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Querida Chloe:

Lamento mucho hacer esto, pero creo que es lo correcto, para ti y para mí. Y no, no voy a volver a intentar acabar con mi vida ni volver a caer en las adicciones, simplemente es el hecho de ya no escribirte, y si, tal vez estoy exagerando respecto a esto, tal vez simplemente debería dejar de escribirte y ya y no hacer una carta, tal vez no es la gran cosa, pero para mí si lo es.

Es que, ¡Rayos, Chloe! En serio te quiero, siempre vas a ser la persona más importante de mi vida y ya ah pasado un año desde que te fuiste, no puedo superarlo, siento que fue ayer cuando me mostrabas aquella nueva sinfonía de Mozart que habías practicado durante semanas, cuando llegabas con esa sonrisa (falsa) a nuestro departamento por el simple hecho de haber aprobado química o historia, que eran las materias que más te preocupaban, cuando los fines de semanas te desvelabas por terminar una nueva obra de arte y tú única compañía en esas noches eran ese maldito cigarrillo y aquel café negro que tanto odiaba, cuando me decías que no te llamara por tu nombre y te diga Océano, aunque nunca entendí porque, si Chloe es un nombre hermoso, solo por el hecho de que tú lo llevaras, cuando me invitaste por primera vez a sentarme contigo en aquella cornisa, cuando conseguiste un voluntariado en el hospital y después de unas semanas me contaste que querías ser doctora, cuando me dijiste que ibas a dar una vuelta a la bahía porque te sentías mal y necesitabas la brisa del mar, pero no te fuiste sin antes decirme que me querías y que nunca te olvidara, claro que entonces no entendía el porqué de tus palabras hasta que luego de unas horas no volvías y decidí ir a la bahía a buscarte, para encontrarme con la sorpresa de autos de policía diciéndome que te habías ahogado en el Océano del Pacifico... voluntariamente y varias personas intentando sacar tu inerte cuerpo del Océano.

Y todavía siento culpa por eso, debí haberte cuidado, debí haber notado cada sonrisa falsa y cada mirada triste, pero no lo hice y ya es demasiado tarde.

Aunque me sorprendió un poco que no hayas dejado una carta explicando tu muerte, pero creo que luego entendí, odias las despedidas.

Sobre mis padres...digamos que después de tu muerte fue su gran decepción, y no supe nada de ellos en todo un año, no te culpo por eso, cada uno comete sus errores y ellos cometieron los suyos al igual que yo.

Ha, y Lucy, sale en una semana de ese centro de rehabilitación ¿No es genial? Claro que deberá quedarse en ese infierno de hospital unos meses más, pero al menos ya podrá recibir visitas. (Deséame suerte)

Y sobre Steven... No hay que involucrarlo en esto, no lo merece.

Me siento un poco (muy) demente al escribir esto, como si estuviera hablando normalmente con una persona... de carne y hueso, pero como decía una de nuestras películas (y libros) favoritos "las mejores personas lo están"

Chloe, quiero que sepas que esto no es una despedida (porque las odias), es un hasta luego, yo en cualquier momento deberé morir (es el ciclo de la vida) y cuando eso pase podremos reencontrarnos

No quiero que pienses que quiero olvidarte o algo así, solo que yo debo seguir con mi vida y estas cartas para recordarte de cierto modo hacen que sienta una culpa inmensa, escribirte y que no estés aquí, duele de una manera que ni te imaginas y obviamente nunca podré olvidarte, eres especial y única, cada canción que escuche, cada vez que vea un piano, acuarelas, un cigarro tirado en la calle, la cornisa, helado de vainilla, el océano y muchas cosas más me recordara a ti

Siempre te recordare, como una vez dijo Mario Benedetti

"Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón"

Te quiero mucho, hermanita

ATENTAMENTE

Tu hermano, Samuel

(...)

Termine de escribir aquella carta, la doble delicadamente hasta formar un barco de papel y me dirigí a la bahía.

La brisa oceánica golpeaba suavemente mi cara, camine hasta el puente y me arrodille al pie en donde el puente finalizaba, mire el Océano del Pacifico durante unos segundos para luego arrodillarme y extender mi mano que sostenía el barco de papel y dejarlo caer, permitiendo que sea libre

-Al igual que ti, Chloe- susurre con una sonrisa, observando como el barco de papel se alejaba suavemente guiándose por la corriente del Océano

Y después de todo

Te convertiste en el Océano

Y yo en un barco de papel



Barcos de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora