Bert, the teddy bear.

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Las puertas automáticas de cristal se abrieron mientras entraba en el supermercado detrás de una señora mayor con un bastón. Rápidamente me esquivé alrededor de ella, recogí una cesta antes de arrastrarme por el  pasillo de los vegetales. Omití todos los diferentes alimentos coloridos saludables  y estreche mi objetivo en un pasillo que a regañadientes tuve que visitar.

Resoplé, frunciendo el ceño mientras me asomaba hacia la comida para gatos en el estante superior. Sacudiendo la cabeza me pregunté por qué tuvieron que apilarlo fuera de mi alcance. Ni siquiera era mi maldito gato, pertenecía a una de mis compañeras de piso. Fui nominada a regañadientes esta semana para comprar su comida. Grace había negado a hacerlo por las mismas razones que usé la semana pasada. Principalmente el hecho de que ella no quería parecer una loca de los gatos. Que ahora, inevitablemente, lo soy.  Doblé mis rodillas, saltando. Mis dedos rozaron un par de latas y derribándolos de su equilibrio. Di un paso atrás, mientras caían al suelo. Recogiéndolas rápidamente y poniendo la comida en mi cesta antes de hacer una salida rápida de la sección de mascotas.

Oh, simplemente no era mi día. Una vez más me quedé mirando el estante más lejos de mi alcance. Ahora estaba en una zona más familiar de los supermercados, el pasillo del chocolate. Miré con nostalgia hacia el mayor frasco de Nutella. Ajuste  la cesta en el suelo, puse mi pie derecho en el estante inferior, agarrándome de los del medio con los dedos. Incluso con mi nueva altura  todavía no era capaz de llegar al frasco, que era uno de los últimos en la plataforma, empujado hacia atrás. Rápidamente volteé mi cabeza al oír una risa profunda.

"Déjame agarrar eso por ti." Habló con una voz ronca.

Me bajé, permitiéndole a él inclinarse y recuperar el objeto por el que yo estaba luchando. Su altura imponente hacia que pareciera fácil, sonrió y me entregó el frasco. Mi respiración parecía enganchada en la garganta, era el chico más guapo que había visto nunca. Grandes ojos verdes brillaron hacia mí, su cabello oscuro y rizado sobresalía por debajo de su gorro gris. Casi me derrito por dentro cuando me di cuenta de sus prominentes hoyuelos marcados en sus mejillas.

"Gracias." Hablé en voz baja.

"No hay de qué." Él contestó, siempre con una sonrisa en su rostro.

Me maldije para mis adentros mientras mentalmente me pegaba con las palmas de las manos a mí misma. Esta reunión no podría haber llegado en un peor momento. No solamente tenía mi solitario frasco grande de Nutella.  También emita un ambiente de loca por los gatos.

"tienes un gato?", él preguntó.

"Umm, no es mío, es  de mi compañera de piso."

Él me sonrió.

"Soy Harry." Él tendió su mano para que se la estrechara.

"Teddy". Acepté su gesto, poniendo mi mano pequeña en las suyas.

Su tacto era cálido, lo que contrastaba con la sensación áspera de sus dedos.

"Como el oso." Él se rió entre dientes.

Harry and Teddy (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora