Ahora serás mía

Capitulo 1 - Un viaje necesario

Las puertas del ascensor se abrieron y salió el guapo Justin Bieber, robando mas de un suspiro por parte de las empleadas, caminando con paso firme y una expresión dura en su rostro, fue hasta su oficina y se sentó detrás de su escritorio en su gran silla de cuero, mirando desde las grandes ventanas parte de Los Ángeles, cuando de repente entro su secretaria con una taza de café y un mensaje que lo dejaría intrigado por lo que restaba del día.

Margaret: Buen día jefe, tengo un mensaje para usted -dijo mientras dejaba la taza de café en el escritorio.

Justin: Dilo Margaret, cual es el mensaje que tienes para mi -dijo soltando un suspiro, los días últimamente eran tan rutinarios que no encontraba satisfacción en absolutamente nada.

Margaret: Llamó el señor Jackson Theodoridis antes de que usted llegara a la oficina, dijo que tiene un asunto importante que tratar con usted, recalcó que es indispensable que en los próximos tres días viaje a Creta.

Entonces un montón de recuerdos llegaron a la memoria de Justin.
-Flashback-
Recordaba su infancia viviendo en Grecia, en la inmensa casa Theodoridis, su padre era uno de los trabajadores del lugar, el supervisor de la recolección de las uvas, para hacer uno de los mejores vinos. Había vivido ahí hasta los 19 años, cuando su padre falleció y decidió comenzar solo su nuevo imperio, para callar a aquellos que una vez dudaron de él, y conseguir todo lo que una vez le negaron, como aquella chica que tanto anhelaba para él, aquella que inundaba sus sueños y se apoderaba de sus latidos cuando estaba cerca, pero que le fue negada por no estar a su altura. Sin embargo, Jackson fue el único que confío en él y lo ayudo a crear su propio imperio, había sido un gran amigo de su padre, y por esta razón no lo desamparó cuando más lo necesitó.

Margaret: ¿Señor esta bien? - preguntó moviendo la mano frente a su cara.

Justin: Si Margaret, reserva un vuelo a Grecia-Creta para mañana a primera hora, creo que es hora de unas vacaciones, aplaza todas las reuniones programadas para las próximas dos semanas.

Margaret: Como ordene jefe.

Justin paso pensando el resto de la tarde sobre que quería Jackson Theodoridis hablar con él, seguramente debía ser algo importante... y no podía negar que pensaba también en una belleza que no veía hace 6 años, aún recordaba ese cabello oscuro y esos ojos negros mirarlo con sorpresa, esos labios rosas y esa fragancia tan dulce y adictiva para él, jamás olvidaría como fantaseaba con poder pasar sus manos sobre ese cuerpo tan perfecto y besar cada rincón de él...
Maldición, con solo recordarla ya tenia una erección, no sabía como después de tanto tiempo aún aquella chiquilla tenía ese efecto sobre él, era increíble que solo su recuerdo removiera tantos sentimientos; pero ya era pasado, se había resignado a volver a verla desde que supo que aquella dulce muchacha había sido apartada de los brazos de su padre Jackson por su insoportable y maliciosa madre.

Lo que debía hacer era concentrarse en su empresa y quizá un poco mas en Vanessa, aquella guapa modelo rubia que se moría por él, los años pasaban y con ellos llegaba la ilusión de una familia, ciertamente no amaba a Vanessa, pero las cosas podrían funcionar en vista del amor que ella decía sentir por él; así que la invitaría a salir después de regresar de su viaje.

A la mañana siguiente despertó temprano y tomó una ducha caliente, había soñado la noche anterior con un largo cabello negro, y unos preciosos ojos oscuros, solo recordándolo sintió que cierta parte de su anatomía se endurecía, así que decidió borrar esos recuerdos.

Se vistió rápidamente con un pantalón y camiseta negra, nada demasiado caluroso para su destino, sin embargo, tomó un abrigo largo de color blanco ya que era una mañana fría en LA, agarró la maleta que había dejado hecha la noche anterior y salió de su casa directo a el aeropuerto. Fue un viaje bastante normal, simplemente se dedicó a descansar.

Cuando llegó a la mansión Theodoridis, recordó cada momento de su vida al lado de su querido padre mientras miraba los extensos viñedos; llamó a la puerta principal y le abrió el ama de llaves, Yasmina, quien al verlo se lanzó a sus brazos y lloró de la impresión.

Yasmina: ¡Oh! Hijo mío, eres tú, no lo puedo creer -dijo secándose las lágrimas y dándole un caluroso abrazo de bienvenida.

Justin: Si Yasmina soy yo, Justin -le dijo mientras la acogía en sus brazos y besaba su frente.

Yasmina había sido la mujer que cuidó a Justin desde que tenía dos años y llegó a aquel lugar; cuando nació el pequeño su madre falleció, sin embargo, a Justin nunca le falto amor ni buenos modales, pese a que había crecido rodeado de los criados de la hacienda Theodoridis, ellos habían sido la familia perfecta para él y Yasmina como su madre.... Que en ese momento habló.

Yasmina: Hijo, el señor Jackson te esta esperando en su despacho.

Justin: Pero no le avisé que vendría- dijo extrañado.

Jackson: Pero te conozco muy bien jovencito - río Jackson mientras se acercaba a Justin y le daba un abrazo- sé que jamás me fallarías.

Justin: Tiempo sin verte Theodoridis -respondió Justin sonriendo.

Jackson: Sígueme muchacho tengo muchas cosas que hablar contigo.

Una vez en el despacho el guapo Justin Bieber se sentó frente a Jackson Theodoridis, quien pronto le daría la sorpresa de su vida.

Justin: ¿Para que deseaba verme? -hablo el joven con mucha amabilidad, si algo era cierto es que él no le fallaría al hombre que más había confiado en él.

Jackson: Necesito un gran favor Bieber, eres el único en quien confío -dijo en respuesta el hombre que ya iba por terminar la cincuentena.

Justin: ¿Para que exactamente me necesitas Theodoridis?

Jackson: Necesito que enamores a mi hija, y luego la reclames como tuya -Justin se quedo atónito, pensó que era un sueño, el mejor de su vida- No quiero que mi hija sea como su madre, la dejo en tus manos, sé que entiendes de lo que hablo.

Entonces Justin entendió que por fin se había dado la oportunidad que tanto esperó desde que conoció a la hija de Jackson, _________(tn) Theodoridis, esa indomable mujer ahora seria suya, y ni siquiera su controladora madre lo impediría.

Justin: ¿Pero por qué me pide eso?-dijo un poco confundido- y no me mal interpretes, es para mi un privilegio que me confíes a tu mayor tesoro.

Jackson: Verás la razón es....