Sinopsis

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Lo miro corriendo por las amplias avenidas de el centro, su pelota es lanzada a tanta velocidad hacia los autos que viajan tranquilos por las calles. Se ríe y siento mi estómago girar, mi ojos abrirse y las manos sudarme. Me dirige la vista y sonríe saludando con su mano mugrienta, hago lo mismo dejando a un lado la revista que llevo entre los dedos e intento no hablar.

—Ven a jugar un rato Jady— gritonea el niño tomando el balón en sus brazos. La mugre sobre su rostro se mezcla con el sudor haciéndolo lucir aún más divertido de lo normal pero ni así puedo animarme a acercarme a él.

—No puedo— me excuso poniéndome de pie —, tengo que ayudar a mí mamá a preparar la cena y llevo puesto un vestido nuevo que no puedo ensuciar.— concluyo a lo que él asiente, tuerce los labios antes de despedirse con con la mano e irse.

Noah Centineo, es el primo de una de mis mejores amigas en el colegio. He pasado la mitad de mí vida enamorada de él -patético- debo admitir que era un chico demasiado peleonero y por eso evitaba el menor contacto con él, no le daba miedo absolutamente nada. Sé que puede ser un tanto peligroso para mí pues yo no tengo ninguna posibilidad de ser tan explosiva o tan siquiera algo extrovertida. Nunca me hizo daño, nunca me trató mal, al contrario; siempre me invitaba a jugar con él y con su prima, de haber sabido que ese día iba a ser el último en el que lo vería habría jugado con él toda la tarde. Un día después de aquel suceso desapareció de mi vida, se fue con su madre a vivir fuera de Orlando por problemas en el colegio, no sabía que si regreso a la ciudad causaría tanto impacto en mi, no cuando ya lo había comenzado a olvidar. Sólo puedo decir que yo soy el agua y él es el fuego.

Aunque no sea para ti  /Noah Centineo/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora