De nuevo sin ganas de comer. ¿Por qué?
Esta vez es su pelo lo que me ocupa, recuerdo su olor mientras mordía su cuello y él en mi cara se arremolinaba. También recuerdo su tacto al acariciarlo, mientras nuestros cuerpos se fundían. El problema está en que lo que con más intensidad recuerdo a cada segundo que pasa es que ya no lo tengo entre mis dedos para juguetear con él, para despeinárselo a la par que con mi otra mano acaricio su espalda y dibujo en ella las palabras que no me atreví a decirle cuando estaba aquí a mi lado. Es por ello que hoy no tengo apetito.
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Bianca
RomanceSe fue, dejando impregnado mi cuerpo de su aroma y mi mente de pensamientos dedicados a ella; se fue, dejando marcada mi espalda con sus arañazos y mi corazón con sus besos. Se fue, pero juro que la encontraré.