Quedé desconcertado, quería llorar. Lo busqué por la casa, pero él chico ya no estaba.
Me fuí a llorar a mi cuarto, traté de disimular mi llanto, no quería que mi madre me escuchara, no me entendería.Me entró la rabia, y comencé a patear y desordenar toda mi habitación. Ya no me importaba que me oyeran.
En mi momento de rabia, encontré una nota que había caído desde mi velador.
No la quise leer. ¿que diría? , ¿solo me utilizó para pasar el rato? ¿no significó nada para él?. En esos momentos no entendía nada.—¿Estás bien Javier?—me preguntó mi madre.
—Sí, mamá—respondí casi sin voz.
—Bueno.¿Era más fuerte mi dolor qué mí escándalo?
Por fin decidí leer la nota.
''Javier, cuando leas esto significa que ya no estoy contigo. Solo quiero pedirte que me perdones, fue una noche genial, nunca la olvidaré, te amo.
Pero la triste verdad es que tengo familia e hijos, estoy casado hace 1 año''No puede ser.
¿Por qué me había hecho esto?.
Dios, ¿Por qué?No podía dejar de llorar, tratar de comunicarme con él era inútil.
Quería dejar de pensar en ese chico del cual me enamoré y me dejó destrozado, lo odiaba.
¿Por qué yo merecía sentir este dolor? ¿Qué merece él por hacerme esto?
¿Merecemos algún castigo por hacer algo malo? ¿Qué es lo malo o lo bueno?
Las preguntas invadían mi cabeza.Era la noche de ese mismo día cuando decidí ir a caminar un rato, para despejar mi mente.
Decidí vestirme de negro, para perderme en la oscuridad de la noche.Iba caminando, llorando y recordando al chico aquel.
Ví a lo lejos a 5 hombres, gordos y calvos, venían hacia mi, lo cual ignoré, bajé la vista unos segundos para disimular, lo cual no sirvió de nada, me atraparon y me llevaron a un callejón sin salida, la verdad no entendía nada.
De pronto comenzaron a golpearme, tanto que hasta quedé inconsciente. No me atreví a gritar, podía ser peor, además, ¿Quién me ayudaría?
Solo me quejaba por los golpes.
De todas formas era menos doloroso que el dolor que me dejó aquel chico de mirada profunda.
Al día siguiente desperté en el hospital, mi madre estaba junto a mi mientras mi abuela estaba dormida en una silla.
No me acordaba de nada, cualquier intento por moverme era inútil, me dolía demasiado. Mi caso se volvió noticia internacional, hasta Carlos me llamó para preguntarme si estaba bien, incluso amigos que ni sabía que tenia.
¿Esos son los verdaderos amigos, no?
Luego de unos días, los cuales fueron los peores de mi vida, por el dolor, se me acababa el oxígeno, mi vista se hacia cada vez mas débil.Wow! Nunca me había sentido tan bien.
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¿Qué merecemos realmente?
RomanceNo quiero caer en el cliché de las miles de novelas repetitivas que alguien haya leído o escrito, trataré de hacer de esta una historia un tanto diferente.