Jungkook quiso lanzar su almohada contra el despertador cuando el estrepitoso sonido retumbó en el cuarto vació e interrumpió su sueño. No había dormido bien durante todas esas semanas y consideraba casi sagrados los pequeños momentos donde lograba conciliar un descanso para su agotado cuerpo. Sin embargo, por más que lo desease, el sonido no se detuvo y sabía que era momento de levantarse.
Se sentó con esfuerzo en la cama y observó la hora que marcaba el despertador. "8:24 a.m.", era más tarde lo usual. Sus horarios solían iniciar cerca de las 5 de la mañana y el pequeño apartamento se convertía en una batalla campal entre siete jóvenes que debían bañarse, vestirse y desayunar en menos de una hora, solían tener entre cinco o seis actividades en su agenda del día.
Jungkook no pudo evitar preguntarse porqué se estaba levantando a esa hora, él no cuadraba las alarmas, eran mamá Jin o Rap Monster quienes cada noche acomodaban los horarios de cada miembro. Desbloqueó su celular para revisar sí tenía algún mensaje o llamada de sus compañeros pero al no encontrar ninguna notificación asumió que su ausencia realmente no había sido notada.
Las cosas se habían vuelto de esa forma, pensó con algo de tristeza.
Desde que Jungkook comenzó a actuar de esa forma, había ido alejando a sus hyungs paulatinamente. Había dejado de hablar con ellos, volviendo al silencio de sus días pre-debut, permanecía todo el tiempo que le fuera posible en la sala de ensayo o encerrado en su habitación. Había interpuesto una pared entre ellos y él.
Suspiró mientras se pasaba las manos por el cabello, tratando de peinarlo.
Le gustaba mucho su cabello pero al levantarse este parecía tener vida propia y no querer amoldarse a su cabeza. Tal vez como un reflejo de su propia vida, todo hecho un desastre que él no podía ni quería controlar.
Tal vez era un cobarde, pensó con frustración pero alejó la idea tan rápido como llegó.
Era demasiado temprano como para odiarse así mismo.
Arrastró los pies descalzos por la estancia mientras terminaba de secar su cabello con la pequeña toalla. El apartamento permanecía en un silencio sobrecogedor mientras él observaba con algo de atención aquellas cosas que antes no había notado. Era curioso darse cuenta de aquellas cosas luego de tanto tiempo.
Una fotografía de los siete que adornaba el centro de la biblioteca, o como había una colección de fotos de sus familias alrededor de la grupal. Observo con algo de nostalgia la foto de su propia familia, había sido tomada casi un año atrás, cuando su hermano mayor había ingresado al servicio militar. Jungkook había obtenido el permiso para ir a la ceremonia de ingreso en compañía de Taehyung, que también sonreía a la cámara.
Sonrió mientras alejaba la vista y la fijó entonces en el tablero junto a la puerta de la cocina. Eran los horarios de los siete para el resto de la semana. Dirigió su vista hacia su nombre, comprobando que su cita con la psicóloga estaba agenda para el siguiente martes a la misma hora de siempre, de alguna forma le aliviaba que no lo hubiesen olvidado.
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Calle abajo.
FanfictionJungkook ha estado teniendo problemas. Sus hyungs están preocupados y la compañía sólo quiere tener de regreso al activo golden maknae. Pero, ¿qué es lo que realmente le pasa a Jungkook? Taekook