Capitulo 1

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7 HORAS ANTES

- Dave, arriba- gritó mi madre.
- Ya estoy listo.
Llevaba listo desde hace años, pero siempre tenia la esperanza de que algo pasará y me sacará de mi miseria pero todo fue de mal en peor y ayer por la mañana fue la gota que colmó el vaso.

***

- hijo, te ha llegado la carta de la universidad- dijo mi madre pasando me una carta con el sello de la universidad  muy entusiasmada
- Gracias- dije abriendola.
- Leela
- Lamentó informarle que...
- Lo siento hijo, no te preocupes hay mas universidades.
- Me han rechazado todas a las que he aplicado por baja actividad extraescolar- dije como si le estuviera diciendo el clima, porqué ya no me importaba nada mi única esperanza era ir a la universidad y alejarme de este maldito pueblo que odiaba tanto, pero ni eso iba a pasar.
- No te preocupes hijo, te puedes quedar aquí y trabajar en la fábrica del padre de tu amigo.
- Ya veremos, mama- dije ausente- Ya veremos.
***
-Vamos que llegas tarde- dijo mi madre ya más impaciente.

-Ya voy- grité bajando las escaleras.

-Por fin- dijo dejándome un plato de cereales en la encimera- que porque hoy sea tu penultimo día de clase no significa que te lo tengas que saltar.
-

Lo se- dije rodeando la encimera y abrazandola por detras- te quiero, lo sabes verdad.
- Claro que lo se- dijo dándose la vuelta para mirarme a la cara- ¿que te pasa hijo?, no es que me queje, me gusta tu lado cariñoso pero casi nunca sale a no ser que te pase algo
- No me pasa nada, sólo quería decirte que te amo y que nunca lo olvides y siempre tenme en mente como el chico que tu sólo conoces
- Me estas asustando, ¿que te pasa?
- Nada, mama, en serio sólo que me he levantado melancolico- dije forzando una sonrisa en mi rostro- bueno me voy que llegó tarde.
Pase por su lado y deje una carta en un cajón de la encimera esperando que la leyese cuando me fuese no quiera que me odiase después de lo que iba a hacer hoy.

Estaba llegando al instituto antes que el resto de mi compañeros siempre me gustaba verlo a estas horas cuando no hay nadie, para caminar libre sin miedo y ver que mi infierno diario no es más que un simple instituto viejo y todo eso funciona pero sólo cuando esta vacío porque cuando aparece la gente es cuando se vuelve en un verdadero infierno.

- Hey tu gordo, ¿que haces aquí tan pronto?- dijo Richard, uno de mis acosadores era alto, tenía el pelo negro y ojos azules, que cuando llego a mi lado me pego una colleja fuerte en la nuca para después poner su brazo en mis hombros como si fuéramos amigos- no me digas que nos estabas esperando.
Cuando giré mi cabeza para mirarle a los ojos vi maldad, el tendría cara de niño pero cada vez que le miro junto con sus amigos lo unico veo son monstruos disfrazados de personas.
- No me mires- dijo pegándome un puñetazo en el rostro tirandome al suelo- las ratas no me pueden mirar- dijo pegandome una patada en la tripa haciéndome gemir del dolor para luego reírse de mi. Y hay es cuando lo siento, el odio, odio hacia ellos, los que me pegan, los que se ríen, los que suben videos de mi sufriendo en internet, los que se me quedan mirando con lástima pero aún así no me ayudan y sobre todo odio hacia mi por ser tan débil.
Me levante del suelo harto de mi debilidad y fui a por mi mochila hoy me iba ir dejando mi debilidad atras pensé cogiendo mi arma y disparando al aire empezando un caos, hoy no sere yo el que sufra.

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*Las letras en cursiva son flashbacks

Voten y comenten espero que os guste

Perdiendo La HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora