Vamos hombre ni que me halla ido a Japón, solo fui al gimnasio a sacar un poco de ira- fingí una sonrisa, todos notaron que era falsa.
-Nos tenias Preocupados, Sky, no hagas eso.-dijo Matt, uno de los chicos.
-No se preocupen por mí .
-No nos pidas algo así-dijeron abrazándome todos, algunas lágrimas se escaparon de mis ojos.
-Camilo, ya ves que no me voy a matar ni nada, puedes irte, gracias por ayudarme.- Bien sé que había sido un cambio de humor drástico, pero todo era fingido, no quería que tuvieran lastima por mi.
Camilo  me miró con sus ojos azules, y saco algo de su bolsillo, una tarjeta, me la dio y dijo.
-Llámame por cualquier cosa que necesites, quisiera conocerte un poco más.
Asentí con mi cabeza y él salió por donde había entrado, los chicos me miraban como si me hubiese salido una segunda cabeza y por primera vez en 4 semanas me reí de verdad, y posteriormente les conté lo que había pasado, y algunas lagrimas salieron de mis ojos, estaba cansada de llorar, desde ese momento, todos odiamos a Simón Halasen y muchos shippean a Samilo, patético.
Mi promesa de no llorar había sido en vano, los chicos me animaban todos los días y lloraba todas las noches, ellos lo sabían, pero hacían lo que podían, y lo agradecía.
*Fin flashback*
Eso no hizo que dejara de llorar y me acurruqué más contra de Zara, era patética llorando, después de haber salido para adelante con ayuda de mis amigos y Camilo, quien se había convertido en una parte importante de mi recuperación, porque este mismo día habíamos visto como Simón se casaba con Barbara, se le veía feliz, sin ningún tipo de remordimiento por lo que me hizo.
-Gilipollas-dijo Camilo entrando a mi sala.
-Si-dije entre lloriqueos.
-Vamos Sky, ya lo habías superado, no te hagas esto.
-El tiene razón, Sky-apoyo Zara.
Ya no era el hecho de que se hubiese ido, era que me sentía utilizada, estupida, débil y molesta, molesta no, furiosa, más bien. "Basta Sky, estás siendo patética" "por primera vez, tienes razón. Basta"
-Tienen razón, no es que él se haya ido lo que me molesta para ser honesta, a estas alturas, - me miraron sorprendidos- lo que más me molesta es el que me haya utilizado, pero que se joda, yo también quiero mi vida de vuelta.
Zara y Camilo sonrieron como nunca y me abrazaron en un gran abrazo de oso, me reí y decidí que esta vez no lloraría más por el, se puede ir a la mismísima mierda.

Platonic love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora