El Chico de los Audifonos |L. H.|

Capítulo I

Buscando Trabajo

Día 1

La busca de trabajo es un severo dolor de cabeza y de pies. Definitivamente el tener 18 años es un desastre y más cuando la gente ni siquiera tiene la dignidad de decir no directamente si no que te inventan un montón de escusas que nunca logras descifrar o que te dicen la verdad con un poquito de mentira. Eso en definitiva siempre ha apestado pero aún así no me rendiré ya que debo obtener uno antes de las famosas vacaciones o de incluso de la famosas fiestas y con esas famosas fiestas me refiero a la navidad y a año nuevo, siempre me fue difícil el socializar con la gente mas con la extraña paranoia que desarrolle - con el pasar de los años-, al no querer que gente extraña me toque - no preguntes como fue que me sucedió eso- aun así debo empezar a aceptar que tal vez la mayoría del tiempo soy algo rara.

Digamos que mis padres no son de muy buenos recursos, fue un verdadero milagro que me siguieran apoyando para así poder terminar mis estudios aunque si me dijeron que no me apoyarían a pagar la universidad ya que debían seguir pagando los estudios de mis hermanos pequeños, así que si deseo seguir estudiando deberé trabajar para pagármela. Por eso estoy buscando un trabajo pero en todos lados dicen "la llamaremos" y eso es demasiado frustrante. Digo que les cuesta decir no. Pero bueno creo que ya te he contado eso, así que luego del pesado día que tengo decido regresar a mi hogar y probar suerte el día de mañana.

En el trayecto a casa lo único que puedo desear es que haya una cena calientita servida solo para mi, pero eso es un deseo nada mas ya que se que cuando llegue a casa tendré que preparar la cena para toda la familia porque mis hermanos no pueden cocinar y mis padres están trabajando, aun así deseo que algún día sea lo contrario y yo solo tenga que degustar los alimentos, al llegar a la parada donde debo bajarme es obvio que me bajo y empiezo a caminar a casa. Al momento de entrar mis hermanos me reciben con abrazos lo que realmente agradezco porque fue un día terrible.

Llego a la cocina luego de saludar a mis hermanos y empiezo a hacer la cena, no voy a decirte que prepare una comida estilo buffet porque eso seria mentira, solo lo básico, le pido a uno de mis hermanos que salga a comprar pan para así poder empezar a cenar. Lo que realmente me sorprende es que mis padres entren cuando mi hermano esta dispuesto a comprar el pan. Ellos raramente llegan temprano del trabajo pero aun así no pierdo tiempo en alistar la mesa para luego servirles a todos. Nos disponemos a comer cuando mi hermano llega con el pan. Y así empieza la cena mas incomoda de todas.

- ¿Cómo te fue en la búsqueda de trabajo? - pregunta mi padre después de dar las gracias por los alimentos

- Digamos que aun no encuentro uno - comento algo avergonzada

- Tienes que empezar a aportar algo a esta familia - comenta mi padre algo molesto - ya eres mayor y tienes una responsabilidad con esta familia.

- No se preocupe padre, conseguiré uno -

- Eso espero, recuerda que tienes responsabilidad con esta familia -

Dicho eso dio por terminada la conversación, así que decidí terminar mi cena para poder irme a dormir y pensar como conseguir un trabajo. Es difícil encontrar uno en estos tiempos, pero no me daré por vencida eso es lo ultimo que hare. Soy una persona valiente y luchadora y encontrare uno para poder ayudar.

Día 15

Nuevo día, nueva esperanza, estoy segura que hoy es el día en el que conseguiré uno y será uno realmente bueno que mi papa estará mas que feliz con el. Salgo de mi casa luego de haber desayunado, tomar una ducha, vestirme y hacer mis necesidades; se que debo ser positiva así que decido dar gracias a Dios por la nueva oportunidad de vida y decidida tomo el bus para ir al centro.

***

Llevo gran parte de la mañana buscando en todo el centro y aun no encuentro nada, mi positivismo se esta acabando y se que es posible que no encuentre uno el día de hoy, pero seguiré buscando tal vez lo encuentre.

Luego de dos horas de buscar, visualizo en una importante firma de arquitectos y diseñadores gráficos que estarán contratando diseñadores gráficos con o sin experiencia y se que posiblemente la suerte o el destino están de mi lado. Entro en el pequeño local y hablo con la recepcionista por información del empleo, ella gustosa me informa que debo tener una pequeña entrevista con el jefe de recursos humanos para así asegurarse que estoy calificada para el puesto.

Estuve esperando por lo que fueron quince minutos y no pude evitar el ponerme nerviosa ya que llegaron cinco personas mas pero como yo era la primera chica en espera a mi me hicieron la entrevista primero.

El jefe de recursos humanos, - llamado Carl-, me hizo preguntas sencillas y sobre todo sobre mi carrera lo que fue un gran alivio ya que si me hubiese preguntado sobre historia o algebra me hubiese dado un ataque cardiaco ahí mismo. Me informo que luego de esa entrevista, mi papelería entraría a la base de datos y que lo mas probable era que me contrataran ya que tenia los conocimientos básicos para el trabajo. Quedo en llamarme ese mismo día o al siguiente día, por lo cual estuve muy agradecida, me despedí y salí de ahí con la esperanza de que tendría el trabajo que necesitaba.

De camino a casa, tome el aburrido autobús de siempre con la única diferencia de que vi a un muchacho hermoso, -y no es porque yo estuviese buscando muchachos con la vista-, su cabello era rubio lo cual lo hacia muy atractivo mas con esa piel blanca como la leche, sus ojos de color celeste eran sin duda su mejor atributo, era tan alto que sin duda me llevaba unos veinte centímetros y aun así yo tendría que levantar la barbilla para poder verlo bien. No diré que era un adonis porque estaría mintiendo, el muchacho era muy hermoso pero no al punto de ser considerado un Dios griego. En fin creo que lo estuve observando durante mucho tiempo porque me pase la parada desde hacia mucho tiempo.

Al llegar a casa me extraño ver a mis padres sentados en el pequeño sofá que teníamos en la sala-comedor, al verme me indicaron que pasara a la cocina y sin decir nada los seguí, estando ahí me dieron un abrazo tan fuerte que me pregunte si alguien se había muerto en la familia, así que sin ningún preámbulo pregunte que pasaba y me indicaron que tenia el trabajo, que mejor manera de terminar el día que con un nuevo trabajo, creo que estaban felices porque al fin estaba dando frutos el gran esfuerzo que habían hecho por mi.