Mi primera vez

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Aquel día, no me atreví a iniciar de nuevo en aquella red social del terror.

Eran más o menos la 1 de la madrugada, desperté asustado y con piel de gallina.
Me quedé pensando un buen rato sobre esa puta pregunta que Carlos me había hecho, lo odiaba.
Y pues, inicie sesión, si, nuevamente, era algo vicioso.
Pero hice bien al entrar, porque Carlos estaba en línea, estaba tan feliz y enojado al mismo tiempo.
—Hola Carlos —le dije.
—Hola, chico guapo— Respondió.
—Quedé un tanto intrigado con tu pregunta sobre si tengo alojo en mi casa para ti, ¿por qué preguntas?
—Porque quería saber, ya que iré a Chile, en un par de días a conocerte.
—¿Qué? ¿De qué mierda estás hablando Carlos? ¿Cuándo va a ser?
—Creo que este martes.
—Solo faltan 2 días!.
—Sí, bueno me voy, lindo, cuídate.

Se desconectó.
Wow!Estaba tan enamorado de ese chico, sé que enamorarse de alguien por una red social era un tanto estúpido, o eso era lo que yo pensaba antes.
Después de hablar con ese chico, me sentía un poco incómodo, nervioso, feliz , ansioso, sentia tantas emociones al mismo tiempo.
¿Qué haré cuando lo vea?
¿Me estaré arriesgando con un chico de 21 años?
¿Le gustaré?
Tenía miles de dudas, pero lo que mas me preocupaba era mi maldita timidez, me odiaba en ese momento.

Pues, un día antes de que Carlos llegara a Chile, nos comunicamos por mensajes de textos, y no por la red social.
Él se notaba muy feliz de venir, o eso creía yo. Quedamos en que yo lo iría a buscar al aeropuerto a las 3pm.
Llegó el día y la verdad es que no dormí nada después de hablar con Carlos.
Comenzé a arreglarme super temprano, creo que eran como las 9am. ¿Cuándo yo me había levantado tan temprano?.
Ya estaba listo y recién eran las 11.
Me llegó un mensaje de Carlos diciéndome que ya estaba en el aeropuerto. Yo en verdad no entendía nada. ¿Por qué estaba tan temprano allá?
A si qué sólo salí de mi casa y me largué hacia el aeropuerto, tuve que tomar un millón de autobuses. Cuando finalmente llegué.
No lo encontraba por ninguna parte, y tampoco había llegado ningún avión desde México.

Estaba triste, quería llorar, pero me resigné. Lo esperé por 30 minutos o más, no recuerdo exactamente.
Ya me estaba por ir, sin lágrimas, no me importaba.
De repente escucho a alguien que venia corriendo y agitado, y dice mi nombre casi sin voz.
—JAVIER!—Gritó.

Me volteé a ver quién era, ¿y saben qué? Ahí estaba él , era tan hermoso, su piel morena y ojos café intenso y pelo corto, era perfecto.

Solo lo abrazé.
Y con sus brazos fuertes el también lo hizo.
No lo quería soltar, y por lo visto el tampoco a mi.
Después de eso, nos fuimos del aeropuerto, y nos fuimos caminando hasta mi casa.
Charlamos todo el camino hasta llegar a mi casa.
Wow, no paraba de hablar, pero no me importaba, me gustaba mucho su acento.
Pues y yo, solo escuchaba.
¿POR QUÉ SOY TAN TÍMIDO?—Me dije.
Llegamos a mi casa, era tarde ya, 9pm, para ser exactos.
Estaba mi madre y mi abuela cenando y viendo noticias por la televisión.
Abrí la puerta y mi madre me dice:
—Javier, ¿dónde estabas?
—Eh, hola mamá—dije irónicamente— pues fui a buscar a un amigo al aeropuerto.
—¿Y por qué no avisaste nada?
—Mamá—dije con los labios entrecerrados.
—¿Quéue? Me respondió.
—No empieces con tus regaños, tenemos visita—dije con el ceño fruncido.
—Ah si, hola, mucho gusto—dijo mi madre.
—Hola, señora, el gusto es mio—dijo caballerosamente Carlos.
—¿Quieren algo de comer?—dijo mi madre.
—No, estamos bien, iremos a mi habitación.

Después de eso, le pedí disculpas a Carlos por lo sucedido.
—No hay problema—dijo— tengo una madre igual.

Me reí.

—¿Dónde dormiré yo?—preguntó.
—Donde tu gustes—respondí.
—Pues, ¿puedo dormir contigo?
—Si, claro, no muerdo.

Comenzó a sacarse la ropa, y yo igual.
Se quedó con los bóxer y nada mas, y pues yo igual.
Por dios, era tan sexy, me gustaba mucho.

Nos acostamos, y como mi cama era un poco pequeña, me tuvo que abrazar para que él no cayera al suelo.
Estaba de espalda, y él detrás mio. Era espectacular, conversamos y reímos, era tan divertido.
Y pues pasó lo que tenía que pasar, hicimos el amor.
Yo era virgen, pero me encantó.
Fue tan genial, tan especial y tan mágico. Sus brazos fuertes, su piel morena, sus ojos con mirada profunda. Lo hizo con tanta delicadeza, era único.

A la mañana siguiente, desperté con una sonrisa idiota.
Pero se me fue al ver que ya no estaba él, ¿dónde estaba él chico del cual me enamoré?

¿Qué merecemos realmente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora