Sólo déjame ser el héroe. [Stony]

Cálido y frío... [Parte única]

Escucho los pesados pasos que retumban por mi caro piso de madera bien pulido; aquellos pasos que buscan ser sutiles y pasar desapercibidos por mis oídos. Pero eso fue imposible, claro está.

Le doy un repaso superficial a un boceto de una nueva creación y espero a escuchar esa tranquila voz, que alguna vez representó al país, dentro de la estancia-

-¿Interrumpo? - Se escucha en el umbral de la puerta y en un tono indiferente le contesto:

-No, para nada. -y bebo un trago de café al que le he agregado una pizca de whisky. Bueno, quizá un poco más de una pizca pero, maldita sea, sabe a gloria.

-Bien.- asiente con la cabeza y se introduce tímidamente a mi taller.

Esto ha venido ocurriendo desde hacía dos semanas, más o menos. Y a continuación, él dirá: "¿Qué estás haciendo, Stark?"

3...2...1...

-¿Qué estás haciendo, Stark?- ¡Justo a tiempo, Capi! Eso habla muy bien de ti.

Normalmente, después de que aquello sale de sus labios, yo respondo algo como: "nada interesante." Pero, vamos, ¡Yo no puedo estar haciendo "nada interesante"! ¡Por favor!

Asiento con la cabeza mientras dejo salir todo el gélido aire que mis pulmones estaban reteniendo.

-¿Qué ocurre, Cap? ¿Otra vez estás teniendo pesadillas?

El susodicho interrumpió su admiración por mi suelo y levantó lentamente la cabeza, y moviéndose con ella, de forma un tanto graciosa, sus hebras doradas; mirándome.

Esos ojos azules guardaban miles de cosas, convirtiéndose ellos mismos en unos redondos mártires, a la espera de algo o alguien que rompa sus cadenas y les deje disfrutar la libertad que nunca han saboreado.

-Oh, no me dirás...-

-Tengo miedo de dormir.-

-¿De dormir? -pregunté, con mi ironía a flor de piel.- Bueno, yo también lo tendría si hubiese pasado 70 años en un cubo de hielo durmiendo.

Steve no bajo la mirada y sus zafiros orbes cada vez me apuñalaban más y más.

-De acuerdo.- susurre en un suspiro mientras me colocaba frente a él.- Vamos, Cap, dormir es algo que todos debemos hacer...-

-¿Y por qué no lo haces tú?-me interrumpió.

- Touché. - le señale con el dedo índice de mi diestra y le dedique un ademán con la cabeza.- Verás, eso es algo que no importa ahora. A lo que voy es que...-

-No puedes exigirle a alguien algo que tú no haces.- inhalé pesadamente el aire del ambiente y saboreé el dulce que el whisky había dejado en mis labios. Steve sonaba como un niño.

-No puedes ponerte así con la persona que te deja vivir en su torre.- Noté como los músculos del rubio se tensaban. Era seguro que no mentía respecto a su miedo. -De acuerdo.- deslicé mis dedos por mi cabello, colocando en su lugar algunos mechones que se habían desacomodado. -Si vas a estar aquí, tienes que ayudarme.

-¡Por supuesto! -me dedico una de aquellas tantas sonrisas que hacen relucir sus dientes aperlados.

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-Verás, Rogers, sé que no sabes esto y quizá te pueda salvar la vida...-Miré por encima de la pantalla y observé un Steve profundamente dormido. Me acerqué un momento a él, lo suficiente para notar su respiración y estar seguro de que no estaba muerto. Por supuesto que no lo estaba, sin embargo, se encontraba encima de las piezas que estaba usando. Steve eres fantástico.