Capítulo 4:

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Después de tan larga tardecita metido en la pile, salí.

Me bañé, me preparé bien fachero como para después y me quedé con mi amigo tirado en el sillón. Obviamente, tomando algo.

Me había puesto una remera celeste con la frase "infinite" en blanco; un pantalon de jean algo apretado -no tanto- bien azul, azul francia, rajado en ambas rodillas, unas zapas deportivas marca adidas y una simple camisa a cuadros atada con un nudo alrededor de mi cintura. Me encantaba dejarmelas de adorno.

Eran las nueve de la noche. Tomandome el pelo y acomodandomelo suavemente hacia un costado, caminé hacia la puerta de entrada. Sonaba el timbre. Abrí. Eran tres chicas, lindas -pensé.

Me saludaron con un beso ruidoso en la mejilla derecha, una de ellas dejándome marcado su sexy labial rojizo. Les dije que se pusieran cómodas, que ya empezaría a venir la gente y eso.
El dj empezó a poner música fiestera pero tranqui. Las chicas estaban paradas hablando con Nano en el living.
Y yo iba y venia con preparativos. Sonó el timbre, ¡Sorpresa! -Gritó mi querido amigo Eijo, entrando con dos chicas a sus costados, y unas más que le seguían por atrás.
Ponete cómodo bro -le dije. -allá en la heladera o si no en el otro freezer está lleno de bebidas, saca lo que quieras tomar. -me asintió con la cabeza.

Para no andar abriendo y cerrando cada dos segundos la puerta, la deje semiabierta. Hice igual con la trasera del patio, igual como la parte del fondo eran vidrios decidí por dejar abiertos ambos ventanales. Eran pasadas las diez y media de la noche y entraba y salia gente por ambos lados. A decir verdad mi departamento era gigante, ideal para este tipo de fiestas.

Mis otros amigos de la banda a parte de Nano y Eijo me habían dicho que vendrían tipo once, o más tardar doce. No me preocupe. Empezaba ya a resonar la música, por todas las paredes.

Doce de la noche. Ya rebalsa de tanta gente. El living repleto, jóvenes en los sillones chapandose, otros tocándose. Cocina comedor, sección de fumancheros... Borrachos por todos lados. Mi habitación inundada de amigos teniendo intimidad. Yo en el patio bailando en el medio, rodeado de chicas lindas. Nano bailando en zunga con dos birras en la mano.. ¡Que explote la fiesta!

Me gustaba tomar, pero me controlaba al hacerlo, no me gustaba tomar en exceso. Y menos ponerme borracho. Controlaba mis impulsos. Pero esta era una excelente noche. Hermosa. Primera vez que hacia una joda así en mi departamento, era como inaugurarlo. Siempre lo use y a decir verdad le di buen uso, (llevaba todos los días a alguna chica) pero así de fiesta, amigos, cerveza; nunca.
Bailé hasta transpirarme, chapé hasta secarme los labios, chamuyé hasta que me dijeran no -imposible, nadie se resiste a mi-. Acomodandome una vez más mi sedoso pelo hermoso, fui hacia el freezer, abrí y saqué una birrita.
Escuché una voz dulce diciéndome, -hola, podrías alcanzarme una? Gracias. Voltee sonriendo a ver y era una rubia hermosa, de contextura un tanto baja igual no mucho. Fue algo así como amor. Pero no. Yo no era de enamorarme. No gracias. Le alcancé una cerveza. -toma, hsa -le guiñe un ojo. -gracias -me dedico una sonrisita pegajosa.
Volví adonde estaba -en el medio rodeado de minas- bailé bailé y bailé.
Me paré un segundo a tomar unos tragos más de cerveza cuando de pronto retrocedí un paso hacia atrás -no estaba borracho- me tomé el pelo y lo lleve a un costado como siempre.
Me di vuelta y sin querer le rocé el brazo. Era la rubia. La llevé hacia algún otro costado y empezamos a hablar. Re canchero. La chapé.
Me dio un apretón en la cintura y se ve que le gustó que siguió con el beso. Sentía su lengua por toda mi boca. La tomé igual de la cintura entrelazando mis brazos con la botella de cerveza y seguí. Le di un beso bien apasionado. Parecía que nos teníamos las re ganas. Y así fue.

Le guiñé el ojo -asintiendole de ir adentro. Y me siguió. Dejé la botella que llevaba arriba de la mesada. Le agarré la mano apretándola suavemente y la llevé. Entramos al baño, corrí de las piernas a un borracho que estaba acostado hacía afuera. Cerré la puerta y nos quedamos encerrados. La senté al lado del lavatorio de manos, -la mesilla donde se guardan los accesorios- y empecé a chaparla. Me sacó la remera y desprendió mi pantalón. Le arrebaté la puperita con mis manos enormes de un zarpaso y su corpiño. Empezó a lamer y chupar. Excitadisima la rubia. Saqué un preservativo del cajón en donde se guardan antibióticos u botiquín y me lo puse. Le subí la pollera, bajándole la colaless y la penetré. Estuvimos casi media hora. Me rasguñó hasta la cola. Terminé besándole las tetillas y salí en bóxer. Sin remera, sin nada.

Fui en busca de otra cerveza, estaba acalorado realmente. Tomé hasta la mitad. Fui al patio, tome distancia y me tire de bomba a la pileta. Me empezaron a rodear unas chicas que estaban semi desnudas. Prácticamente faltaba que se sacaran la tanga y listo. Estaban en topless si así se dice. Me sentía el rey. Abajo del agua me tocaban todo. Y como no si estoy re marcado, tengo lindo culo, y un pene que ni te cuento.

Me chaparon unas tres chicas en la pileta. Fue ese beso bajo el agua que más de uno sueña todos los días. Pero a mi me daban dos por uno, hasta me tocaban la cola mientras chapabamos. Realmente era el fucking rey.

Me quedé como una hora zambullido en el agua.
Salía y bailaba. Me tiraba y chapaba. Y así sucesivamente. Seguía en ropa interior, como verán. Igual no era el único, además de algunas chicas. Bailaba y saltaba y mi bulto se movía para todos lados, realmente hasta él se descontrolaba. Entré adentro un rato, esta vez buscaba una coca-cola. Saqué la botellita de vidrio de la heladera y de curioso sentí escuchar a Nano gritar y gritar. Pensé que lo estarían matando, me desesperé. Seguí los gritos hasta llegar a mi pieza. ¡Toma vos! el gordo se da con toda, -dije. Entreabri la puerta y vi que estaba acostado con dos minas saltando en sus bolas. Mira vos el que se iba a portar bien hoy, -volví a decir largando una carcajada.

La fiesta se iba al carajo de tan buena que estaba.

Después de un rato de tomar gaseosas bailando. Me rodearon cinco chicas bellas. Me tocaban todo. Me deseaban realmente. Una de ellas dice, -chicas, y si hacemos una orgía? -una de las otras le responde, -con Occhiato! no da más de sexy, me lo violo todo, -le guiñe el ojo y largué una carcajada.-pero ustedes si que están buenas, ¡nenas! -resalté.

Ese fue un pase, y no a una final.
Me llevaban como atado. Una me agarraba la mano izquierda, otra la derecha; la otra iba enfrente apoyando su cola en mis cosas y las otras dos agarrándome las nalgas.

Es raro pero Nano salia de mi habitación en pelotas, me preguntaba una y otra vez si ya estaría borracho. Tremendo despelote era eso. Ja ja ja.

Me pecharon a la cama y empezaron a chaparse una con otra y la que quedaba sola lo hacía conmigo, y así un rato laaaaargo. Chapaban de lengua, me baboseaban todo. Empezaron a desnudarse en frente mio muy alocadamente. Dos se me arrimaron para que les bese los senos. Y las otras me besaban mis otras partes. La fiesta siguió y siguió. Era el rey, nuevamente.
Era un oso en la pradera. Era un cogedor compulsivo. Entraba y salia, una y otra vez. Me baboseaban todo. Desde el dedo chico del pie hasta el último pelo de la cabeza. De a ratos entre ellas y yo a cada una, todos sentíamos placer. La que era más brava era la morocha, se me sentaba arriba y me hacía sentir las estrellas, pero no de dolor si no de orgasmo. Mis bolas rebotaban tanto que a veces pensaba que saldrían volando a otro continente. Apretaba mis labios cada vez que la pasaba bien. Cerraba mis ojos y volaba. Eran las cinco de la mañana -volteé a mirar a un mini-reloj de la mesita de luz- Estuvimos una hora y algo sin parar. Tenía los ojos ojerosos y la cara luminosa.
Que noche tan noche -pensaba. Salieron tironeandose y acomodándose la ropa de la habitación mirándome de reojo, -les sonrei y fui al baño en busca de mi pantalón.
Me lo puse así nomas, como para no andar tan desnudo. Aunque estaba tan transpirado, me sentía más caliente que recién salido de una cama solar.
Me lo abroché y salté nuevamente a la pile.

Si, les parecerá medio loco todo esto.. y más porque fui medio detalloso o..¿mucho? pero así era yo: un loco joven que su meta mas importante era salir de joda con amigos y encamarse con mujeres. Desde que tengo uso de razón soy así, o digamos que desde que empecé a darme más cuenta de las cosas o de la tal realidad... Recuerdo que mi primera vez fue a los trece años, sí, trece, leyeron bien. Debuté a esa edad. La mayoría que se entera dice, "¡Pero que avanzado!" no sé si será así, es que yo solo quería experimentar. Y ya que estaba entrando a la pubertad aproveché. De pendejo no habré sido ni la mitad mas o menos de fachero que lo soy hoy en día, o capaz si lo era, porque por algo tenía levante, y por algo debuté a esa temprana edad con una chica linda.

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⏰ Última actualización: Apr 12, 2016 ⏰

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