'' UNIVERSITÄT VERWIESEN''

Bienvenidos

-Espero que todos hallan leído el folleto y las regla -Comenzó a hablar una mujer con una coleta ajustada y uniformada con un saco gris, y pantalón al par - Por ahora ustedes son los primeros residentes de este gran instituto- Explicaba todo con una voz bastante aguda y molesta para los chicos- Cómo sabrán contamos con demasiadas instalaciones para su comodidad y total educación- Todo la iban siguiendo viendo el lugar y sin prestarle ni un poco de atención- Y aquí- Demandó haciendo parar a todos con su voz un poco más firme y seria- Están sus dormitorios. En cada puerta están sus nombres, por ahora estarán todos en el último piso - Después de esto comenzó a seguir caminando adentrándose al edificio con los chicos detrás de ella- El directivo fue muy amable de ponerles un elevador- Comentó oprimiendo el botón que pedía subir. Las puertas se deslizaron a los mazos para dar entrada a la caja de metal. La instructora entró y los chicos le siguieron igual - Los dejaré en su piso.

El ascensor comenzó a subir.
Todos se miraron entre sí, . Ninguno presentaba ánimos de hacer amigos , menos la chica con un suéter rosa con un unicornio estampado en el.

Las puertas se abrieron al llegar al piso indicado.

-Vendrán por ustedes en la mañana - Comenzó la instructora- En el último cuarto se encuentra su cuidador -Miro a todos y a cada uno lo inspeccionó con la mirada- Bienvenidos- Sentenció y volvió a adentrarse al elevador para así irse.

Todos iban a entrar a sus respectivas habitaciones, pero el sonido de un silbato los hizo a todos buscar de donde provenía y dar con un señor obeso, con tres mechones de cabello tratando de cubrir su cabeza, y un cinturón con un arma eléctrica.

-Bienvenidos sean a UNIVERSITÄT VERWIESEN al parecer ninguno esta de buen humor - Comento riendo un poco - Y menos tu - Señalo a un chico de ojos verdosos y una perforación en su ceja izquierda - ¿Por qué tan enojado, muchacho?

Todos voltearon a ver al chico de la perforación.

-¡¿Qué mierda ven?!- Grito haciendo quitar su mirada de él.

Pero una chica no se intimido, de hecho pensó en utilizarlo. Si creaba un grupo temido, ella sería uno de los lideres del lugar, y nadie se metería con ella.

La chica de cabello castaño se acerco al chico alterado que no podía abrir su puerta con la llave que estaba pegada a ella.

Antes de acercarse a él y llamarlo lo inspecciono con su mirada, el de ojos verdosos y cabello rojo vestía una camiseta de cuadros con las mangas cortadas, unos vaqueros desgastados y botas de punta de hierro con esta raspada. Tenía un collar colocado con la inicial ''M''.

Miro la puerta del chico y cómo había dicho la señora que los llevo al edificio tenían su nombre pegado. ''Michael G. Clifford'' .

-Hey- Saludo la chica, pero chico la ignoro -Me llamo Vilolet -

-Mikey- Hablo el chico.

-Mikey ¿Tus amigos te llaman así? - Violet comenzó a tratar de formar una amena conversación y conseguir amistad con el chico.

-No tengo amigos y no necesito - Demando entrando abriendo por fin la puerta de su dormitorio, pero antes de cerrarla Vilolet la abrió nuevamente.

-Pongamos algo en claro -Comenzó a decir con voz demandante - A mi no me cierras las puertas en la cara- Dio un paso a Michael tratando de intimidar, pero este no se inmuto- Yo no quiero ser tu amiga - Se paro a dos pasos de él -Quiero hacer un trato contigo.

-¿Conmigo? ¿Un trato? - Y sin más comenzó a reír- Eres una niñata.

Sin verlo venir Michael ya tenía una mejilla ardiendo por el gran puñetazo que Violet le había otorgado.

-Quiero que comencemos un grupo - Comenzó a hablar nuevamente con la atención ya dada de Mikey - Todos ya te temen por la escenita dada de di al mandarnos al carajo- Se miraba sus uñas cómo si fueran más interesante que el chico con la mejilla roja- Y me deberás obedecer- Sonrío triunfante.

Miro al contrario, pero antes de poder decir algo Mikey ya había cerrado la puerta y había acorralado a Violen contra ella.

-A mi no me mandas, niñata- Amenazo.

La castaña busco a tientas la perilla de la puerta abriéndola y saliendo corriendo del lugar a su dormitorio.

(...)Todos ya se habían instalado en sus dormitorios, debían presentarse en un par de minutos en la sala de descanso, dónde se haría una actividad de grupo.

Una falda rosa bajaba las escaleras apresurada, pues la chica detestaba el elevador ya que era muy deprimente para su gusto.

El choque de las suelas de sus zapatillas rosas se escuchaba por todos los pisos que cruzaba, llegaría tarde a la reunión. Se encontraba muy animada por la idea de conocer a sus nuevos compañeros.

La melena rizada de la chica rebotaba cada vez que daba un salto a otro escalón.

Llego a tiempo a la sala de descanso que se encontraba en la planta baja del edificio.

En la sala se encontraban todos, o eso parecía. La chica tomo asiento en un sofá rojo junto a un chico de brazos tatuados y una expansión en su oreja izquierda.

-Hola - Saludo la chica- Mi nombre es Paula y adoro el rosa, deberías tatuarte un oso rosa en tu brazo -Comenzó a parlotear la chica.

-Cierra tu boca, me estresas niña- Ladro el chico.

-Dime tu nombre - Pidió Paula dulce.

-Lukey - La miro - ¿Ahora me puedes dejar en paz? -Pregunto haciendo la acción de tronarze los dedos para parecer amenazante.

Paula sólo se quedo en silencio hasta que entro por la puerta un chico hablando por telefono con una voz demasiada subida de tono.

-¡Eres un hijo de puta! -Gritaba al aparato- ¡¿Cómo pudiste enviarme a esta mierda de lugar?!... Cómo sea.. Ája... Púdrete- Y sin más colgó. Miro a todos y una sonrisa divertida se formo en sus ojos -Soy Sammy- Dijo y saco un sobre de su bolsillo de sus vaqueros.

Al otro lado del lugar estaba Violet estudiando al chico arrogante, y al ver que había sacado un sobre con lo que ella ya sabía que contenia, se levanto del sofá y se dirigió hasta él.

-Hola, Sammy -Se colocó firme frente a él -Yo soy Violet - Extendió su mano para saludar al chico, y al tener la mano del contrario en la suya le torció el brazo golpeándolo contra una pared -Y la única persona que meterá mierda a este lugar, soy yo.