El Cielo en sus ojos.

Capítulo 4

Me dediqué todo el año a divertirme, a ir de fiesta y conocer chicos, me resultó bastante bien pues nunca tuve algo serio o formal, sólo pasaba un rato con ellos y luego les dejaba de hablar.

Cuando te destruyen, aprendes a destruir y eso lo puse en práctica.

07 de Agosto, 2013.

Fue un día súper cansado, iba a la estación de bus para ir a casa cuando de pronto Khloe me cogió del brazo.

-Guapa, ¿Más tarde tendremos noche de chicas?-preguntó.

-Claro que si, tu lleva más películas, yo le avisaré a Darlene.

-Terror y romance será, a las 7:00 p.m ¿Va?

-Ya quedamos, cuidate. -Me despedí de ella y luego fui a casa.

Al llegar tomé una ducha caliente, cambié de atuendo y cogí la laptop. Ingresé a Facebook y noté que tenía un mensaje, de un chico al que recién había conocido ese día. Se llamaba Vincent, me pareció divertido, y creí que seríamos amigos. Seguí la conversación y hablábamos de cosas tontas, pero graciosas. 

Llegaron las 7:00 p.m y Darlene junto con Khloe llegaron con una bolsa repleta de dulces. Pasamos una gran noche las tres juntas y nos quedamos dormidas en la sala.

Así pasaron 3 meses más y llegó ese día, el día que nunca borraré de mi mente.

13 de Diciembre, 2013.

Fue un día largo en la escuela, ya era el último mes de clases y todos tenían muchas cosas por hacer.

Llegué a casa y tomé una siesta, desperté en la noche cuando vi un mensaje en mi teléfono, era Vincent, hace tiempo no hablaba con el,por lo cual me sorprendió.

*Conversación de chat*

-Hola Brooke, ¿Cómo estas?

-Pues muy cansada, fue un día muy cansado pero estoy bien ¿Y tu?

-También estoy bien, ¿Quieres salir un rato? Estoy por tu casa.

-¿Ahora?

-Si, ahora mismo.

-Está bien, sólo dame 10 minutos.

-De acuerdo, no tardes.

*Fin de la conversacion*

Me levanté de la cama y me puse unas Reebok, unos jeans y una polera pues esa noche hacia mucho frío.

Salí de casa y el estaba sentado afuera. Me acerqué y comenzamos a hablar un rato. Me pareció alguien muy agradable, luego noté que se hacía tarde y le dije que debía irme, el hizo pucheros y yo sonreí. De pronto volteó mi rostro y me dio un beso en los labios. Quedé sorprendida, era algo que no esperaba.

-Eres muy linda. -Me dijo.

Noté que estaba sonrojada y me quedé callada.

-Sé que sonará muy tonto pero, ¿Quieres ser mi novia?

Y de verdad me pareció realmente tonto, pero me gustó ese beso y acepté.

-Ya. -le respondí.

Me dio otro beso y luego me dejó en mi casa.

Cuando entré tomé conciencia de que había hecho, y sólo me pregunté ¿De verdad soy novia de alguien a quien a penas conozco? Y pues sí.

No le tomé mucha importancia, para ser sincera, pues creí que sólo sería algo del momento, y no duraría mucho.

Pero estaba equivocada.