Neo Collection (VIXX)

Love Letter.

Hakyeon se había hecho una promesa cuando fue nombrado como el líder de VIXX: Sin importar lo que llegara a pasar, se mostraría fuerte para los demás miembros, sería alguien en el que se pudiesen apoyar tanto en los momentos de alegría, como aquellos de tristeza y dolor, sería siempre fuerte y alegre para ellos.
Y de hecho, había mantenido su promesa, a pesar de los comentarios de burla y desprecio que recibía (A veces incluso por sus mismos compañeros) siempre sonreía y hacia caso omiso de todo ello, nunca le habían lastimado las críticas lo suficiente como para dejarse desanimar...
Hasta hace 7 días.

"Eres un líder de lo más lamentable, de seguro que VIXX sería mucho más exitoso si no tuviesen a una persona inútil como tú; ni siquiera bailas bien y tu color de pieles horrible, das asco. Siento pena por los chicos, que su talento se vea opacado por alguien como tu es realmente lamentable, para mí, VIXX es perfecto con 5 miembros, cuando tú no estás presente."

Lo que más le había dolido de ese comentario no era lo que le habían dicho, sino como se lo habían dicho y en que momento se lo habían dicho...
Y simplemente no podía evitar revivir ese momento una y otra vez...

Todos los integrantes de VIXX esperaban emocionados formando dos filas, en el centro el líder se encontraba sonriendo y animando a los demás, hace poco habían sido nominados a un premio muy importante y ahora se encontraban esperando los resultados.
Se movían nerviosamente, estaban a punto de anunciar al ganador, todos y cada uno de ellos sentía la tensión del momento. Leo se aferraba al saco de N, Hyuk y Hongbin esperaban con la cabeza gacha, Ravi movía los pies de un lado a otro y Ken se mordía las uñas... Era un momento de total seriedad y responsabilidad para todos.
Por fin anunciaron al ganador, aunque en realidad Hakyeon no prestó atención, de una u otra manera, ellos no habían sido los ganadores, no tenian fuerza para felicitar a quien hubiese ganado...
Dejó salir todo el aire que había contenido y apretó los labios antes de mirar hacia sus compañeros, todos se veían... Decepcionados, culpables, derrotados... Taekwoon se había arrodillado y había escondido su rostro entre sus manos, Ravi consolaba tristemente a Ken, quien dejaba salir sus lágrimas, Hongbin se apretaba el puente de la nariz y el menor tiraba de su cabello.
-Vamos chicos... El siguiente año ganaremos... -Dejó salir las palabras con apenas un hilo de voz, quería decirles más, quería decirles que la culpa no era de ellos, el responsable era el, su deber era asegurarse de sacarlos adelante.
Asi que tenía que fingir una sonrisa ante sus dongsaengs, era su deber como líder.
Esperó a que todos se tranquilizaran y dijo unas palabras de agradecimiento ante el micrófono, a pesar de no sentir ni una palabra de lo que decía. Lo único que podía asegurar, es que darían su mayor esfuerzo, como lo han hecho año tras año...
Cuando iban caminando fuera del escenario una chica llamó su atención, extendía una hoja pequeña en el aire y le miraba fijamente.
Así que sin pensarlo se acercó y tomó la carta sonriéndole cálidamente, creyó que su carta seria dirigida a VIXX como el grupo que son, que sus palabras de apoyo servirían para subirle los ánimos al grupo...
Y vaya que estaba equivocado, no sólo la pequeña carta era dirigida únicamente para el mismo, sino que las palabras que contenía actuaban como pequeñas dagas en su corazón...

Simplemente era demasiado para N, sabía que por más que lo intentara nunca igualaría el talento de los demás miembros, lo único que podía hacer bien era bailar, pero nunca recibía más que burlas por ello, comenzaba a creer que no era tan bueno como pensaba.
Y las cosas habían empeorado aún más, el mánager lo presionaba demasiado con proyectos para el comeback y los chicos actuaban como siempre ajenos al dolor que acechaba al líder en ese momento, pues el mismo se había encargado de librarlos de remordimientos y animar a todos, pero nadie le había devuelto el favor...
Tal vez ese era el motivo por el cual aquella noche se encontraba llorando debajo del cobertor. Eran más de las 2 de la madrugada y sollozaba cubriendo su boca con sus temblorosas manos, definitivamente no quería despertar a Leo, con quien compartía habitación, por una tontería como esa, pero sus lágrimas seguían cayendo y era imposible controlar los sonidos que escapaban de su garganta.