¤ JM ¤
Llevo años negando una evidencia que cada vez está más clara:
Siempre he tenido dudas sobre mi posición sexual.
Tenia dudas y quería confirmarlas.
Lo que si sabía era que nunca me habían gustado las tías.
Ahora lo puedo decir, bien alto.
Nunca me han interesado lo suficientemente como para salir de fiesta por ellas o como para dedicarles parte significativa de mi tiempo.
Follar con tías no ha puesto para mi nada del otro mundo.
Solo lo hice con aquellas que la tenía fácil, osea, que sabía que ellas querían.
Por eso resultó tan significativo en mi vida lo que ocurrió aquel día cuando decidí pasar a la acción y comprobar de una vez por todas aquella duda que me carcomía desde hacía tantos años.
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– Por aquella época estaba estudiando en la universidad y compartía piso con unos compañeros de clase.
Para evitar sospechas les dije a los de mi piso que iría a casa de otros compañeros de clase que a beber y ver vídeos de YouTube.
Le pedí a un compañero que me dejara su moto; cogí el gaymap que tengo desde hace ya más de tres años y salí a la calle a buscar un acercamiento a mi primer experiencia gay.
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