2. Una Noche.

45 4 2
                                    

Por fin, sus labios se tocaron con suavidad. El corazón de el joven le martilleaba en el pecho, y casi podía notar el de Guillermo contra sus dedos mientras se aferraba a su camisa. Le cosquilleaban las zonas del cuerpo donde el muchacho le tocaba, y sintió que iba a explotar.
Se separaron, tímidos, se sentaron y evitaron mirarse a los ojos.
— ¿Por qué?...— pregunto Guillermo cabizbajo mientras intentaba relajar su respiración.
Samuel permaneció en silencio, observando la reacción de su amigo, él estaba deseoso por más, necesitaba calmar su sed de lujuria, tanto tiempo espero por ese momento. En un movimiento rápido pero a la vez cuidadoso, acostó a Guillermo nuevamente. Sus piernas estaban a los costados de la cadera del joven de ojos estirados y sostenía sus manos manos a la vez, para que así no pudiera escapar. Se acercó al rostro del acorralado, y cerró los ojos. De manera lenta rozaba sus labios con los de él, para dejarlo loco de ganas de que lo besara.
— ¿Por qué no?.
Lo beso cortamente en los labios, Guillermo cerró los ojos, se notaba que lo que estaba pasando le gustaba, pero a la vez le asustaba.
— Vegetta, estas borracho— dice de manera rápida, él creía que si dejara que pasara lo que esta apunto de suceder, ambos perderían contacto luego y de apoco se distanciarían, eso hacía que un dolor enorme le dominara en el pecho.En el fondo Guillermo sabía que estaba enamorado de su amigo, pero él no quería que las cosas sucedieran así.
— Eso no importa, te deseo Willy— Le soltó una de las manos y sus dedos acariciaron su pecho. Sus labios se tocaron una y otra vez, sus lenguas jugueteaban sin culpa alguna, parecía que competían para ver quién era más rápido, más profundo, más placentero, ambos estaban deseosos de ese momento.
Guillermo soltó un gemido, se separaron para tomar aire y pudo sentir la cálida mano de Samuel introducirse en su camisa, no tardaron mucho para volver a unir sus bocas. Esta vez con un beso más lento, pero no por eso menos apasionado, dejándolos así sin aire. Samuel se saco la camisa rápidamente para no separar sus bocas por mucho tiempo. Guillermo hizo lo mismo. Con besos candentes, Samuel fue bajando desde el cuello de Guillermo, que soltaba leves gemidos, hasta su ombligo.
— Samu, porfavor, detente...— las fuerzas se le iban, ya no quería continuar. De forma seria Samuel se alejó y miro a Guillermo, la cara del ebrio expresaba tristeza y a la vez decepción. Estiró su mano y la pasó por el pecho de su amigo. Se acercó a él y le mordió en el oído, se pudo escuchar un gruñido saliendo de la boca de Willy.
— Déjame acerté mío, porfavor— cargo su cabeza en el pecho del mismo— Si me sientes asco, lo entenderé, pero ya no puedo soportar verte con otras personas. No quiero que nadie te toque como lo acabe de hacer. Solo será esta noche, si quieres dejarme de hablar luego, te comprenderé. Te quiero Guillermo, es en serio.
Samuel miro a los ojos de su amigo, este esta boquiabierto y con los ojos cristalizados. Desde hace mucho, está esperando escuchar esas palabras, pero siempre tuvo miedo al rechazo. Intentaba olvidar sus sentimientos hacia su amigo con chicas, pero nunca lo logró.
— Samu...— dijo en un susurro y con la voz quebrada— Hazme tuyo, Samu.
—¡¿Qué?!— exclamó sorprendido.
— Yo también te quiero.
Sin pensarlo dos veces volvió a unir sus labios con los de su amado una y otra vez, sus lenguas estaban en guerra, ninguna quería perder la batalla. Samuel empezó a bajar los bóxers de Guillermo de forma lenta.
— ¿ Lo dices en serio? ¿ Me quieres,de la misma forma que yo a ti?— interrumpió el beso. Guillermo solo volvió a unir su boca con la de Samuel. Era todo lo él necesitaba saber.

— Chiqui...— cantaba Samuel, con toda la felicidad que puede caber en su cuerpo— Despierta, que e cocinado algo delicioso para desayunar.
De forma lenta y perezosa Guillermo se levanta de la cama, y va al baño, al mirarse al espejo, nota que esta desnudó, empieza a recordar todo lo que pasó en la noche. Se tapa la boca con ambas manos. No sabía si lo había soñado, o era todo real, de todas formas, había sido perfecto. Decide tomar una ducha rápida, para bajarse a desayunar.
Samuel está en la cocina, había preparado Wafles de fresa para desayunar, para darle energía a Guillermo, después de la noche que tuvieron. Guillermo va a la cocina algo tímido, y se sienta. Aún que lo que había pasado en la noche anterior, hacía que la timidez se apodere de el, y no lograba mirar a Samuel sin ruborizarse totalmente. Empieza a comer y una sonrisa se le escapa, estaba delicioso.
Samuel se sienta y mira a Guillermo con una sonrisa tonta en la cara. Se notaba que estaba loco por la persona que estaba a unos centímetros suyos.
— ¿Te gusta?— pregunta ya siendo conocedor de la respuesta, pero lo hacía para complacerse.
— Esta muy bueno, delicioso la verdad— responde sin mirar a la cara a Samuel. Este se molesta un poco, pero decide ignorarlo.
— Voy a salir con Frank, espero no te moleste— dice mientras se levanta para salir de la casa y encontrarse con su amigo.
— Por supuesto que no, cuídate— vuelve a responder seco y cabizbajo. Samuel se acerca y le toma de la barbilla a Guillermo, acercándose lentamente, Guillermo cierra los ojos, pero Samuel se detiene a unos milímetros de su boca, estaba agitado y él más que nadie deseaba que ese beso sucediera, pero al darse cuenta que no pasa, abre los ojos. Al ver que Samuel está tan cerca su rostro cambia de color a un rojo intenso.
— Mírame a la cara—. Dijo corto, y sus labios hicieron presión. El sabor dulce de los labios de Guillermo acompañarían a Samuel toda la mañana. Contento, sonrío luego del beso, se separó, y salió de la casa. Dejando a Guillermo deseoso de más.

~~~~~~~~
Waaap! Sé que fue corto, pero estuvo intenso, no? 7u7 Cambie la forma de narrar, no se me da bien la otra forma. Se nota!. Lo sé, intentare cambiar el episodio anterior 7-7. Espero les guste la fotografía que les dejo en multimedia 7w7r

Gracias por leer y darle una oportunidad a mi Historia💚💜!!

JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora