Capítulo VII

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Castigo.

Cuando las clases acabaron me dirigí hacia el laboratorio, mi hermana se había ofrecido a llevarme la mochila, yo asentí y le di mi mochila negra.

Iba por los pasillos, todos me miraban y susurraban, y ahora tendría que fregar y colocar el laboratorio entero, Hide vino corriendo detrás mía para alcanzarme.

-Es la primera vez que me castigan...- dijo asustado- mi madre va a matarme.

-Te dije que fueras a clase- le regañé.

-¡PERO TU TAMPOCO FUISTE!- acusó el rubio.

-Ese no es el punto- le reclamé, llegamos al laboratorio y yo abrí la puerta para encontrarme una imagen sobrecogedora (notese el sarcasmo)

- Aprecio tu capacidad de dormir en cualquier lado, de verdad, es realmente increíble- dije cruzándome de brazos.

El chico se limitó a abrir uno de sus ojos azules, sonreír y volver a dormir, Hide, que estaba a mi lado no salía de su asombro, todos trataban con respeto a los Sakamaki, que Aruma hablase con total naturalidad con uno era impresionante.

-Déjame adivinar por que estas aquí... ¿te dormiste en clase?- volví a preguntar risueña.

-Que lista eres Tasaki, mereces un premio- dijo el chico mientras se levantaba del suelo y se tallaba los ojos, ahí es cuando pareció darse cuenta de la presencia del humano- ¿Que hace él aquí?

Hide se puso muy rojo y empezó a limpiar su gafas mirando a otro lado, podía parecerse físicamente a mi Ren, pero estaba claro que el comportamiento era completamente distinto, me llevé la mano a la cara.

-Está castigado por seguirme y saltarse sus clases- aclaré.

El rubio miraba al humano sin expresión en su cara, nada raro en el.

-Soy Sakamaki Shu, un gusto- dijo extendiendo la mano hacia el otro rubio.

-Yo soy Sichiro Hide- dijo nervioso y muy rojo.

Miré a mi alrededor, el laboratorio estaba hecho un asco, suspiré frustrada, justamente ahora que estaba cansada, quería irme a mi casa y dormir... no podía, porque un viejo amargado me había castigado.

-Será mejor que acabemos esto cuanto antes- me remangué y saqué un chupachups, agarré el palo del caramelo y me lo llevé a la boca, al ver que ninguno de los dos se movía me frustré- ¡pero no os quedéis ahí parados! Ren... quiero decir, Hide, ve al cuarto de la limpieza y trae la escoba, la fregona y el cubo- yo me quité la chaqueta del uniforme y me remangué las mangas.

Hide asintió con decisión y salió corriendo, miré a Shu, que estaba sentado en una silla... durmiendo, señor mío dame paciencia.

-Oye Barbie, despierta- dije zarandeándolo, no me daba la gana que se quedara durmiendo.

-No voy a hacer nada de eso, ya que no se hacerlo- dijo sin abrir los ojos.

-Mira bonito, te levantas o uso mis poderes en ti, ves lavando los instrumentos, yo colocaré las estanterías.

Me dirigí hacia estos muebles y pude oír el sonido del grifo abierto, sonreí y me giré, se había quitado la chaqueta de los hombros y el jersey que solía llevar, al igual que yo se había remangado la camisa, realmente pensaba que no me iba ha hacer caso, llevaba ya un rato ordenando los frascos cuando de repente unos brazos rodearon mi cintura, me tensé ante este contacto.

-¿Que estas haciendo?- susurré aun con un tarro de sulfuro de cobre entre mis manos.

-Tengo sed...- susurró el también cerca de mi oído, yo tragué saliva, Shu me apartó el pelo del cuello, y lentamente, como torturándome se fue acercando a mi cuello, cuando pude sentir la boca del chico, dejé el tarro en la estantería, cerré los ojos y me aferré a las manos del rubio justo a tiempo para sentir como sus colmillos perforaban mi yugular, podía oír los ruidos que hacía al tragar, cuando acabó yo me giré hacia él, esto no se iba a quedar así.

El nuevo clan {Diabolik Lovers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora