Fracking zombies Nueva Jersey (2)

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-te tengo una condición-. Le dije.
-¿Qué quieres? ¿Sexo?-. Me contesto ella.
-no quiero tener sexo contigo, quiero saber por que el sujeto dijo que no era bueno que nosotros nos enteráramos de quien eras, quiero una explicación-. Le dije.
-está bien... Pero no puedes decirlo a nadie-. Cassandra me dijo.
-de acuerdo.

Seguí caminando por el edificio. Vi que nuestra camioneta estaba en un lugar cerca del estacionamiento de la refinería. Ahí estaban Murphy y Doc. Había varios zombies alrededor del carro. Estaba preparado para matarlos. Doc se bajó del carro y apuñalo a uno en la cabeza. Demonios. Un zombie menos que matar. Dispare.
-1058-. Me dije a mi mismo.
-1059-. Añadí. Dispare nuevamente.
-¡y con ese son 1060, buen tiro chico!-. Grito Doc mientras Murphy se alejaba con la camioneta. Decidí bajar y unirme de nuevo al grupo. Y ahí estaban, dos botes de 20 galones de gasolina. Perfecto. En eso escuche que algo de estrello, Murphy choco la camioneta. Excelente. Tenía que ser el sujeto más estúpido del mundo El Salvador de la raza humana. La gasolina comenzó a tirarse. Sabía que eso explotaría. Garnett trato de bajar a Murphy del auto, pero el no quería, así que Garnett comenzó a golpearlo para poder bajarlo.
-esto es más fácil en las películas-. Dijo Garnett. Se dirigían zombies hacia ellos. Así qué dispare.
-1061-. Conté.
-gracias-. Me dijo Garnett.
El auto exploto. Simplemente deje de oír un momento. Me desmaye por unos segundos, pero me levanté y seguí, tome los botes de gasolina y los lleve.
-ahí viene-. Escuche decir a Doc.
-Encontré a estos dos-. Afirmé mostrando la gasolina.
-amigo eres un Dios-. Me dijo Doc.
Le pase los botes de gasolina a Cassandra y Addy y subí a la camioneta. Empezaron a conducir y mire alrededor para admirar el paisaje. Después me canse de ello, así que mire hacia otro paisaje. Mire a Cassandra. Recordé todo lo que ella me había dicho, hasta que me percate que tenía algo .
-Disculpe señorita...- le dije amistosamente. Me volteo a ver. Sus ojos tenían tristeza y enojo al mismo tiempo. Aún así eran hermosos.
-tiene un dedo en el cabello-. Cuando le dije eso lucía confundida, después se dio cuenta que era verdad, ella tenía un dedo en el cabello. Lo retiro de su melena con cara de asco, y yo pinte una sonrisa en mi rostro.

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