Prologo

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Estaba lleno de adrenalina, no me podía controlar, mis ojos estaban enfocados en la persona en frente de mi, de rodillas suplicandome y pidiéndome perdón y a cualquier persona le hubiera dado lastima pero yo ya no conocía ese sentimiento. Mientras le veía pidiéndome perdón de rodillas yo sólo escuchaba sus insultos, gordo, subnormal, Abominación, rata, basura, cucaracha.
- Lo siento, Dave- me dijo y yo no puedo más que reír esas misma palabras le dije yo por algo que ni siquiera hice.
-Es sorprendente como se cambian los roles, te acuerdas- dije con ascó y rabia- y lo único que recibí fue un escupitajo después de que me pegaras una paliza junto con tus amigos
-lo siento, Dave te juro que no lo volveré a hacer- dijo- por favor ten piedad.
Y hay si que no pude controlar la carcajada que me salió
- ¿tu sabes lo que significa la piedad?- dije poniéndome de cuclillas para mirarle a los ojos.
- Si- dijo apartando la mirada
- MIRAME- grité- quiero ser lo último que veas cuando mueras.
- Por favor, Dave- dijo sollozando.
- Sabes que me pidas por favor y me supliques me trae buenos recuerdos juntos- dije mientras le cogía de la cara impidiendo así que dejará de mirarme a los ojos- unos en los que yo estaba ensangrentado en el suelo pidiendo ayuda y por favor para que me dejarás en paz y ¿Qué me dijiste tu?
-No me acuerdo- dijo llorando
- Claro que te acuerdas- dije levantandome estaba harto de verle la cara- mira te voy a ayudar y todo, era algo como, puto gordo hijo...
- de puta cállate...- dijo temblando.
-y se un buen maricon y acepta esto en silencio, Sip era algo asi- dije volviendo a apuntar mi pistola en su frente.
- Dave, por favor-sollozo.
- Te voy a dar puntos de hombría los demas se mearon a los dos minutos- dije con una sonrisa ladeada- bueno y aunque sé que es un poco cliché ¿tus últimas palabras?
- Muerete hijo de pu...- las palabras murieron en el momento que mi pistola disparó dejando un hueco en su frente chorreando sangre, silenciandolo para siempre.

Me senté en la silla en frente del cuerpo inerte de mi agresor durante 5 años, el que me hizo la vida imposible y me hizo lo que era ahora y no sentí ninguna paz, ni satisfacción sólo un vacío en el lugar donde estaba mi corazón. Llevaba tanto tiempo odiando a todos ellos pero sobretodo a el y ahora que ese sentimiento se había ido junto con sus vidas no me quedaba nada. Y me puse a recordar todo desde el inicio como acabe siendo el monstruo sin corazón que soy ahora, viendo que no había salida cogí el arma y apunté a frente y rece por mi alma, rece por mi madre y sobre todo rece por ellos y me despedí del dolor, de la agonía, del odio, de la decepción y sobre todo de este vacío donde antes ocupaba mi humanidad y mi alma.

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Espero que les guste
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Perdiendo La HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora