Hiyori sonrió de forma educada mientras tomaba asiento en su escritorio, no debía mostrar rastro alguno de que había llorado. De una manera Fujisaki no era mucho de su agrado desde esa vez que bailó con ella no le parecía de fiar del todo, así que solo se limitó a tratarlo como a cualquier otro visitante.
—Buenas tardes señor Hadaoka, igualmente me alegro de verlo— contesto educadamente
—Es todo un placer verla nuevamente, dígame ¿se encuentra su jefe?— pregunto con voz arrogante
La castaña recordó el estado emocional del ojiazul, sin duda no era conveniente que fuera molestado y menos aún por ese sujeto que no era del agrado del pelinegro para nada.
—Disculpe, el salió por un asunto importante y no regresará a la empresa por hoy— contesto la chica
—Ya veo, entonces vendré en otra ocasión necesito hablarle de algo importante— musito cerca de la chica con voz seductora que no hizo reacción alguna en ella
—Como usted guste— contesto la castaña automáticamente
—Sabes me gustaría no sé, invitarte a salir o...— decía el castaño acercando su mano al rostro de Hiyori cuando la mano de Yato quién salió de su oficina lo detuvo en seguida apretando fuertemente la muñeca del castaño
—Ella no está disponible, ¿a qué has venido?— dijo con voz cortante alejando al castaño de la chica
Fujisaki miro con rencor a Yato quién le devolvió de la misma manera la mirada, ambos mantenían esa mirada firme y llena de odio, realmente eran enemigos y la historia tras ello estaba por saberse pronto.
—Vamos Kirisawa no seas tan violento, solo quería invitar a salir a tu hermosa asistente— dijo mientras volteaba a mirar a Hiyori quién se encontraba sorprendida por la aparición repentina del pelinegro
—Te vuelvo a repetir, ella no está disponible, ahora dime que es lo que quieres— formulo con tono de voz aún más seria
—Muy bien, muy bien, veo que no estás del todo tranquilo, será mejor que hablemos en otra ocasión, me retiro, hasta luego Hiyori— dijo mientras se alejaba de ambos perdiéndose en la entrada del elevador
Yato se quedó aun de pie mirando hacia el pasillo, mientras Hiyori bajaba la cabeza, el ojiazul desvió su mirada hacia la chica mientras su semblante de una manera comenzaba a suavizarse.
—Discúlpeme Señor Kirisawa— dijo la castaña aun con la mirada baja, sintió miedo pensando que el volvería a gritarle
—No diga tonterías, además, yo...soy quién debe disculparse— musito con voz casi tímida el pelinegro
La chica alzo la mirada sorprendida y con un sonrojo evidente en su rostro lo miró dándose cuenta que él también estaba levemente sonrojado, lo que hizo que su corazón latiera desbocadamente, se veía realmente adorable.
—No debí insultarla de ese modo, me salí de mis casillas aun cuando usted no tenía ninguna culpa, quiero decirle que usted ha sido la mejor de todas mis asistentes, atenta, servicial y sobre todo responsable, le agradezco todo hasta ahora, Por favor perdóneme— y dicho esto el ojiazul se inclinó de forma reverencial haciendo que Hiyori sintiera pena y se sonrojara a mas no poder
—P-Por favor señor Kirisawa usted no tiene por qué hacer esto, yo fui imprudente no debí haber interrumpido como lo hice yo...muy bien, lo perdono— musito al ver que el ojiazul se levantaba
—Déjeme decirle que yo nunca pido disculpas a nadie, pero esta vez estoy consciente que yo me he equivocado— dicho esto el ojiazul dio media vuelta dándole la espalda Hiyori
—Gracias— dijo la castaña sonriendo
Yato sintió algo en su interior al escuchar su gracias, de una manera la castaña le recordaba un poco a su madre, esa dulzura en su voz y sobre todo esa generosidad eran iguales a su madre.
—No hay nada más en la agenda por hoy ¿no es así?— dijo sin verla
—Solo queda firmar con el señor Kiyono la...—
—Está bien yo me encargaré, puede retirarse por hoy— dijo con voz suave sin rastro de frialdad lo cual sorprendió a la castaña
—Pero señor— contesto insegura
—Dije que está bien, puede irse, es una orden— dijo sin más mirándola fijamente
Hiyori sonrió mientras recogía sus cosas de su escritorio y entregaba un par de papeles al pelinegro.
—Recuerde firmar esto y enviarlo por fax al señor Kiyono, oh algo más— dijo la chica sacando una bolsita de tela de su bolsa sorprendiendo al pelinegro
—Es el té que le di la última vez, le di muy poco así que probablemente se le debió haber terminado, tenga— dicho esto el ojiazul tomo la bolsita agradeciendo a la castaña
Yato miro sorprendido a Hiyori quién en reacción se sonrojo y bajo la mirada.
— ¡Disculpe lo hice otra vez! No debí meterme en...—
—No se preocupe, este té realmente es efectivo, gracias—contesto el pelinegro
Hiyori no daba crédito a lo que veía, Yato sonreía tímidamente ante ella, se veía aún más hermoso con esa sonrisa, el semblante serio y frio opacaba siempre esa sonrisa.
—Hasta mañana— dicho esto la castaña camino por el pasillo hasta entrar al elevador
Yato la miró hasta perderla de vista aun con semblante tranquilo, de una manera podía sentir confianza emanando de la chica.
—Cielos se comporta como una madre— musito con una risita mientras sostenía la bolsita
El mismo se sorprendió de su actitud, todo el tiempo estaba malhumorado, frustrado, enojado, enojado por la forma en la que había sido criado, sin su madre siempre había estada falto de cariño. Su padre quién después de la muerte de su madre se volvió frío y cruel con el ojiazul, no le demostraba cariño, solo rechazo, Yato se crio con sentimientos de rencor, solo deseaba desprenderse de su padre para iniciar su propia empresa y tras hacerlo perdió comunicación con su padre, aun cuando en el fondo le dolía no haber recibido cariño de su parte.
Y más aún, aquella mujer que él quiso y que una vez le había demostrado sincero amor, no hizo más engañarlo, y jugar con sus sentimientos, ella también había sido la causa de su rencor hacia las mujeres, aquella mujer llamada Nora.
YYY bueno aqui con la conti, estoy empezando a hacer aparecer muchos personajes, pero bueno ya verán como cada uno tiene que ver en la historia como esta tipa (NORA) gracias por su constante apoyo, sayooo :3
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Cold Heart (Hiyori x Yato)
FanfictionIki Hiyori una bella joven de veintidós años, que tras buscar un empleo estable por azares del destino termina trabajando como asistente del famoso empresario Yato Kirisawa , quién es conocido por tener una fama de ser frio y calculador con sus empl...