Hoy a quien odio es a mí, pues con una cuchilla no marqué sólo mi piel, sino también mi alma y conciencia. ¿Cómo pude hacer eso? ¡Bruto, idiota! ¿Muerto cómo quieres encontrarla y decirle lo que sientes? ¿Sin estar vivo cómo vas a enamorarla? Casi rompo con mi promesa de volver a encontrarte, Bianca. Ahora lo que juro es no volver a rendirme.
ESTÁS LEYENDO
Bianca
RomanceSe fue, dejando impregnado mi cuerpo de su aroma y mi mente de pensamientos dedicados a ella; se fue, dejando marcada mi espalda con sus arañazos y mi corazón con sus besos. Se fue, pero juro que la encontraré.