—Dane, sabías que GaÏa necesitaba tu ayuda y tú la desechas como una basura — Digo enojado, él sabía que ella me importaba mucho, y eso me molesta de sobremanera.
—Lo... Lo siento, yo de verdad, fue mi culpa, yo no quería que ellos se la llevasen, no quería que muriera —mientras lloraba mi furia aumenta, y siento que algo dentro de mí se rompe, y emerge una inmensa oscuridad que nos rodea. No puedo controlarme.
—Tú morirás como se debe —le reclamo, con una voz que ni yo conozco—, y los cimientos de ella te acompañarán, su dolor será tuyo —siento las palpitaciones de su corazón; él está agitado, sin nada que decir ni hacer, hipnotizado por lo que pasaba—; tú sufrirás.
****** *** ******
Y despierto. Todo es una pesadilla, la misma de siempre, que se repite una y otra vez. Me levanto del sofá, y guardo todas las botellas de whisky que había dejado encima de la mesa. Trato de despertar a la modelo rusa que conocí en el bar clandestino Gotham City Lounget, festejando el año nuevo, un año en el que para mí todo será igual... o eso espero. Mi nombre es Tryn, y me considero el hombre más feliz del mundo. No tengo que trabajar ya que mis padres son ricos y mi gran parecido a un Adonis derrite a cualquier mujer.
Despierto a Tiffanny, la fastidiosa modelo rusa que divierte por las noches, y me mira como si fuera un extraño, se coloca la ropa y se va, sin más, y no me preocupo en absoluto. ¿Total? No me hacen falta mujeres. Necesito bañarme y tengo una flojera extrema, solo pienso en ir al baño, y cierro mis ojos, siento que me quedo dormido.
Tan solo abro mis ojos y estoy en el baño. Genial....
Oigo mi teléfono celular sonar.
— ¿Alo? ¿Quién habla?
— Soy yo idiota, Mike.
— ¿Qué tal imbécil?
— Oh, pues genial, empieza otro año y no dejas de insultarme, ni siquiera me dices el típico, Feliz Año Nuevo hermano.
—Sabes que no soy así, ¿Se emborracharon hasta morir o Leia decidió ver películas de navidad?
Pude oír un suspiro a través del teléfono —Vimos películas de navidad con los niños, y a las doce lo chiquillos y yo bajamos a prender pirotecnia, pero luego tuvimos que dejarlo porque el bebé se molestó y empezó a llorar. —Me dijo en un susurro.
— Te dije que no te casaras, amigo, es como estar en la cárcel.
—Pero en una cárcel llena de amor, en cambio lo tuyo es puro placer.
—Pero soy feliz.
—Yo también soy feliz idiota, ¿Qué dices? yo por lo meno...
Cuelgo. Empezaría a decir lo mismo de siempre, que es feliz, que lo quieren, que pobre diablo, tan solo tiene 26 y ya está casado, 6 hijos y muchas canas por el estrés. Ya obstinado por el tema, cojo mi paño, me desvisto y me doy una ducha larga. No voy a describir como me baño, pues ya sería algo incómodo para ustedes, y tan solo termino, me seco, y salgo a vestirme con mi gran ropa exclusiva y de marca, cuando por fin abro la puerta me encuentro frente a una pareja en medio de un acto sexual desesperado, y tardan en darse cuenta de que estoy en frente de ellos.
— ¿Qué coño? Beatriz, no me dijiste que tenías otro amante.
—Te juro que no, ¿Quién eres? —se dirige a mí.
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Together
FantasyDos almas que se amaron Y no se salvaron Vuelven a nacer Pero ahora todo es diferente...