¿Y si me enamoro de la chica...dentro del libro?

Capitulo 4: Diario

Ambos guardaron silencio por un buen rato. ¿Qué más podían hacer? El había tratado de disculparse pero ella lo había callado con un gesto de mano murmurando que con disculparse no lograría nada. Se encontraban sentados sobre la arena, mirando las olas, el uno a lado del otro –guardando su distancia, claro- Alex la miraba de vez en cuando, tratando de no parecer muy obvio y ella parecía no percatarse, no le regreso la mirada ni una sola vez. Parecía estar en una guerra mental consigo misma. Alex se tentó a romper el silencio en varias ocasiones pero no se atrevió. Aquella chica podría estar muerta o no existir pero seguía dándole miedo. Ya había paso una hora o tal vez mas –era difícil medir el tiempo en aquel mundo paralelo o en donde sea que se encontraba.- y Alex se sentía ansioso-además de hambriento- por hablar. El no era de los que se quedaban callados.

-uhmmm ¿May? Esto yo…- titubeo el nervioso. May lo miro por primera vez desde hace mas de una hora. Enarco una ceja, esperando a que continuara.- No habrá de casualidad…ya sabes… ¿un baño?-

May soltó una carcajada limpia.

-¡No es gracioso!- dijo el, tratando de reír. Por experiencia sabia de antemano que si reía mientras tenia ganas de hacer del baño ocurriría un accidente embarazoso.

-Vale, lo siento.- dijo ella, sonriendo. Claramente, encantada por aquella muestra de debilidad por parte de el- y, no lo siento. Todo lo que ves es lo que hay. Como fantasma no tengo ese tipo de necesidades. Pero puedo voltearme mientras tu...-

-Puedo soportarlo- La corto el. Genial.

Una brisa helada los acaricio a ambos haciéndolo titiritar.

-¿no tienes frío?- pregunto el, frotando sus manos.

-Fantasma ¿recuerdas? Soy inmune.- le dijo ella. Alex revoloteo los ojos. Ya. Fantasma. Hurrah.

Se giro para tomar su chaqueta pero entonces recordó que no la trajo y de paso, también recordó algo mas…

-¡La libreta!- grito el.

-¿Qué?- pregunto ella.

-¡La libreta!-¿Cómo se le pudo haber olvidado? La saco de su bolsillo trasero.

-¿Tuviste tu trasero sobre ella todo este tie- comenzó a decir may pero entonces reconoció aquella desvaída libreta de cuero.

-¡Mi libreta!- y dicho esto dio un empujón a Alex, le arrebato la libreta y se puso de pie.

Alex que había caído de espaldas se levanto también, de mal humor y sacudiéndose la arena.

-Eso era totalmente no necesario. Gracias- dijo el.

Ella daba brinquitos de alegría.

-¿A que viene toda esta euforia?- pregunto el, un poco desconcertado, dejando el mal humor de lado.

-¡Oh, Alex! ¡La has salvado! ¡La has salvado!- gritaba ella. Y más brinquitos sobre la arena.

-¡¿Qué sucede?!- pregunto –casi grito- el, desesperado por saber.

-Esto Alex, es mi diario,  bueno algo así como el diario de muerte, y la razón por la que tu estas aquí- explico ella.

El la miro con la vista en blanco. ¿Entendía algo de aquello? No.

Ella suspiro.-Cuando me acosabas en la playa, ¿recuerdas que estaba escribiendo algo?-le pregunto ella. El asintió.-pues era esto- dijo ella poniendo la libreta en alto. Pues ella si que pensaba que el era un estupido. No entendía varias cosas pero eso si lo tenía bien claro.

-¿Y…?-

-y ¿Recuerdas que te dije que para poder viajar de tu mundo al mío necesitaba entrar en un trance?- Alex asintió nuevamente- bueno, para entrar en ese trance debes de cumplir varios requisitos, el ultimo de estos, es escribir un diario sobre tu muerte. Todo lo que esta en este diario son eventos del futuro. De hecho, esta conversación esta escrita, aquí- dijo ella apuntando el diario.- Esa es la razón de que tu estas aquí, apuesto a que abriste el diario- dijo ella. El se sonrojo un poco, pero a ella no pareció molestarle.

-Pero… este libro tiene como unas doscientas paginas,¿No se supone que estas condenada para toda la eternidad? ¿No debería ser infinito ese diario?- pregunto el con el ceño o fruncido.

-Ya te lo había dicho, hay cientos de cosas complejas en mi mundo que tu no entenderías.- le dijo ella, pero parecía preocupada. A Alex le pareció como si ella tampoco supiera la respuesta a la pregunta, pero decidió no presionarla.

-Bien, ahora que tienes el diario ¿Por qué no vuelves a re-escribir la parte en la que intento parar tu suicidio?-le pregunto el.

-Ya te lo dije, este diario es exclusivamente sobre mi muerte, todo lo escrito es lo sucedido después de que tu paras mi intento de suicido.

Alex sopeso aquello durante un momento.

-¿Entonces tu sabes lo que sucede al final del diario-

-No. Todo se borro de mi memoria. Incluso si hubiera llegado a mi destino exitosamente, lo habría olvidado-

-¿Entonces, cual es el punto de escribirlo?-

Ella se encogió de hombros- supongo que chicos entrometidos como tu lo hojeen- dijo ella sonriendo burlonamente.

El revoloteo los ojos otra vez. Decidió dar por alto aquel comentario.

-¿Puedes leerlo?-

-Yo…quisiera, pero no. No puedo hacer eso.- la mirada sombría le advirtió a Alex no preguntar el porque. Decidió apuntar hacia otro lugar.

-¿Puedo yo leerlo?-

Ella lo miro durante unos segundo.

-no estoy segura… en realidad nunca me había planteado una situación como esta- reflexiono ella y después, para sorpresa se Alex le tendió el diario.-No creo que pase nada malo- dijo ella.

Alex lo tomo y depuse la miro ella con los ojos entrecerrados.

-¡no intento matarte!- dijo ella al entender el significado detrás de los ojos de Alex.-vamos, ábrelo. ¿Ya lo has hecho antes no? Y mírate sigues vivo-

Si, en otra dimensión con una chica muerta que no hace del  baño y con un genio de mil demonios. Claro, aquello no tenia que escucharlo May.

Respiro hondo abrió el diario con cuidado, preparándose para escuchar un grito ensordecedor, pero no sucedió nada.

May lo miraba expectante. –No… no lo entiendo.- dijo Alex, confundido.- La primera vez que lo abrí se escucho un grito y y- De pronto la playa comenzó a dar vueltas ¿O tal vez fue el? La arena dejo de ser arena y cielo dejo de ser el cielo y todo seguía dando vueltas a su alrededor y cuando sintió que estaba a  punto de vomitar, cayo en un abismo que parecía no tener fin.