Apenas abrí los ojos cuando mire quien estaba al otro lado de la cama, me sentí muy afortunada de tener a Finn, un chico tan... perfecto; Alto, delgado, piel blanca, cabello castaño,ojos de un color verde oscuro, una sonrisa perfecta, y un carácter encantador.
Sentía que el era la única persona en el mundo que me entendía, a la única persona que le agradaba, simplemente el era todo para mi.
Llevábamos 3 años años de noviazgo y un par de meses de vivir juntos.Lo mire por un par de minutos, contemplando cada parte de su hermoso rostro, sus ojos, su nariz, sus labios, no tienen idea de como lo amo.
Después de uno 10 minutos Finn despertó y me sonrió
-Hola- Dijo con una gran sonrisa.
-Hola- Dije con una sonrisa de oreja a oreja.Nos quedamos observándonos el uno al otro como por unos 10 minutos.
-Bueno, Me iré a bañar y alistarme para el día- Dije interrumpiendo el momento.
-De acuerdo- RespondióMe levante de la cama y camine hacia el baño de la habitación, entre, Prendí el agua, me despoje de mi ropa de dormir y me duche.
Salí del baño seca pero vestida con una toalla, me di cuenta de que Finn no se encontraba en la habitación entonces se asome por la venta de la habitación que estaba en el segundo piso y Finn estaba en el patio regando las flores,
entonces me acerque a mi ropero y saque una falda roja con una blusa blanca y un hermoso collar de oro que Finn me había regalado en nuestro primer aniversario,
me cambie y me maquille natural, me peine, me puse unos zapatos rojos con poquito tacón y baje.Iba bajando las escaleras y escuche que Finn acababa de entrar a la casa, salí disparada hacia él y lo abrace el respondió a mi abrazo, fue tan lindo ese momento
-Estas lista Jane?- dijo Finn con una sonrisa
-Mas lista que nunca- dije y los dos reímos.
-Entonces me yo me iré a duchar mientras ...- dijo hasta que lo interrumpí
-Yo preparo el desayuno! - dije gritando
-Esta bien- dijo y sonrió
Y fue al baño de la habitación a hacer lo que le faltaba por hacer.A los 20 minutos, bajo las escaleras, y ya estaba listo y pues yo ya había terminado de preparar el desayuno. Desayunamos terminamos de hacer lo que nos faltaba y listo.
Subimos al carro que era algo lujoso y Nos fuimos A donde Teníamos cosas pendientes por hacer.
Primero, fuimos a la casa de mis suegros, unos grandes empresarios y dueños de muchos bienes, Martha de la madre de Finn, una mujer rubia, de unos 40 años y que al aparecer usa mucho maquillaje y es muy exigente; Robert, un hombre de unos 45 años, alto, de piel clara, castaño y muy amable.
Llegamos y los saludamos, platicamos con ellos y convivimos.
Tengo que ser honesta parece que no les agrado, tal vez sea porque antes yo era una chica cualquiera,alta de 1.78, delgada, cabello castaño, piel bronceada, ojos color miel, y el, un muchacho de 1.80 con una carrera muy exitosa, atractivo, que se fijo en mi y ya se estarán imaginando ellos pensaron que era una fijada.
Y aunque no me agradaban del todo, estaba muy agradecida con ellos; ellos le dieron permiso a su hijo de salir conmigo, nos consiguieron casa y todo eso.Después nos retiramos y fuimos a la plaza, a comprar algunas que nos hacían falta en la casa, nos demoramos demasiado y luego nos fuimos.
Llegamos a nuestra casa y acomodamos las cosas que habíamos comprado.
Y nos tiramos riendo juntos en el sofá
-Y si vemos una película- dijo Finn
-Claro, ¿Cuál quieres ver?- dije
-Una de terror- dijo imitando a un fantasma
-No Finn, sabes que yo me asusto muy rapido- dije algo triste y tratando de convencer de ver otra.
-Va a ser de una terror Jane- dijo decidido
-Esta bien- dije intentando de parecer desanimadaVimos la película, y durante toda la película grité del miedo.
Subimos a la habitación y nos pusimos nuestra ropa de dormir, me retire todo el maquillaje. Lave mis dientes igual Finn.
Y Nos fuimos a dormir.Hací pasaron los días, una vida algo lujosa pero demasiado ocupada.
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Te Extraño||PAUSADA
Ficção AdolescenteEllos dos eran una hermosa pareja, siempre juntos, se apoyaban entre si, casi un amor Perfecto. Pero que pasaría con alguno de ellos si perdiera al otro para siempre, si desapareciera de su vida.